SEGUNDO FILTRO

Esto, ¿me edifica? ¿Es lo mejor para mí?

Es necesario distinguir entre lo bueno y lo malo, pero no es suficiente. Dios quiere algo mejor para nosotros. Él quiere no sólo que reconozcamos lo que nos hace mal, sino que aprendamos a discernir entre lo bueno y lo mejor para nosotros. Una vez que Jesucristo nos hace hijos de Dios, dejamos de ser esclavos del pecado. Ahora somos libres y tenemos el Espíritu de Dios en nosotros para ayudamos a reconocer, no sólo lo bueno, sino lo mejor.

No alcanza con que sepas que algo es bueno y lo hagas; como cristiano fuiste llamado a hacer lo mejor, y a veces aun lo bueno es enemigo de lo mejor. Por eso necesitas el segundo filtro, el filtro de la excelencia. No te conformes con decir: ‘¿Qué hay de malo en esto?’

Pablo nos recomienda un filtro más fino: Todo me es lícito, pero no todo edifica. 1 Corintios 10.23b

Un adolescente me dijo en una oportunidad: «Pastor, estoy harto de que mi vieja me diga que pierdo todo el día con la porquería de la televisión. No hay nada de malo en lo que veo porque lo único que miro es el canal de deportes. El deporte es bueno, ¿verdad?»

Como te das cuenta, la pregunta que hizo no es la adecuada. Este chico debería preguntarse: Esto, ¿me edifica? Invertir horas y horas en esto, ¿es lo mejor que puedo hacer o habrá algo mejor?

Ya que le gusta el deporte, en lugar de pasar horas mirando deportes por televisión podría dedicar una parte de ese tiempo a practicar deporte. ¿No sería mejor? Además, hay otras cosas buenas a las cuales dedicar el tiempo: estudiar, trabajar, compartir con la familia y los amigos, servir al Señor. No sólo somos llamados a dejar lo malo; ni siquiera solamente a hacer lo bueno, sino lo mejor. ¿Es lo mejor para mí?

Más aun, en el versículo siguiente Pablo continúa diciendo: Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10.24

Por eso debemos preguntarnos: ¿Es esto lo mejor o me estoy conformando con ser mediocre y egoísta?

Revisa tus actividades y aplica los dos filtros:

  • En primer lugar, ¿me conviene esta propuesta, esta amistad, este hábito? ¿Me hace bien?
  • En segundo lugar, ¿me edifica? ¿Es lo mejor?

Extracto del libro ¿Bailamos?

Por Carlos Mraida

2 COMENTARIOS

Responder a Edgardo Cancelar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí