¿POR QUÉ ESTUDIAR ÁLGEBRA?

Alguna vez te has preguntado: «¿Por qué necesito estudiar álgebra? ¡Yo quiero ser abogado!»; o: «¿A quién le importa Julio César? Yo quiero ser contador». Pero la escuela sirve para otras cosas aparte de aprender ciertos hechos. Sirve para:

Descubrir lo que te interesa. Cuando estudias una amplia variedad de cosas, por ejemplo piezas geológicas, física, computación, matemáticas, idiomas, etc., puedes descubrir qué te gusta y qué no te gusta. Eso es muy útil más tarde en tu vida. (Suena lógico ¿no?)

Aprender a hacer las cosas. Tal vez odies las matemáticas, pero la misma lógica que utilizas para resolver ecuaciones y problemas de geometría la utilizas para resolver otros problemas de tu vida. De lo que se trata es de agudizar y preparar tu cerebro. (Así como un velocista hace pesas para preparar su cuerpo, tú levantas «pesas mentales» para entrenar tu mente).

Obtener confianza. Puedes aprender inglés en la escuela y no necesitar nunca de él, pero te demuestras a ti mismo que puedes aprender un idioma. Entonces un día te ofrecen un empleo en Río de Janeiro y te dices: «Puedo hacer eso. ¡Casi pasé inglés! Puedo aprender algo de portugués».

SI TAN SÓLO LA ESCUELA FUERA MÁS FÁCIL (ENTONCES YO SERÍA FELIZ)

Puede que pienses: «Si la escuela no fuera tan difícil, ¡yo sería feliz!» No, no lo serías. Imagina que yo fuera tu maestro de matemáticas. Imagina que te digo: «Hoy vamos a hacer matemáticas para relajación. Te encantarán. Este es el problema de hoy. Tienes tres horas para resolverlo», y entonces escribiera en el pizarrón: 2 + 3 = X. Tú dirías: «¡Esto es un insulto! ¡Quiten a este tonto y pónganme algo realmente difícil!».

El desafío es lo que hace la vida emocionante. A donde quiera que volteemos vemos gente probándose a sí misma. Esta es la razón por la que jugamos Nintendo y todos esos juegos para computadora. Es difícil. Queremos probarnos a nosotros mismos y pasar al siguiente nivel. Esa es la razón por la que a la gente le gusta jugar golf. ¡El golf es dificilísimo! Está diseñado para volver loco a cualquiera.

¿Recuerdas lo feliz que estabas cuando aprendiste a amarrarte los cordones de los zapatos? ¿Recuerdas lo orgulloso que estabas el día que aprendiste a andar en bicicleta? ¡Y no has cambiado! Eres más feliz cuando estás resolviendo problemas. Ahí es donde se ve de qué madera estás hecho. Dejemos de pretender que queremos que nuestra vida sea fácil. Cuando las cosas se ponen demasiado fáciles nos aburrimos y renunciamos, y buscamos otro desafío.

¿POR QUÉ DEBO DAR LO MEJOR DE MÍ MISMO?

Eric Moussambani participó en el equipo de natación de Guinea Ecuatorial en las Olimpiadas de 2000. Él no ganó. Eric nunca había visto siquiera una piscina de 50 metros. En su país entrena en una pequeña piscina de hotel, y eso cuando no hay huéspedes. Los otros dos competidores de su categoría en 100 metros —originarios de Nigeria y de Tajikistán— fueron descalificados por salidas falsas, por lo que él nadó solo contra el reloj. También era la primera vez que Eric nadaba en una competencia de 100 metros, algo de lo que el público pronto se dio cuenta. Nadó con la cabeza fuera del agua y apenas pataleó. En el primer tramo se notaba que Eric estaba realizando un tremendo esfuerzo. ¡En el segundo casi se estaba ahogando! Pero él luchaba con todo lo que tenía. En el tramo final, los 17,500 espectadores empezaron a rugir, y con cada brazada el ruido se hacía más y más fuerte. A 20 metros del final Eric apenas se movía, pero la multitud estaba enardecida. Cuando finalmente tocó el borde, los vivas y vítores casi levantaban el techo del estadio. Su tiempo de 1 minuto 52 segundos fue casi un minuto mayor al de todos los demás competidores. ¿Pero a quién le importaba? Eric Moussambani había hecho su major esfuerzo. Cuando realizas un esfuerzo honesto, la gente te apoya.

UNO SE SIENTE MÁS FELIZ CUANDO REALIZA SU MEJOR ESFUERZO

¿Recuerdas cómo se siente caminar por la escuela los días en que has hecho toda tu tarea y la has hecho lo mejor que podías? ¿No sientes un poco más de entusiasmo por la escuela? ¿Por qué?

Porque uno se siente más feliz cuando da el 100%, ya se trate de una tarea o de un juego de baloncesto. Tus maestros te dirán «¡Échale ganas!», y tus papás probablemente te dirán «¡Échale ganas!» Algún día tu jefe te dirá «¡Échale ganas!» Pero uno no le echa ganas para satisfacer a los papás o a los maestros, ni para quitarse al jefe de encima.

La razón por la que lo haces es por ti. Si obtienes buenas calificaciones, eso es algo extra. Si otras personas lo notan, ¡maravilloso! Pero el motivo principal es cómo te sientes contigo mismo.

ALGUNAS VECES DAS LO MEJOR DE TI, PERO AUN ASÍ FRACASAS

Lo que duele no es fracasar. Lo que duele es sentir que no hiciste todo lo que podías. Incluso cuando das lo mejor de ti no hay garantía de que vas a tener éxito. Puedes dar lo mejor de ti y de todos modos ser criticado. Puedes dar lo mejor de ti y a pesar de ello recibir burlas. Pero cuando haces tu mejor esfuerzo, la recompensa es ese sentimiento que te dice: «hice todo lo que pude». Y si ya hiciste todo lo que podías… Hay un punto en que te dices a ti mismo «es suficiente». Si vas a presentar un examen o tienes una entrevista importante y te has preparado lo mejor que has podido, simplemente déjate ir. Entra al salón de examen o a la entrevista y dite: «He hecho todo lo que podía. Acepto lo que venga».

DISFRUTA TU TRABAJO

El año pasado vi un programa de televisión acerca de un hombre llamado P.C. Taylor. P.C. recoge basura. Él y su equipo limpian los túneles del metro de la ciudad de Nueva York (¡no los andenes, sino los tubos!). Pasa su vida en los túneles sucios, apestosos, infestados de ratas y repletos de basura por los que corre el tren. En el documental llevaron las cámaras bajo tierra. Es como estar en una cueva, pero no tan saludable. P.C. ha estado en este trabajo durante 25 años, matando ratas y arrastrando basura. El reportero preguntó a P.C.: «¿Y le gusta su trabajo?». «¿Gustarme?», contestó, «¡Me encanta! Hay gente desamparada que vive en esos túneles. Yo les ayudo a tener un mejor hogar. ¡Y mientras ayudo a los Desamparados pago a mis dos hijas la universidad!».

P.C. está orgulloso de su trabajo. También demuestra que es posible encontrar satisfacción laboral en un lugar de trabajo miserable. Sospecho que no es la basura ni las ratas lo que lo emociona; es su convicción de que está ayudando a hacer del mundo un mejor lugar. En otras palabras, es más fácil hacer un trabajo mezquino si te concentras en el porqué lo haces.

¡Yo pienso mucho en P.C.! Siempre que tengo un trabajo que no quiero hacer me imagino persiguiendo ratas y arrastrando basura. En pocas palabras: Lo importante no es el trabajo que realizas, sino tu actitud hacia él.

Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz

Por Andrew Matthews

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí