¿CUÁLES SON ALGUNAS PAUTAS, NORMAS O REGLAS PARA PEDIR PRESTADO?

El pedir prestado es otra de las formas más comunes de endeudarnos. Aquí te comparto algunos principios para ayudarte con este tema:

A. El pedir prestado no es un «pecado»: si fuera pecado, Dios nunca le hubiese permitido al pueblo de Israel el prestarse los unos a los otros. Cuando él era Ministro de Economía de su pueblo, les dio permiso para que se prestaran mutuamente, aunque al mismo tiempo, les dio claros lineamientos sobre el tema. (Ver como ejemplo: Éxodo 22.25, Levítico 25.35-37, y Salmos 37.21)

B. Lo que sí es cierto es que través del tiempo, las culturas y la Palabra de Dios, siempre han asociado las deudas con una idea negativa y no recomendable. Por regla general, mientras debes dinero a alguien, te conviertes en su esclavo, ya sea que se trate de una persona o de una institución. Siempre es mejor estar en la posición de dar que de recibir. El que pide prestado está generando una dinámica muy peligrosa en la que, si no es cauteloso y disciplinado en devolver lo que debe, puede permanecer en esta situación por años, terminar pagando hasta diez veces lo que tomó prestado, y haberse privado él y los suyos de muchos beneficios que le hubiera otorgado el haber estado en control de sus finanzas.

Obviamente en la Biblia no está prohibido pedir prestado, pero se presenta como algo indeseable y que uno debería hacer solo en casos extremos, no como en nuestros días, en los que el crédito se ha convertido en un integrante más de nuestra planificación financiera.

1. El pedir prestado debe ser un compromiso a corto plazo. Y esto no es así con los bancos de hoy en día. Muchos bancos y compañías de crédito (especialmente en Estados Unidos y Puerto Rico) están prestando dinero a gente que jamás debería recibir un préstamo. Los prestamistas están flexibilizando las reglas para prestar dinero porque para ellos el negocio es tener a la gente pagando intereses y no pagando sus deudas. Es por eso que la gente hoy en día se está endeudando cada vez a más largo plazo. En Chicago, por ejemplo, me he encontrado con hipotecas de hasta 40 años, y en Japón ahora las hipotecas se hacen ¡hasta por dos generaciones! Nosotros, entonces, deberíamos tratar de pagar nuestras deudas lo antes posible.

2. Lo que se pide prestado se debe devolver: lo que se pide, se paga. Si tú te comprometiste con alguien a pagarle algún dinero, tú diste tu palabra, no importa que hayas firmado un papel o no. Tu palabra representa tu honor, tu carácter, tu «ser». Esa es la razón por la que el concepto de la quiebra sin restitución del capital no debería existir en nuestras mentes. Solo en un caso extremo (y como último recurso), es justo usar un recurso legal de amparo como lo es la bancarrota para protegerse del asedio de acreedores agresivos. Sin embargo, creo que es inmoral la transferencia de bienes para evitar pagar deudas, y que cada una de las deudas adquiridas, eventualmente se deberían pagar… aunque nos tome el resto de la vida hacerlo. No importa lo que diga la ley de tu país. La moral y la Biblia dicen que nuestro «sí» debe ser «sí» y nuestro «no», debe ser «no» (Mateo 5.37) y que es mejor no hacer una promesa, que hacerla y no cumplirla (Eclesiastés 5.5)

3. Solo deberíamos pedir prestado bajo el principio del compromiso garantizado: el principio del compromiso garantizado (PCG) dice que «uno no debe hacer un compromiso económico a menos que tenga la certeza absoluta de que lo puede pagar». El problema con las deudas no se encuentra en si adquirirlas o no, se encuentra en la manera en la que lo hacemos, en los compromisos que asumimos. A veces, somos casi suicidas por la forma en la que estructuramos nuestros préstamos… Cuando uno entra en una deuda, lo primero que se debe preguntar es: «¿Cómo puedo salir?». La primera cosa que uno debe hacer al tomar una deuda es «dibujarse» una salida. Por ejemplo, cuando tomamos un préstamo, cualquiera sea el motivo por el que lo hacemos, lo primero que debemos pensar es: «¿Cómo salgo de esto en caso de emergencia?». Debemos manejar nuestras finanzas de la misma manera en la que deberíamos manejar nuestro automóvil: siempre pensando hacia dónde maniobrar en caso de accidente.

4. Nunca deberíamos caer en la presunción del futuro: la regla de presunción del futuro dice que uno «nunca debería hacer un compromiso presente basado solamente en ganancias futuras». Esta regla ya la vimos anteriormente, pero la coloco aquí porque es un concepto muy importante que se debe tener en cuenta antes de tomar un compromiso económico.

El futuro no nos pertenece y, por lo tanto, cada vez que tomamos un compromiso económico debemos hacerlo invirtiendo una mezcla de ganancias pasadas (colocando un anticipo, o enganche suficientemente grande), y asegurándonos de que siempre podemos salir, de una manera u otra, del compromiso adquirido sin quedar atrapados en una deuda.

FINALMENTE, ¿QUÉ HACER SI YA ESTÁS METIDO EN DEUDAS?

¡No pierdas la esperanza! Si estás metido en deudas, puedes ser libre. La mejor forma de hacerlo es organizar un plan de pagos, pagando la deuda más pequeña primero y asignando el pago de esa deuda a la siguiente cuando termines de pagarla. Eso se llama «efecto bola de nieve» y puedes ver cómo lo explico en este corto video llamado «Dr. Andrés Panasiuk – Plan Para Pagar Deudas»: culturafinanciera.org/finanzasinteligentes

Si lees un poco de inglés, puedes descargar de Internet algunas de las siguientes aplicaciones que utilizan al principio del «efecto bola de nieve» para reducir deudas. Con este mismo sistema, nosotros hemos ayudado a personas a salir de miles de dólares de deudas… ¡y de millones de dólares también! Una se llama «Debt Tracker» y lo produce una compañía llamada Blue Tags. La otra, «Debt Free» desarrollada por Mobile Innovations y la otra es «Debt Snowball +», de 30 South LLC. Para los que tienen un sistema Android, existe una app llamada «Debt Planner & Calculator» de Kicking Lettuce Studios, y otra llamada «Debt Payoff Planner» de Adonis Apps. Te aclaro que no tengo ninguna relación con estas empresas. Simplemente, después de mirar varias alternativas, estas son las que más me gustan. Lo importante en este tema, al igual que en la mayoría de los asuntos financieros, es que diseñes un plan y te comprometas a seguirlo. Ser libre o esclavo de las deudas depende de ti. Toma la decisión hoy, y comienza a trabajar para cumplirla.

ACTIVIDAD

  • ¿Cuál es, según el autor, la principal razón por la que la gente se mete en deudas?
  • ¿Cómo podemos prepararnos económicamente para las «situaciones inesperadas»?
  • ¿Por qué crees que las oficinas de mercadeo promueven la idea de «compre ahora y pague después»?
  • ¿Cuál es la ventaja de tener una tarjeta de débito en lugar de una tarjeta de crédito?
  • ¿Por qué el pagar todo en efectivo puede resultar incluso mejor que el usar una tarjeta de débito?
  • ¿En qué casos es útil tener una tarjeta de crédito?
  • ¿Qué porcentaje del balance de tu tarjeta de crédito te conviene pagar cada mes?
  • ¿Qué debes hacer si notas que no puedes manejar tu tarjeta de crédito y que las cosas se están saliendo del plan original que tenías para tu dinero?
  • ¿Cuál es el verdadero negocio de los prestamistas? ¿Por qué están flexibilizando cada vez más las reglas para prestar dinero, y buscan prestarle cada vez más dinero a cada vez más gente?
  • ¿Cómo se aplica al tema de las deudas el «principio del compromiso garantizado»?
  • ¿Cómo se aplica al tema de las deudas la «regla de presunción del futuro»?
    ¿En qué consiste y como se construye un plan para pagar deudas basado en el «efecto bola de nieve»?

Libres al fin. ¿Le debes dinero a alguien? ¿Tus tarjetas de crédito tienen deudas acumuladas? ¿Alguno de tus amigos tiene problemas con el dinero que debe a otras personas, al banco, o cosas por el estilo? ¡Ayúdense entre ustedes! Cada uno complete una copia de esta planilla con su situación personal, y luego diseñen juntos los planes de pagos que cada uno necesite para salir de sus deudas.

  • Mi nombre:
  • Análisis de mis deudas al día:
  • Motivo o nombre de la deuda (para qué usé el dinero)
  • A quién le debo (nombre y número de teléfono)
  • Cantidad que todavía debo
  • Cuota o pago mensual que me propongo hacer
  • Cantidad de meses restantes hasta completar el pago
  • Notas

El próximo paso es reunirse una vez por mes para controlar cómo va cada uno, ¡y darse ánimo mutuamente hasta que ambos sean libres! Entonces pueden salir a festejar con una cena… ¡pero por favor páguenla en efectivo!

Extracto del libro Finanzas Inteligentes Para Una Nueva Generación

Por Andrés Panasiuk

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí