Por ejemplo, tu jefe te pide algo y entonces decís: “Bueno, ok, lo voy a hacer”, tomás la carta o el papel que tenías que escribir y lo dejás arriba del escritorio, ¡en lugar de hacerlo inmediatamente!

La gente que pospone para dentro de tres horas o para el otro día, es gente que va a fracasar, porque si querés que te contraten los mejores, tenés que tener velocidad.

Tenés que entrar en la ley del fluir, que dice que “cuanto más rápido me muevo, más energía tengo.” Fijate que la gente que más y más hace, más energizada está; en cambio, a la gente que menos hace la ves vencida, ¿por qué? Porque el depresivo no se puede mover porque no hace nada, por eso está vencido. Y ves gente que hace, hace y hace y te preguntás: “¿Cómo hace esa persona?” Es porque entró en la ley del fluir.

Hay una técnica que se llama “check list” que consiste en trabajar siempre con una hoja de papel donde vas a anotar todo lo que vas a hacer. Supongamos que ponés cosas para hacer mañana y anotás todas las ideas allí. Entonces, luego de que anotaste veinte o treinta cosas que tenés que hacer, te vas a sentar con ese papel. Primero vas a descubrir la cantidad de ideas que te vienen de cosas para hacer. Segundo, lo tenés escrito, o sea que ya no tenés que preocuparte de que no se te olvide. Tercero, cuando tenés anotadas todas las cosas que tenés para hacer, debés priorizar cuál es la primera, cuál segunda, cuál tercera, etc.

Esto me lo enseñó un empresario que tiene quince mil personas a su cargo. Él me dijo: “Yo trabajo así: tomo un papel, anoto todo lo que tengo que hacer y después me siento a priorizar. Pero yo necesito anotar si tengo que mandar una carta, tengo que hacer este llamado, tengo que hacer esta cosa o tengo que ir a tal lugar.” Y esta es una técnica americana que deberíamos implementar, porque tenemos una mente falible.

La mente latina dice: “Dios dirá, que sea lo que Dios quiera.” Cuando les preguntan: “¿Qué querés lograr en la vida?,” contestan: “Amor”, “¿Y qué metas tenés?,” dicen: “Paz, pan y trabajo,” o sea, todas cosas abstractas. O lo que es peor, les preguntás: “¿Qué querés lograr en la vida?” y te dicen: “Lo que Dios quiera…” y encima ponen carita de sonsos cuando te dicen semejante tontería.

Cuando te den una tarea, hacéla, y usá “la ley del extra”.

¿Cuál es la Diferencia entre algo Ordinario y algo Extraordinario? El EXTRA.

Cuando alguien te pida algo, si querés ganarte el corazón de esa persona, hacé un poquito más de lo que te pidió. Si te pidió una manzana, traele una manzana con un Mantecol. Si alguien te pidió algo, agregale un extra. Ese extra es la diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario.

Cuando tengas que hacer tareas, agrupá y hacé juntas todas las tareas iguales. O sea que si tenés que mandar diez cartas, sentáte y mandá las diez cartas juntas. Si tenés que hacer un llamado, no hagas un llamado y después te pongas a ver televisión, o a hablar con un compañero. Si tenés que hacer un llamado, agrupá todos los que tengas para hacer y hacelo de corrido.

O sea que las tareas similares tenés que agruparlas y hacerlas todas juntas y entrar siempre en la ley del fluir. Cuando entraste en la ley del fluir nadie te tiene que molestar, porque en esas 2, 3 o 4 horas vas a lograr lo que no lograste en una semana. Cuando alguien te pida algo, hacelo rápido. Quizás hay alguien que te está mirando que tal vez necesite contratar a un jefe como vos, y no lo sabés; y ése que te está mirando puede abrirte la puerta de los sueños que tenés en tu corazón.

Extracto del libro “16 Actitudes Para Fracasar”

Por Bernardo Stamateas


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