Continuemos.
¿Qué Hago con las Culpas Mentirosas?
Leé Efesios 4:27 y Santiago 4:7. ¿Qué tenés que hacer según estos versículos?
A. Créele a Dios. Toda mentira de Satanás es vencida con la VERDAD de Dios. Si Dios dice en su Palabra que Él te perdona, te limpia, quita tu pecado y tu culpa y nunca más se acuerda de ellos ni de tu pasado ¡Creélo, porque es verdad! Si no hiciste nada malo la culpa que sentís es una mentira.
B. Alaba a Dios porque Él te perdonó. Mediante la oración rechazá las mentiras del diablo diciéndole con firmeza lo que la Palabra de Dios dice. Para Dios NO sos culpable porque Jesús ya cargó TODOS tus pecados. Cuando Satanás te recuerde las cosas feas de tu pasado, vos recordále su futuro: él esta derrotado, aplastado y condenado. Y le espera un infierno ardiente.
C. Cuando las culpas que sientas no tengan nada que ver con el pecado, sino con otras cosas, lo mejor es que hablés con tus padres, líderes o pastores para que ellos te ayuden a entender lo que te está pasando y te orienten con respecto a lo que tenés que hacer.
3. Manipulados Por Las Culpas.
Pasaje clave: Romanos 8:1.
Cintia ganó una beca en su colegio. Estaba realmente emocionada y muchos estaban orgullosos de ella. Pero poco después, Cintia se sentía triste y preocupada. El problema era que una de sus compañeras, envidiosa, había hecho que Cintia se sintiera culpable por haber ganado esa beca. «¡Miren a la gran Cintia! ¡Seguro que se cree alguien muy importante!»- fueron las palabras de su compañera que la hicieron sentir culpable. Ella estaba entristecida y deprimida. Su madre la ayudo a comprender sus sentimientos de culpa; mostrándole que no había hecho nada malo al ganar la beca, sino que estaba experimentando una falsa culpabilidad, por los comentarios de su compañera. Estaba creyéndole a una mentira.
Envidia y culpa siempre van juntas. Si sos envidioso/a intentarás hacer sentir culpables a otros, casi sin darte cuenta. Los motivos que elijas pueden ser muy variados: por la ropa que usan, por el carácter que tienen, por la casa en la que viven, por las notas que han sacado en los exámenes, por la chica o el chico que les gustan, por los ministerios que desarrollan en sus iglesias, etc. Pero recordá que la envidia es pecado y te destruye a vos mismo. Si, en cambio, sos muy sensible, otros te manipularán o te controlarán por medio de los sentimientos de culpa.
Hay personas (pueden ser padres, hijos, amigos, pareja, etc.) que usan los sentimientos de culpas para manipular a los demás y obtener ventajas para sí mismos. Por ejemplo:
- La persona que le dice a su pareja: “Si me dejas, me mato”.
- “Si me quieres de verdad tienes que hacerlo” (prostituirte, tener sexo, drogarte, robar, lo que fuere).
- La mujer (o el hombre) que llora y se enferma cada vez que su pareja quiere hacer algo con lo cual ella (o él) no está de acuerdo.
- Cuando nos presionan a hacer cosas incorrectas o malas, amenazándonos.
- El padre (o la madre) que le dice a su hijo: “Si me desobedeces una vez más me voy de esta casa”.
- “Nosotros hacemos todo por ti y tú eres un desagradecido”.
- La madre soltera que se somete a todos los caprichos y reclamos de su hijo por la culpa que siente como madre soltera.
- “Nunca me diste un padre” (o una familia, un hogar, etc.).
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Verdades Que Sanan”
Por Edgardo Tosoni
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