¿POR QUÉ LOS PAPÁS ACTÚAN TAN RARO?
Imagina que te regalan un perrito en tu cumpleaños. Te preocupas por él, lo cuidas todo el tiempo y te aterrorizas cuando no lo encuentras. Siempre estás preocupándote por esa pequeña bola de pelo y diciendo cosas como:
- «¿Dónde has estado?»
- «¿Adónde vas?»
- «¡Ten cuidado!»
- «¡No hagas eso!»
¡Lo adoras! Te preocupas por lo que come. Te preocupas cuando se enferma. Quieres protegerlo. Tratas de enseñarle cosas que él no quiere aprender. Mientras tanto, el perrito piensa: «¡Estoy con un maniático controlador!».
¿Has notado que tus papás te tratan del mismo modo en que tú tratas al perrito? Siempre te están diciendo:
- «¿Dónde has estado?»
- «¿Adónde vas?»
- «¡Ten cuidado!»
- «¡No hagas eso!»
Se aterrorizan cuando no te encuentran. Se preocupan por lo que comes. Se preocupan cuando estás enfermo. Quieren protegerte. Tratan de enseñarte cosas —que tú no quieres aprender. Mientras tanto, tú piensas: «¡Estoy con un par de maniáticos controladores!». Los papás pueden ser molestos, pero normalmente es porque les importas. Algunas veces es de ayuda pensar que actúan tan raro porque se preocupan por ti.
En pocas palabras: La próxima vez que tus papás te estén diciendo qué hacer, recuerda la historia del perrito. Tal vez los entiendas un poco más.
OTRA RAZÓN POR LA QUE LOS PAPÁS ACTÚAN TAN RARO…
¿Cuáles son las cosas de las que tienes que preocuparte principalmente? Tal vez la lista se reduzca a:
- Sacar buenas calificaciones.
- Tus amigos y tu novio o novia.
- Tus pasatiempos y deportes.
- Obtener suficiente dinero de tus papás.
Quizás esta lista te mantenga muy ocupado. Los papás también tienen cosas en qué preocuparse. Su lista —y son puras cosas aburridas— puede incluir:
- Conservar sus empleos.
- Llevar a la familia a clases de música, prácticas de futbol, ballet, etcétera.
- Pagar la mensualidad del auto, las reparaciones, el seguro, la gasolina.
- Pagar la mensualidad de la casa, las reparaciones y el seguro.
- Pagar gas, agua, teléfono, luz, televisión por cable.
- Cuidar a sus propios padres.
- Comprar muebles nuevos, computadoras, programas, impresoras.
- Pagar colegiaturas de toda la familia.
- Comprar ropa para toda la familia.
- Pagar el seguro médico de todos, el doctor, el hospital, el veterinario.
- Comprar regalos de Navidad o de cumpleaños para unas cuantas docenas de familiares y amigos cada año.
- Alimentarte a ti, a tus hermanos y hermanas y al perro.
- (Podríamos agregar otras cien cosas a esta lista).
La situación es ésta: papá está sentado en su estudio pensando en su lista. Se está preguntando cómo va a pagar la deuda de $10,000 pesos de la tarjeta Visa y la de $15,000 de la tarjeta Mastercard. Tú entras a la habitación y dices: «Papá, ¿me puedes comprar una nueva bicicleta mountain bike?» (Una simple pregunta). ¡Papá se vuelve loco! Su cara se pone roja y echa espuma por la boca. Te grita: «¿Crees que estoy hecho de dinero? ¿Qué tiene de malo tu bicicleta? ¡Yo nunca tuve una bicicleta!». Azorado, te vas dando tumbos a la cocina huyendo del ataque mientras te preguntas: «¿Por qué se pone como loco?»
Recuerda la «lista de los papás» y tal vez comprendas. ¡Los papás tienen muchas cosas por qué preocuparse! ¡Por eso actúan tan raro!
En pocas palabras: Nadie es perfecto. ¿Por qué esperar que nuestros papás lo sean? Y si alguna vez te preguntas «¿Por qué mis papás son tan aburridos?», ¡cumplir con esta lista es lo que los hace aburridos!
DI «¡GRACIAS!»
Los papás pueden ser irracionales, exigentes, difíciles de complacer y anticuados. Tal vez pienses que es complicado tener una buena relación con ellos. Pero en caso de que quieras intentar mejorar las cosas, recuerda esto: Más que ninguna otra cosa, los papás quieren oír a sus hijos decir «gracias». Puedes argumentar que tus papás decidieron tenerte y que por lo tanto es su responsabilidad alimentarte, pagar las cuentas y hacer todo lo que los papás hacen. Cierto o no, la mayoría de los papás sienten frustración y enojo cuando sus hijos adolescentes reciben todo y rara vez dicen «gracias».
Durante los últimos diez mil años los papás se han preguntado: «¿Por qué mis hijos serán tan desagradecidos? ¡Si tan sólo dijeran ‘gracias’!». Papás con hijos de 30 años me dicen: «Siempre estoy ayudando a mis hijos. Les doy dinero, les cocino y cuido a mis nietos, y parece que es mi obligación hacerlo. Nunca dicen ‘gracias’».
¿Cómo puedes volver locos a tus papás? La próxima vez que tu papá te lleve al entrenamiento de baloncesto, dile: «Gracias, papá. Sé que estás muy ocupado y que tienes muchas otras cosas que hacer». A él le encantará oírlo. Quedará sorprendido y se dirá a sí mismo: «¡Valió la pena el esfuerzo!».
Cuando tu mamá, tu papá, tu madrastra o tu padrastro te preparen una rica comida, diles: «Estuvo delicioso. Gracias». Por supuesto, puedes argumentar que es su obligación atenderte. También puedes decir que ellos deberían empezar por agradecerte a ti antes que tú a ellos. Pero ahora ya sabes cómo piensan.
En pocas palabras: Si quieres acercarte a tus papás intenta con unos cuantos «gracias», y diles por qué valoras lo que hacen. Les alegrarás el día.
Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz
Por Andrew Matthews