¿Te gustan los kebabs? A mi sí.

El primer kebab de la historia lo encontramos en el libro del Éxodo, para eso volvemos con nuestros viejos conocidos, los israelitas, cuando se encontraban esclavizados:

“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fi esta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis”. (Éxodo 12:1-14).

Dios es un Dios que salva. La primera vez que se dio a conocer a todo un pueblo fue a los israelitas en Egipto. Estaban siendo explotados por un sistema totalitario donde el faraón era el dios. Había abusos de todo tipo, incluso llegaron a querer asesinar a los niños recién nacidos para que el pueblo no creciera. Pero el Dios verdadero escuchó el clamor de su pueblo y envió a Moisés para decirles que “Yo Soy” les iba a salvar.

Y hubo plagas. Diez en total. Dios usó su poder para rescatar a los israelitas. Hizo todo lo que estuvo en su mano. Los israelitas solo observaban cómo Dios les estaba salvando. Ellos no tenían que hacer nada, Dios los estaba salvando por gracia. Pero el faraón, en vez de reconocer sus errores, se endurecía cada vez más, sus ojos estaban cegados y su corazón no quería entender. Puedes leer esto en Éxodo 5-11.

La última noche, la última plaga, sería la de los primogénitos.

Aquella noche morirían todos los primogénitos que habitaban Egipto, tanto de personas como de animales. Y aquella destrucción llegaría a tu casa a menos que preparases una cena especial, y que manchases la puerta de entrada. Algo que la señora de la limpieza podría echarte en cara después.

Aquí los israelitas sí tenían que creer y actuar como parte de lo que Dios iba a hacer. Pero no era un gran esfuerzo, simplemente tenían que cenar, cenar juntos, para recibir la salvación de Jehová.

Fijémonos en esa cena. Ingredientes:

  • Cordero.
  • Pan ácimo. (Sin levadura)   
  • Hierbas amargas.

Un Kebab en toda regla. En familia. Algo sencillo de preparar, algo para todos. Y en el centro de la mesa el cordero que aquel día sufrió para salvarles la vida, salvarles de la tristeza de quedarse sin hijos, salvarles de la opresión de un sistema que les esclavizaba. ¿Te suena? Algo cantamos en alguna canción Y así Dios los salvó.

Al día siguiente, salieron hacia un nuevo futuro. Y simplemente habían creído en el Dios Salvador. Así se instituyó la Fiesta de la Pascua, una verdadera celebración recordando que es Dios el que rescata. Aquel pueblo se inauguró con lo que Dios hizo, y luego hicieron un pacto con Él para comportarse como el pueblo que Dios había escogido. Pero no tenían que hacer nada para ganarse el favor de Dios. Ya Dios les había hecho el favor, y ahora ellos iban a vivir en consecuencia. La aventura había comenzado. Y aunque pronto se olvidaron de lo que Dios hizo por ellos, creando dioses de menú, negándole o intentando ganarse una salvación que ya tenían, la realidad era que Dios había tomado la iniciativa con un pueblo, para rescatarles. Mientras todos cenaban en la casa, afuera la muerte rondaba. Sólo aquellos que creían que podían ser libres, sólo aquellos que reconocían que el sistema en el que vivían no estaba bien y que debía cambiar, sólo aquellos que sabían que no podían cambiarlo por sus propias fuerzas y ponían su confianza en Dios, ellos, se salvaron. Sólo aquellos que veían que había una vida más allá de Egipto. Pusieron su fe en Dios y prepararon la cena, una cena con cordero, pan, un kebab, sencilla, sin grandes atractivos, pero una cena DE DIOS. Que, por cierto, ordenó algo un poco raro: La sangre del cordero tenía que ser rociada en los dinteles de la puerta. Y así serían librados de la plaga de la muerte.

Nuestro mundo de hoy no es tan diferente al de entonces. Hoy mucha gente vive como los esclavos en Egipto. Atados a formas de trabajo esclavista, injusticias con los más débiles, vivir sin sentido solo para trabajar, un sistema que nos ata y que está llenando nuestro mundo de plagas, crisis… Pero si clamamos a Dios como aquéllos, quizás podamos salvarnos. (Jeremías 33:3).

Allí en Egipto, familias enteras que, por arrepentirse de su estilo de vida, por querer cambiar su forma de vivir, se sentaron a cenar juntos conforme Dios les dijo, confiando en Él, y se salvaron del mayor temor del ser humano. La muerte.

Mientras tanto, en los postes, el vertical y el horizontal, la Sangre del Cordero.

POSTRES

  • ¿Qué representaría Egipto para ti hoy?
  • ¿Por qué crees que Dios quería salvarles de aquella manera en la plaga de los primogénitos?
  • ¿Por qué Dios salvó a su pueblo en aquella ocasión? ¿Qué hizo Dios? 
  •  ¿Qué hizo el pueblo?

Extracto del libro Igleburger

Por Alex Sampedro

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