Historia de Vida

Hacía algunos meses que Mario había comenzado a asistir a la iglesia. Su vida experimentó cambios profundos a raíz de su encuentro con Jesucristo. Comenzó a ser consecuente con las enseñanzas de la Biblia.
Un día regresaba de la universidad y en el ómnibus se encontró con Patricia, su ex enamorada. Ellos se habían conocido en una fiesta hacía dos años atrás. La relación no duró más de seis meses. En ese lapso tuvieron relaciones sexuales en varias ocasiones.
Luego de la sorpresa del encuentro y los saludos de rigor, pudieron sentarse juntos.
Patricia le contó que se había casado pero tenía muchos problemas con su esposo. Mario la miraba y por dentro recordaba varios de los encuentros sexuales que había tenido con ella. Las imágenes venían a su mente sin parar y lo estimulaba sensualmente.
Cuando terminó de hablar, Patricia tomó la mano de Mario y la puso entre las suyas. En ese momento él sintió un fuerte deseo de abrazarla y besarla.
Sin decir nada, los dos se pusieron de pie y bajaron del ómnibus. Caminaron hacia un hotel. Ninguno de los dos necesitaba hablar. La mirada y la ansiedad de sus cuerpos lo decía todo.
Mientras entraban al hotel, la conciencia de Mario se activó. Una voz de lo profundo de su ser le decía:
—¿Que vas a hacer? Tú no la amas y lo sabes. Ella es casada y no te pertenece.
Sólo estás buscando un disfrute momentáneo. Tú le pediste perdón al Señor Jesucristo por los pecados sexuales de tu pasado y vas a volver a revolcarte en ellos otra vez.
Por dentro, Mario oraba y decía: “Señor, lo que voy hacer no te agrada, pero me siento tan débil e impotente para resistir. Si tú no querías que esto pasara, ¿por qué cruzaste a Patricia nuevamente en mi camino?”.
Cuando estaban a punto de entrar en la habitación, Mario encogió la cabeza, apretó los puños, respiró profundo y, mirando a Patricia, le dijo:
—En este momento no hay nada que desee más que acostarme contigo. Pero hace unos meses atrás tomé la decisión de ser cristiano. Me comprometí delante de Dios a que nunca más entregaría mi cuerpo para una relación ilícita. Lo siento. Pero no puedo hacerlo.
Patricia no salía de su asombro. Ella se le tiró al cuello y comenzó a besarlo y a decirle que eso era normal y que muchos lo hacen. Y si era por su esposo que no se preocupara, porque él también la engañaba.

Mario tomó sus brazos que rodeaban su cuello y haciendo fuerza la obligó a retirarlos.
—Que Dios te bendiga— le dijo Mario, y dándose la media vuelta comenzó a abandonar el hotel.
Patricia se sintió rechazada y comenzó a insultarlo con palabras muy hirientes.
Mientras Mario volvía a tomar el ómnibus, lloraba en silencio. Y le daba gracias a Dios por haberlo librado del pecado y darle fuerzas para decir no.

Tiempo de Conversar

  • ¿Por qué Patricia y Mario se encuentran vulnerables a la tentación sexual?
  • ¿Por qué se le hizo tan difícil a Mario decir no al pecado sexual?
  • ¿Por qué ellos no llegaron a tener relaciones sexuales?
  • ¿Cuál es la causa de las lágrimas de Mario?

¿Que dice la Biblia?
Lee Génesis 39.

  • ¿En qué se parecen y diferencian Mario y José?
  • ¿En qué se parecen y diferencian Patricia y la esposa de Potifar?
  • ¿Por qué José no cedió ante las insinuaciones sexuales de la esposa de Potifar?
  • Se dice que “sólo los cobardes huyen”. Luego de leer la historia de José, ¿estás totalmente de acuerdo con esta frase?
  • Desde tu perspectiva, ¿por qué José salió corriendo?
  • ¿Cuáles fueron las consecuencias inmediatas de la integridad de José? ¿Vale la pena ser fiel a tus valores y principios?

Aplícalo a tu Vida

  • ¿Te cuesta vivir los valores cristianos en tu área sexual?
  • ¿Has vivido experiencias parecidas a las de Mario y José?
  • ¿Cuál es el secreto para tener victoria sobre las tentaciones sexuales?

Para Reflexionar

Acariciar es el arte de tocar el corazón de una persona. Cuando uno toca el cuerpo de alguien pero no su corazón, ha dejado de acariciar para comenzar a manosear. Cuántas personas están cansadas de tener parejas espectaculares tocando el cuerpo pero incapaces de tocar el corazón. Uno de los mayores impactos que las mujeres experimentaban cuando se encontraban con Jesús es que Él era el primer hombre que tocaba sus corazones sin necesidad de tocar sus cuerpos. El sexo bien vivido debe ser una manera de decir te quiero.

Hoy en día, en cambio, el sexo se ha convertido en una manera desesperada de buscar un poco de placer en una sociedad que se los niega. De ahí que la gran tragedia es que muchos jóvenes están descubriendo su sexualidad totalmente divorciada de la afectividad. No hay mayor necesidad que recuperar la ternura y el respeto en nuestras relaciones de pareja.

Extracto del libro “La Juventud Frente a los Desafíos Contemporáneos”

Por Alex Chiang

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