Esta es una lección simple a partir de un objeto. Se ajusta mejor para aplicarla con chicos más jóvenes. Pidamos que dos voluntarios pasen adelante y démosle a cada uno un pastelito de chocolate. Deben comer un poco y describir qué tal es (bueno, malo, delicioso, más o menos). Con un poco de suerte, pensarán que los pastelitos están bastante bien. Expliquemos que el pastelito representa la vida.
A continuación, coloquemos todos los ingredientes que contiene en varios recipientes pequeños sobre una mesa. Solicitemos que los voluntarios los prueben y que describan a qué sabe cada uno. Algunos tendrán mal sabor y otros, bueno. Digamos que estos ingredientes representan todas las cosas que nos suceden a lo largo de la vida. La vida está compuesta de cosas buenas y malas, pero nosotros podemos confiar en la promesa de que «Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman» (Romanos 8:28).
Sin los ingredientes que saben mal, los pastelitos no habrían salido bien. Otros pasajes de la Escritura que pueden ser útiles en esta lección son: Efesios 5:20 y Proverbios 3:5. (Marcella Stockin).
Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio
Por Autores Varios