Esto es extremadamente importante. La mayoría de las personas utilizan su mente del modo equivocado, y luego se preguntan por qué obtienen malos resultados.

EJEMPLO: Hablar frente a la clase. Antes de una presentación muchos se dicen: «¡No te pongas nervioso! ¡No olvides tus líneas! ¡No te avergüences!». ¿Qué es lo que ocurre? ¡Que lo arruinan todo! ¡Incluso olvidan cómo se llaman! Luego se preguntan: «¿Por qué ocurrió esto si me dije: ‘no vayas a hacer una tontería’?»

Es por la manera en que trabaja nuestra mente. Hay un principio importante que opera aquí y que pocas veces se explica. Debes comprender esto: Como ya sabemos, tu mente trabaja con imágenes. Para hacer cualquier cosa necesitas una imagen. Para tocar tu nariz necesitas una imagen en la mente de tu dedo sobre tu nariz. Con esta imagen correcta tu mente subconsciente puede decir a los músculos que lo hagan.

Para dar una plática con seguridad necesitas una imagen en tu cabeza de ti dando una plática con seguridad antes de siquiera ponerte en pie. Sólo entonces tu mente puede ordenar a tu cuerpo que la actúe. El punto es: No puedes dar instrucciones a tu mente de que NO haga algo. Tu mente subconsciente debe tener una imagen de lo que quieres.

Cuando te dices a ti mismo: «¡No te pongas nervioso! ¡No tiembles!», ¿qué imágenes ocupan tu mente? Imágenes de ti temblando y tartamudeando. Estas imágenes se filtran en tu subconsciente y programan tus neuronas para hacer una presentación con temblores y tartamudeos. Así que tiemblas y tartamudeas. Es la ley de la mente. Es imposible obtener otro resultado.

Esto explica por qué la confianza es tan importante en cualquier cosa que hagas. Cuando sientes confianza tienes únicamente imágenes positivas en tu mente: de un buen discurso, de una entrevista de trabajo relajada, de una prueba de manejo exitosa o de un gran recital de piano.

Cuando tienes confianza no proyectas películas de desastres; proyectas películas de éxito, por lo que tienes éxito continuamente. No eres perfecto, pero siempre te das la mejor oportunidad posible.

¡Esta es la razón por la que el pensamiento de fe funciona! Las personas que piensan en fe tienen el hábito de imaginar lo que quieren, ¡no lo que temen! Y lo que piensas es lo que obtienes. En pocas palabras: Un cambio siempre requiere lucha. Piensa en fe.

TU MEMORIA

Tu memoria trabaja con imágenes, no con palabras. Vamos a probarla.

Lee esto: Un hombre está tratando de escapar de un perro. El perro tiene el faldón de la camisa del hombre en el hocico. El perro se ve enojado. El hombre está ligeramente divertido. El perro tiene cola blanca, una pata blanca y una oreja roja. La camisa es roja con rayas blancas. El hombre trata de avanzar parado en una pierna. (Puede tomarte quince segundos leer esto y procesar la información.)

Mira ahora la imagen de un perro mordiéndole la ropa a una persona. (Puede tomar un segundo mirar el dibujo y procesar la información.)

¡Adivina qué! Recordarás más después de ver la imagen durante un segundo que luego de leer las palabras durante quince segundos. ¡Tu memoria procesa y recuerda imágenes mejor que palabras! Cuando tienes que recordar cosas importantes, te será de ayuda dibujar, siempre que puedas, pequeños diagramas, mapas o bocetos. No importa si no sabes dibujar bien; cualquier cosa ayudará.

¡CUIDA LA MANERA EN QUE DESCRIBES TU MEMORIA!

¡Ten cuidado! Si dices a la gente que tu memoria es terrible, ésta empeorará. La ciencia nos dice que nunca olvidamos algo. Hechos y detalles sorprendentes de nuestro pasado están archivados, sólo que algunas veces nos es difícil recordarlos. Sabes a qué me refiero. ¿No te ha pasado que «olvidas» un número telefónico y lo recuerdas una semana después? ¿Qué significa esto? Que estuvo ahí todo el tiempo.

Si la información está ahí es mejor estimular a tu subconsciente para que la recuerde que darle el mensaje de que se ha ido para siempre. Usar palabras como «lo olvidé» sabotea tu memoria. La próxima vez que estés tratando de recordar algo, di: «se me escapa de momento», o «ya regresará». Cuando estimulas así a tu memoria, trabaja mucho mejor.

Y NUNCA digas a la gente que tienes una memoria terrible. Tu mente aceptará lo que le digas. Mientras más digas a todos tus amigos y a tu familia que tienes una memoria terrible, peor será.

En pocas palabras: Tal vez en el pasado te hayas preguntado: «¿Por qué a mí me pasa todo lo malo y los demás se la pasan genial?» No es porque Dios haya decidido castigarte. ¡Puede ser porque tus programas subconscientes te estaban dando problemas! En ningún lugar está escrito que alguien deba ser un perdedor. Si tú has avanzado contra corriente hasta hoy, tienes ahora algunas estrategias sencillas para mejorar tu vida.

Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz

Por Andrew Matthews

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí