¡Nosotras podemos, lo haremos! Porque TODO lo podemos en Cristo (Filipenses 4:13, 2º Timoteo 1:7).
Porque cuando caminamos juntas en pos de los mismos sueños nos volvemos más fuertes, y cuando nos volvemos más fuertes entonces nos convertimos en mujeres imparables.
Somos imparables cuando el amor es nuestro impulso, este impulso se convierte en coraje, y ese coraje en compromiso por nuestro futuro. Cuando nos comprometemos con nuestro futuro logramos volar alto, y volar alto nos permite desarrollar carácter, empatía y lealtad para con otros.
Ese carácter, esa empatía y esa lealtad son nuestras armas escondidas, y estas armas son buenas para el corazón y para la vida. El corazón tiene que estar impulsado por la pasión, y la vida por las ganas de vivirla.
Estas ganas de vivir la vida nos hace mujeres más alegres, productivas y espontáneas. Esa productividad y espontaneidad nos hace brillar, y ese brillo, sin dudas, nos traerá felicidad.
Por Diana Tosoni