La sociedad moderna enseña que hay que vivir el presente y que decidir sobre la verdad, el sexo, el amor, la familia, la religión o cualquier otra circunstancia de nuestras vidas es una cuestión personal y no existen normas ni principios a seguir. Muchas personas adoptan esta filosofía moderna para sus vidas, que se denomina “relativismo” y sostiene que la verdad y la moral no son universales ni absolutas, sino que dependen de lo que cada persona cree en determinado momento. Todo es relativo.

Si miramos alrededor de nosotros vemos que esta forma de pensar, en la que no hay límites claros acerca de lo correcto y lo incorrecto, destruyó familias, hizo que muchas personas sufrieran daños psicológicos, soledad, depresión, miedos y; que hayan aumentado los embarazos en adolescentes, el consumo de drogas, la homosexualidad, los abusos, la violencia, el suicidio, etc. Esta filosofía moderna trajo graves consecuencias.

Todos queremos ser felices, tomar decisiones correctas, formar una buena familia y tener un buen futuro asegurado. La clave está en elegir el camino correcto, con principios firmes y claros. Algunos conceptos básicos que pueden ayudarte a tomar el camino correcto:

1. Verdad Relativa.

Significa que cada uno decide lo que está bien y lo que está mal. La sociedad moderna propone “vos tenés tu verdad y yo tengo la mía”, donde cada uno hace lo que quiere.

  • Es una cuestión de opinión y depende de las circunstancias.
  • Carece de normas objetivas y principios claros aplicables a todas las personas.
  • Lleva al caos porque no hay un parámetro y un acuerdo universal.
  • Ofrece aparentes beneficios inmediatos.
  • Apunta a centrarse únicamente en las necesidades personales y promueve la mentalidad de vivir sólo por impulsos.

Vivir de acuerdo a este tipo de verdad es vivir como cada uno quiere y como cada uno lo siente.

2. Verdad Absoluta.

  • Es una norma objetiva, universal y absoluta que está fuera de nosotros.
  • Ayuda a distinguir lo auténticamente bueno y lo auténticamente malo.
  • Es constante, no cambia con las épocas, ni con las modas, ni con las circunstancias.
  • Existe, no es algo ficticio e inalcanzable.

Vivir de acuerdo a este tipo de verdad trae muchos beneficios a largo plazo.

Esta norma objetiva que establece un patrón universal acerca de lo bueno y lo malo no es producto de la mente humana, sino de una mente superior. Esta norma es perfecta y nos provee principios eficaces que nos ayudarán a vivir.

Dios es la fuente de toda verdad. El apóstol Pablo, que amaba a Dios y reconocía su autoridad y sabiduría para determinar lo que era bueno y lo que era malo, se expresó así: Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo (2 Corintios 10.3).

Extracto del libro “Si Te Gusta ¡Hacelo! ¿Podés Vivir Así?

Por Sociedad Bíblica Argentina

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