#5. “TODO LO MALO QUE OCURRE ES GUERRA ESPIRITUAL”.

Las jóvenes de nuestros grupos de enfoque expresaron esta mentira de diferentes maneras.

“Yo creo que las cosas malas suceden cuando Satanás pone a prueba a Dios. Él es real porque cuando pasan cosas malas lo que sucede es que Dios y Satanás pelean entre sí”.

Es verdad que se libra una batalla contra Satanás y sus fuerzas del mal. La Biblia dice con claridad que nosotros estamos en medio de ese combate espiritual: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Ef. 6:12).

FILTRAR EL MUNDO

Si no tienes un programa que filtre o te obligue a rendir cuentas de lo que haces en tu computadora, simplemente estás invitando a las influencias sexuales, satánicas y mundanas. Revisa tu programa de navegación de Internet. Muchos cuentan con su propio sistema de filtración. Te sugerimos que instales un filtro adicional. Uno de nuestros favoritos es un programa llamado Covenant Eyes. Puedes informarte al respecto en www.covenanteyes.com.

1. A veces, las cosas malas que nos pasan son un ataque directo de Satanás. En ocasiones, las dos hemos experimentado pensamientos muy aterradores, tentaciones muy fuertes, o la sensación paralizante de incapacidad cuando nos disponíamos a ministrar a otros.

Creemos que estos ataques pueden venir de Satanás. En esos momentos, lo indicado es pedirle a Dios: “líbranos del mal” (Mt.6:13). Sin embargo, no todas las cosas malas que nos ocurren son ataques directos e inmerecidos de parte de Satanás y sus secuaces. Satanás no es el único enemigo de nuestra alma.

2. Muchas de las cosas malas que te suceden son el resultado de tus propias decisiones. Uno de los mayores adversarios de tu crecimiento cristiano eres tú misma. Es lo que muchas veces el Nuevo Testamento llama la “carne” (ver Ro. 7:25; Gál.5:16; 1 P.2:11). Por ejemplo, cuando llegas a tu primer día de universidad, muchas compañías de crédito te darán la bienvenida. Todas te darán regalos “gratis” con la condición de que te afilies a su tarjeta de crédito.

Puede que estés tentada por una manta de la universidad para llevar a los partidos, un mes de pizza gratis, y la tarjeta de regalo con valor de 25 dólares para descargar música de iTunes. ¡No caigas en la trampa! Si lo haces, al final de tu vida universitaria lo más probable es que hayas acumulado una deuda por el uso de la tarjeta de crédito que oscila entre los 3.000 y los 7.000 dólares).

Si usas tarjetas de crédito para comprar cosas que exceden tu presupuesto, tarde o temprano terminarás en cautiverio económico. Cuando te sientes desalentada porque no puedes pagar tus cuentas, no es porque te ha atacado Satanás, sino porque has tomado decisiones carentes de sabiduría. Has sido tu propio enemigo.

3. A veces suceden cosas malas por la influencia del mundo caído en el que vivimos. El Nuevo Testamento usa la palabra griega kosmos para referirse al “orden” o “sistema de cultura organizada aparte de Dios” (Jn.15:18-19; 1 Co. 1:18-24). Este “kosmos” apela a nuestros deseos y ojos, y alimenta nuestro orgullo. Dicho sistema mundano ha sido y es siempre el mismo feroz enemigo.

Por ejemplo, para la mayoría de personas de la generación de nuestros abuelos la pornografía no era un asunto serio. Para encontrarla, tenían que ir a lugares de entretenimiento inmoral. Hoy día es un gran problema porque está en todas partes. Es casi imposible conducir por una ciudad sin ser bombardeado por imágenes sexuales en las vallas publicitarias. Cuando navegamos por la Internet para comprar algo tan inofensivo como un collar de perlas, sin querer podemos hallarnos frente a imágenes sucias si no tenemos un filtro instalado. De acuerdo con un estudio, el 90% de personas entre los 8 y los 16 años han visto pornografía en la Internet, la mayoría de ellas mientras realizaban sus deberes escolares.

Si eso te ha sucedido, es muy probable que no lo hayas buscado. Sin embargo, eso tampoco significa que Satanás haya planeado un ataque específico contra tu vida. Eso significa que en ocasiones harás frente a cosas pecaminosas simplemente porque vives en un mundo caído.

Cuando enfrentamos tiempos difíciles, no debemos dar por hecho que el causante es Satanás. La Biblia dice con claridad que nuestra batalla por la santidad se libra en tres frentes. Luchamos contra Satanás, pero también contra nuestra carne y contra el mundo. No podemos pasar por alto ninguna de las tres. De hecho, con frecuencia se entrelazan, y en algún sentido Satanás está involucrado en todas ellas. Pero cuando te suceden cosas malas no puedes simplemente gritar “guerra espiritual” como si estuvieras exenta de responsabilidad.

Y aunque él sea la fuente de tus problemas, tú tienes tu parte de responsabilidad. Si padeces alguna opresión o influencia demoniaca, Dios te ha dado por medio de Cristo y de la cruz todo lo que necesitas para ser libre. Por eso el arrepentimiento, la confesión, y la aceptación de la verdad bíblica son tan importantes. Aunque Job sufrió un ataque feroz de Satanás, no pecó. Esa debe ser nuestra meta. Por cierto, hablemos un poco de la responsabilidad personal.

VERDADES PARA EXTINGUIR MENTIRAS

Mentira: Todo lo malo que ocurre es guerra espiritual.

Verdad:

  • Algunas de las cosas malas que enfrentamos son batallas contra las fuerzas del mal (Ef.6:12).
  • A veces las cosas malas que enfrentamos son el resultado de nuestras propias elecciones (Ro.7:25, Gál.5:16-18, 1º P.2:11).
  • A veces las cosas malas que enfrentamos son el producto del mundo caído en el que vivimos (Jn.15:18-19, 1ºCo.1:18-24, 1ºJn.2:15-17).
  • Cualquiera que sea la fuente de nuestras dificultades, siempre somos responsables de nuestras propias decisiones y acciones (Ro.14:10-12).

Extracto del libro “Mentiras Que Las Jóvenes Creen”

Por Nancy Leigh DeMoss y Dannah Gresh

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