Efesios 6:1-4. Muchos adolescentes se me acercan contándome acerca de sus papás. A veces se expresan como si estuvieran hablando de una peste incurable. Los escucho y me parece imaginar a la mujer lombriz y al hombre gusano. Algunas de las historias que me han compartido personalmente o por carta me dan ganas de llorar o de dinamitarles la cama matrimonial a sus padres. Pero en realidad, en la mayoría de los casos lo que veo es que los padres simplemente dan una enorme prueba de amor hacia sus hijos. Entiendo que para los adolescentes esa demostración no siempre resulta una prueba clara y comprensible, pero esa es la sincera intención de los padres.
También hablo con muchísimos padres y madres. En mi oficina he recibido a madres desarmadas en llanto, he escuchado a padres frustrados y a matrimonios desesperanzados. ¿Por qué hay tanto conflicto entre padres e hijos?
COMO SERES DE OTRO PLANETA
Padres e hijos vivimos en dos planetas totalmente diferentes. Quizás te gusta chatear con chicos de otros países, dejar tu opinión en algún foro de onda, y averiguar más en Internet sobre tu programa de televisión preferido. Tus padres, en cambio, ni siquiera saben encender la compu. Tu música y la de ellos no suenan parecido, y si hablamos de modas las distancias se agrandan todavía más. Además de estas diferencias evidentes, hay valores que se manejan de manera distinta en cada generación. Y muchas de las costumbres de tus padres te parecen del tiempo de las cavernas. Para ellos tampoco es fácil entender el planeta en que vives ahora. El mundo ha cambiado demasiado respecto al que ellos conocían cuando tenían tu edad. Para unos más y para otros menos, tu mundo y el de ellos se ha cortado sin tijera. Por esta razón muchas veces te ocurre que:
- Sientes que a tus padres les importa un renacuajo lo que tienes para decir.
- Sientes que cuando te cuentan lo que ellos vivieron en su adolescencia están dándote una clase de prehistoria, y para colmo terminan diciéndote ¡no! a algo que quieres hacer.
- Sientes que cuando les hablas de tus problemas, ellos tratan de contarte otro peor que les sucede a ellos.
- Sientes que tus padres creen que sólo te funcionan dos neuronas y que estás por donar una de las dos a la sociedad de ayuda para loros mudos.
- Sientes deseos de recordarles a tus padres que tu cumpleaños de 3 sucedió hace mucho tiempo.
- Sientes… que todo está perdido y que ya te arruinaron la diversión de una vida.
Todo esto tiene una explicación. El mundo ha cambiado más en los últimos 20 años que en los anteriores 200. ¿Eh? Así es. El ritmo de cambio está aceleradísimo… Aquí van algunos cambios en la manera en que tu generación y la de tus padres ven el mundo.
DE LO ABSOLUTO A LO RELATIVO
Conductas que antes eran inadmisibles hoy se presentan como una posibilidad más. En el terreno religioso, la cultura popular latinoamericana sostenía que si no eras católico estabas perdido, no eras nadie. Hoy los jóvenes dicen que hay muchos caminos y que todas las religiones son igualmente válidas. Los valores ya no se consideran absolutos sino como relativos a las circunstancias y a la conveniencia de cada uno. Abres Internet y puedes encontrar la información científica más actualizada o la peor basura pornográfica. Lo mismo ocurre en todos los terrenos. Tú tienes que elegir.
Algunos hablan de ‘tolerancia’ y sostienen que esta es una sociedad más justa. Otros ponen el grito en el cielo y declaran que nadie puede hacer un juicio de valor sobre la conducta privada de los demás. Un ejemplo es el tema de la homosexualidad. Años atrás nadie (salvo los homosexuales) hubiera dicho que la orientación homosexual es una opción. Hoy los medios de comunicación disparan a diario el mensaje de que es una posibilidad más que algunos eligen y que los demás deben respetar. ‘Si te hace sentir bien, hazlo’, es el consejo de todos los días. La opinión popular dice que todo es relativo a las circunstancias de cada persona.
DE LA FAMILIA A LA MULTIFAMILIA
Un tercio de los niños en Estados Unidos crece con uno solo de sus padres en la casa. La estadística no es muy diferente en Latinoamérica. La hermana menor de mi esposa era la única de su clase escolar que tenía a papá y mamá en casa. Ocho de cada diez de los jóvenes del ministerio entre latinos que me tocó pastorear en la Catedral de Cristal en Los Ángeles tenían a uno de sus padres ausentes. Cualquiera sea la causa de cada ruptura familiar, Dios quiere que compartamos su amor y su poder con esta generación, y que tomemos en cuenta la situación en la que se encuentran.
DE LO DURADERO A LA IMAGEN
Algunas palabras se han bajado del lenguaje de la sociedad para dejarles el lugar a otras. Por ejemplo, palabras como ‘progreso’, ‘ideal’, ‘proyecto’ y ‘funcional’ fueron superadas por ‘imagen’, ‘light’, ‘diet’, ‘onda’ y ‘consumo’. Hoy lo que importa es estar a la moda. El gigantesco aparato publicitario armado por los grandes empresarios dice que para muestra basta una imagen, y han logrado que la imagen gobierne hoy a miles de voluntades. El reino de los videoclips comandado desde mtv y vhi satura la televisión con una sucesión de imágenes que incorpora miles de mensajes por segundo y una enorme variedad de ofertas. Por eso encontramos cientos de chicas que mueren por verse flacas, o jóvenes que insultan a sus padres porque no pueden tener el último jean.
DE LOS LOGROS AL CARÁCTER
Antes, cuando se ponía de pie un líder político, social o religioso, la gente escuchaba. Si alguien era médico, ingeniero, abogado, pastor o sacerdote, instantáneamente tenía el oído atento de los jóvenes, que los admiraban por lo que habían logrado. Hoy los títulos no quieren decir nada. Se levantan los políticos y dan discursos con fuertes cargas morales, pero ninguno de nosotros cree nada de lo que dicen. Tu generación no está segura de que los que llegaron lejos lo hicieron porque se esforzaron. Quizás hicieron trampa, quizás alguien les dio el dinero, quizás… Se sospecha de los logros de los demás.
Hoy lo que cuenta es lo que somos en realidad. Este cambio me gusta. Los jóvenes a los que ministro quieren conocerme y comprobar que vivo de acuerdo con lo que predico. Los que solamente me escuchan en una multitud tal vez resulten inspirados, animados o entretenidos. Pero es más probable que sean transformados cuando tienen la oportunidad de ver que lo que digo es posible. Las nuevas generaciones estarán cada vez más interesadas en tratar con personas que sean coherentes en todas las áreas de la vida.
DE LA PRODUCTIVIDAD AL PLACER
Los jóvenes quieren disfrutar del momento. Nuestros abuelos, en cambio, tenían una especial fascinación con el trabajo. Había que progresar y había que hacer. Ahora la publicidad nos hizo creer que es posible producir de manera instantánea esas cosas por las que nuestros abuelos luchaban. Es increíble todo lo que las publicidades intentan hacernos creer… Nunca en la historia hubo tantas formas de entretenimiento, de modas, de productos o de ropa. La industria del placer es gigantesca. La vida será cada vez más cómoda y este cambio irá formando nuestra manera de pensar. Ocio o relax eran malas palabras algunas generaciones atrás; hoy son un sinónimo de bienestar.
DE LA RELIGIOSIDAD A LA ESPIRITUALIDAD
Prendes el televisor, y hasta los dibujos animados están llenos de mística. Los héroes o villanos de innumerables programas infantiles y adolescentes son dioses, demonios, ángeles y espíritus. Lo mismo ocurre en los juegos electrónicos. Muchos cantantes de moda dicen que se consideran ‘espirituales’, o que están buscando su verdadero ‘yo’ o el ‘ser’ que está adentro de ellos. Pregunté acerca de esto a un grupo de adolescentes no cristianos y me respondieron que no creían en las iglesias, ni en los pastores ni en los curas; sin embargo, declaraban que tenían contacto con Dios.
¡Uf! ¡Cuántos cambios! Para tus padres estas novedades resultan muy extrañas y todavía están luchando por entender qué sucede en tu mundo.
Extracto del libro Rebeldes Con Causa
Por Lucas Leys
