Sabed que el reino de Dios se ha acercado a vosotros (Lucas 10.11). Dios esta super interesado en todo lo que nos sucede. Con su larga vista de eternidad y su conocimiento más preciso que el acumulado por el microchip más avanzado, Dios te mira constantemente, interesado en bendecirte.
Quizás pienses que el hecho de que Dios esté tan, tan cerca y que pueda verte a cada momento no es una buena noticia. Cuando yo era adolescente me imaginaba unos ojos grandes y enojados que estaban fijos en mí y me seguían por todos lados. Tenía la idea de que Dios era un anciano cascarrabias que no tenía otra cosa que hacer que andar controlando quién se portaba mal. Me imaginaba a un gran aguafiestas agazapado atrás de una nube intentando poner obstáculos a cualquier deseo mío de buena diversión. ¡Una de las grandes noticias que tengo para darte es que eso es un gran error! Dios es el ser más espectacular del universo. La Biblia declara que la naturaleza de Dios es el amor (1 Juan 4.8). Eso quiere decir que no hay nada que Dios haga o deje de hacer que no esté fundado en el amor. Si Dios fuera materia, el amor sería su mismísima composición química. Por eso, cuando Dios dice que debemos hacer algo, lo más inteligente es hacerle caso. Y cuando Dios dice que ‘no’, llevarle la contra es lo más tonto y descerebrado que se nos puede ocurrir hacer.
ALGUIEN ESPECIAL TE AMA
Por ejemplo, hablemos de tu salvación. Entender la salvación que Dios nos ofrece es fundamental para comprender cómo es Dios y cuál es el plan que él tiene para tu vida. Es tan grande el amor del Rey del universo que, si tú hubieras sido la única persona que necesitaba que Cristo muriera en la cruz del calvario para salvarte, Dios hubiera enviado a su Hijo a morir por ti. Sí, leíste bien. Si ningún conocido tuyo o nadie de los que poblaron la tierra a lo largo de los siglos hubiera necesitado el sacrificio de Cristo, y tú hubieras sido la única persona que necesitaba la muerte del Salvador, él lo hubieran hecho sólo por ti. ¿Te parece muy fuerte? ¿Te suena muy loco? Jesús dijo que el Padre no quiere que ni uno de los que le pertenecen se pierda (Mateo 18.14, Juan 6.39).
CÓMO SE COMPORTA ALGUIEN ESPECIAL
Tú eres la única persona que piensa con tu mente y siente con tu corazón. Como administradores de la vida que Dios nos dio, cada uno de nosotros es el responsable de crear su futuro. Nadie puede cambiar tu mundo sin tu ayuda. Tú debes darle al mundo tu única y especial fragancia, esa que nadie más puede dar. Y la mejor noticia: ¡Dios está muy cerca y es de tu equipo! Te hizo y quiso salvarte. Para él, tú eres alguien especial.
Cuando estaba en la escuela secundaria yo no me creía para nada especial. Tenía problemas con mi nariz, con mis orejas, con mi estatura y hasta con mi cola. Yo pensaba que todos estos elementos en mi cuerpo tenían un serio problema de proporciones respecto al resto. Además, la situación económica de mi familia no era como la de mis compañeros. Yo me sentía como un error del universo. Para compensarlo, sentía que debía hacer todo lo que estuviera a mi alcance para ganar el favor y el buen trato de las personas. Sobre todo, de mis amigos, y ni hablar de la chica de turno que me gustara. Hacía todo lo estuviera a mi alcance, sin pensarlo demasiado, para lograr que estas personas pensaran que yo era alguien especial.
Si tuviera que contarte la cantidad de estupideces que hice en esa época necesitaría varios libros. Aunque por fuera trataba de mostrarme seguro y convincente, por dentro era un sube y baja de emociones cruzadas. No soy el único que pasó por esos sentimientos y esas luchas. He hablado con cantidades industriales de adolescentes que se han sentido así y han actuado igual que yo.
La Biblia nos da una buena noticia: todos somos especiales. El amor tan grande que Dios tiene hacia nosotros y el amor que llevó a Cristo a morir en la cruz para salvarnos, nos hace especiales. ¡Nada menos que el Creador y dueño del universo se interesa por nosotros! Más allá de lo que digan los demás, es hora de que nos demos cuenta de que somos especiales. Saberlo hace que actuemos diferente y que nos libremos de la necesidad de aparentar.
Piensa en lo siguiente: una persona que sabe que es especial no se rinde cuando algún sueño se le viene abajo. Sabe que los sueños caídos son como los limones caídos del limonero. Uno puede pisarlos o hacer con ellos una limonada. Todo es cuestión de enfoque. Alguien que Sabe reconocer que Dios lo ama y tiene un plan especial para él o para ella, sabe que no hace falta una voz fuerte para que lo escuchen. Sabe que no hace falta decir lo que dicen los demás. Puede ser un rebelde de Dios, un diferente.
Tener la confianza de que Dios nos considera especiales y nos ama de una manera extraordinaria nos permite vivir de otra manera: podemos hablar con sinceridad, desde el corazón, y comunicarnos con el corazón de los demás.
Deja de moverte en un mundo superficial, y sumérgete en las necesidades de otros a tu alrededor. Cuando lo hagas seguirás descubriendo todo lo especial que Dios quiere hacer con tu vida. Hay muchas personas que nunca sentirán el abrazo de Dios a menos que encuentren tus brazos. Hay personas que nunca verán los ojos de Dios a menos que encuentren misericordia en los tuyos.
Uno de mis jóvenes, llamado Henry, una vez nos dijo a mi esposa y a mí: ‘Yo he aprendido muchas cosas de ustedes, pero algo que siempre me emociona es que ustedes me hacen sentir especial para Dios y eso hace que yo me sienta mejor, y sin dudas ha hecho que me vaya mejor.’ Hay mucha verdad en lo que decía Henry. Una vez que comprendemos lo especiales que somos para Dios, tenemos más confianza respecto a nuestro futuro; eso nos ayuda a tomar decisiones más sabias y, en consecuencia, ¡nos va mejor!
Dios te hizo único, te hizo especial. No hay por qué dudarlo: eres tan especial que tienes la posibilidad de representar al Padre de todos los seres vivientes de una manera que nadie más en el mundo puede. Una manera y una forma que sólo tú tienes.
Extracto del libro Rebeldes Con Causa
Por Lucas Leys
