¿Cómo Puede tu Mente Ayudar a tu Espíritu?
Antes que todo, tienes que saber que tu espíritu está trabajando muy duro para que logres entender cosas acerca de Dios. Así que, aun cuando tu espíritu trata de ayudarte a vivir una vida mejor, tu mente puede estar demasiada ocupada para oírlo y para captar lo que está pasando.
Mira las cosas de esta forma. Piensa cuando tu maestro de matemáticas estaba tratando de explicar, una vez más, la raíz cuadrada y estabas allí escuchando, pero tu mente andaba en cientos de otras direcciones, así que la única cosa cuadrada en el salón en la que tu mente estaba dispuesta a pensar era tu maestro. Tu mente estaba muy ocupada como para pensar.
A tu mente divagadora agrégale el hecho que tu amigo está tratando de llamar tu atención. Tu mejor amigo está al otro lado del salón, tratando de decirte algo en voz baja, haciendo con la boca cada sílaba para que puedas entender lo que él dice. Pero el salón entero está en un alboroto, y por alguna razón, todos están hablando al mismo tiempo que no puedes escuchar al del lado, mucho menos a tu amigo que está al otro lado del salón. Ahora imagínate si pudieras escuchar los pensamientos de cada alumno del salón. Hay tanto ruido ahora que casi no puedes escuchar tus propios pensamientos.
Si tu mente está saturada con los pensamientos del día, con voces de otros niños vibrando en tus oídos, acompañada con lo que dijo tu mamá que iba a haber para la cena y lo que tu papá te dijo hoy que recordaras, tú no vas a estar en sintonía. De hecho, sería sorprendente si pudieras hacer algo del trabajo de la escuela.
Entonces, ¿Cómo Escuchas la Voz de Dios?
Procura estar muy, muy tranquilo; respira profundo y haz una oración; escucha. Tu mente debe estar en paz, debe estar lista para escuchar, estar alerta y estar en descanso. Tu mente no puede estar de aquí para allá. Ya hemos hablado un poco acerca de cómo estar al tanto de una mente que divaga. Una de las cosas que debes hacer es concentrarte.
Si anoche no pudiste dormir lo suficiente o si tu mente está preocupada por algo, entonces puedes tener problemas con esta idea de concentrarse. Si en tu libro de ciencias sociales estás leyendo la misma página por tercera ocasión, es muy probable que no seas capaz de enfocarte. Descansa un poco y después trata de concentrarte.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “El Campo de Batalla de la Mente Para Niños”
Por Joyce Meyer
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