Para un estudio bíblico eficaz, llevemos al grupo a algún techo o terraza (el de la iglesia o cualquier otro edificio) y presentemos la lección que te presentamos a continuación:

¿Sabías que en la Biblia algunos eventos significativos sucedieron en los techos? Eso era así porque los techos eran planos en los tiempos bíblicos, la gente comía, dormía, se relajaba (hacía todo tipo de cosas) en la parte superior de sus hogares.

Primero, vayamos a 2 Samuel 11:2. Desde una azotea se generó la lujuria que David sintió por Betsabé. Un poco después, cuando el hijo de David, Absalón, encabezó una rebelión en contra de su padre (2 Samuel 16:22), cometió adulterio con las esposas de David en la azotea del palacio. En Jeremías 32:29 leemos que las azoteas eran un lugar de idolatría.

No obstante, la azotea no era siempre un lugar de pecado. Rahab escondió a los espías Israelitas en su azotea (Josué 2:6). En Lucas 5:18-25 hay unos hombres que bajaron a su amigo enfermo a través de un hoyo que hicieron en el techo para que fuera sanado por Jesús. En 1 Samuel 9:25, Samuel conversó con Saúl en el tejado antes de que Saúl fuera ungido como rey de Israel, y en Hechos 10:9-17, Pedro estaba en la azotea cuando recibió la visión que le mostró que los gentiles debían ser incluidos en el plan de salvación de Dios.

Lo más asombroso es que Dios nos puede hablar en cualquier lugar, en cualquier momento, incluso en la azotea. Dios no está encerrado en la iglesia. Él quiere ser parte de nuestras vidas donde sea, todo el tiempo.

Concluyamos pidiendo que los chicos nombren lugares y ocasiones inusuales en las que han tenido una experiencia de crecimiento espiritual o un encuentro con Dios. (Steve Fortosis).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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