Soy quien se sienta junto a ti en el salón de clases.

Soy el que está un poco pasado de peso.

Soy el que recibe las burlas por tener poca estatura.

Soy al que molestan porque me gustan las computadoras.

Soy el que habla con acento extranjero.

Soy el que no es muy bueno en el gimnasio.

Soy al que siempre echan la culpa.

Soy al que le da miedo subir al autobús escolar.

Soy el que tropieza cuando camina rápido.

Pero también soy el que tiene el suficiente valor de levantarse

y hacerlo otra vez al día siguiente.

Nigel Potts

PENDENCIEROS

¿Qué tienen en común Harrison Ford, Mel Gibson, Michelle Pfeifer y Phil Collins? Que todos fueron víctimas de pendencieros en la escuela. Si te molestan en la escuela no es porque haya algo mal en ti. ¿Entendido?

Tú tienes derecho a sentirte seguro y a salvo. Si te molestan en la escuela es obligación de la escuela terminar con eso. Si eres hostigado o atacado fuera de la escuela, la policía tiene obligación de ayudarte. El pendenciero es el que tiene problemas. Muchos pendencieros son víctimas de pendencieros también. Se sienten indefensos y buscan maneras de sentirse fuertes en la escuela o en la calle. A menudo el pendenciero siente envidia de otros chicos, así que elige a los que son más listos, a los que tienen mejor ropa o más dinero. Usualmente los pendencieros no se agradan a sí mismos, por lo que sacan sus frustraciones molestando a alguien más, por ejemplo, tú.

¿QUÉ PUEDO HACER?

  • Muéstrate tranquilo y confiado, ¡aunque no lo estés! Puedes practicar esto en el espejo del baño.
  • Si puedes, ignora al pendenciero. Los pendencieros quieren una reacción. Si tú no pareces trastornado o molesto, muchas veces te dejarán en paz.
  • Aléjate. El que un pendenciero inicie una discusión no quiere decir que tú tengas que quedarte a finalizarla.
  • Evita estar solo. Los pendencieros son cobardes que sólo inician una pelea cuando saben que pueden ganarla. Si estás con amigos es más probable que te dejen en paz.
  • No te arriesgues a ser lastimado. Si el pendenciero decide robar tu dinero o tus cosas, déjalo que lo haga. Los objetos pueden remplazarse.

¡BUSCA AYUDA!

Cuéntale a un adulto en quien confíes. Esto no significa que seas débil. En la vida frecuentemente necesitamos la ayuda de otras personas. Cuando te rompes una pierna, buscas la ayuda de un médico; esto no significa que seas débil. Si eres víctima de pendencieros, busca ayuda también. Los pendencieros quieren que te mantengas callado. Al hablar te estás negando a participar en su juego. Decir a los demás acerca del problema es una acción valiente.

Lleva un diario de lo que está pasando. Cuando le cuentas a un maestro, a un amigo adulto o a la policía, necesitas tener los hechos: cuándo, dónde y qué ocurrió. Atente a los hechos. Evita exagerar.

Sigue contando a la gente acerca del problema. Si el primer maestro no ayuda, dile a otro y a otro. Si el primer adulto no ayuda, dile a otro. Si el primer policía no ayuda, dile a otro. Insiste.

SI VES QUE MOLESTAN A OTROS

Si no haces nada, estás enviando al pendenciero el mensaje de que por ti está bien. Entonces, ¿qué puedes hacer?

  • Di al pendenciero que se detenga.
  • Cuéntale a otras personas.
  • Invita a la persona a la que molestan a que cuente lo que pasa.
  • Sé amigo de la persona a la que están molestando. Puede no significar demasiado para ti, pero para la persona que se siente asustada y sola puede significar mucho.

MARCAS

Imagina esta escena de una película. Un chico y una chica se abrazan a la luz de la luna. Ella dice: «Brad, dime, ¿por qué me amas?» Él contesta: «Porque usas tenis Nike». Muy tonto, ¿no?

¿Tus amigos utilizan pantalones, cinturones, ropa interior de marca? Tal vez pienses que utilizar objetos de marcas famosas es un asunto de vida o muerte. No lo es. Si tu amigo Jim usa tenis de tres mil pesos, lo único que eso significa es que a sus padres les sobraban tres mil pesos. ¿Y eso en qué te afecta? ¿Es Jim mejor que tú por ello? ¡No!

Siempre habrá gente alrededor que tenga ropa, autos o casas que tú no puedes comprar.  Acostúmbrate a ello. Lo que en verdad importa es quién eres y qué es lo que piensas; lo que está dentro, no lo que está fuera.

En pocas palabras: Si piensas que algo es importante, entonces lo es. Tan pronto como digas «no tiene importancia», podrás relajarte.

Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz

Por Andrew Matthews

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