Y la paciencia produce prueba; y la prueba, esperanza (Romanos 5.4).

ENVEJECER ES OBLIGATORIO.

manera de impedir que al pasar los días se te vayan arrugando los ojos de a poquito. ¡Y dicen que la nariz y las orejas nunca dejan de crecer! No te deprimas por eso, la realidad es que sobre algunas cosas de la vida no tenemos opción. Y en el mundo de Occidente tal como lo conocemos hoy, estudiar es una obligación de la que no debieras escapar. Es casi imposible que tu generación llegue a algo en la vida sin pasar por la escuela. Estudiar se ha vuelto una necesidad para todos los terráqueos y, nos guste o no, la mayoría tendremos que pasar varios años en un salón de clase.

Pero hay una segunda verdad: si envejecer es obligatorio, madurar es opcional. Hay personas que tienen tantos años como los dinosaurios, pero nunca maduraron. ¿Conoces a alguna? Es muy triste ver a gente grande que se encapricha como los niños o se comporta como preadolescentes en medio de un ataque hormonal. ¡Esas personas dan lástima! Por eso es fundamental que no permitamos que el tiempo simplemente se nos pase, mientras envejecemos sin madurar. Debemos decidir sacarle el mejor provecho a cada etapa de la vida, para que no quedemos nunca estancados en nuestro crecimiento.

La misma verdad se aplica a la escuela. Estudiar es una obligación, pero también una oportunidad. Los años en la escuela son una plataforma de lanzamiento hacia tu futuro. Si los usas bien, dentro de unos años mirarás hacia atrás y verás cómo estos años, bien usados, rinden su efecto. Si los usas mal, algún día te estarás lamentando de no haber aprovechado las oportunidades que se te dieron en esta etapa.

LUCAS A LA ESCUELA

La mayoría de los maestros y profesores de las escuelas secundarias a las que asistí no eran cristianos ni sabían demasiado del ayuno. ¡Pero algunos piensan que mis profesores ayunaban y herían sus cuerpos y le rogaban a alguna deidad que no me encontraran en el aula cuando les tocara dar clase! Sin lugar a dudas yo era uno de los que peor se portaba en mi escuela. No que fuera malo, violento o peligroso (bueno, tal vez era un poco peligroso). Lo que ocurre es que era muy inquieto, demasiado inquieto; me resultaba fácil hablar y me encantaba hacer bromas pesadas. Yo creía firmemente que mi misión en la escuela era hacerla menos previsible y más divertida.

No creas que no estudiaba. Por varios años, al mismo tiempo que me la pasaba en la dirección sufriendo la disciplina de los profesores, también alcanzaba el promedio para llevar la bandera o recibir los reconocimientos entre los mejores alumnos… En aquel entonces iba a una escuela de doble escolaridad que tenía un excelente nivel de enseñanza del inglés y hasta tenía exámenes de la Universidad de Cambridge o de Oxford. Pero a mí no me gustaba el inglés… Cuando muchos años después me mudé a los Estados Unidos con la intención de estudiar, me arrepentí de no haber aprovechado mejor la oportunidad que me habían dado en la escuela secundaria para aprender ese idioma. Recuerdo mis primeras clases en la universidad en California. Tenía que grabar las clases y después volver a escucharlas con un diccionario al lado para entender lo que estaban diciendo. Y ni te cuento lo que me costaba hacer los trabajos o dar los exámenes. Ahí estaba, intentado cumplir mi sueño de conseguir un doctorado en teología en el seminario más grande del mundo y arrepentido de no haber aprendido mejor el idioma necesario para hacerlo.

Claro, quizás pienses que no tendrás que pasar por esa experiencia. Pero en realidad no sabes qué te va a tocar… Las oportunidades desaprovechadas son luego suspiros de arrepentimiento. Para cualquier actividad que te toque hacer cuando seas adulto, sea para ganarte la vida, para divertirte o para ayudar a otros, estoy seguro de que aprovecharás lo que te enseñaron en la escuela. No desperdicies lo que te ofrecen aprender.

ALGUNOS SECRETOS PARA SOBREVIVIR EN LA ESCUELA

Hace poco leí algo muy inteligente que dijo Mark Twain, el curioso autor de Las aventuras de Tom Sawyer (¿las leíste?). Dice Sawyer que nunca permitió que la escuela interrumpiera su educación. Eso me sonó muy interesante, porque la escuela no se trata sólo de libros. Se trata de amigos, de gente que te gusta, de gente que borrarías de la faz de la tierra y de profesores y maestros. Al fin y al cabo, la escuela también se trata de relaciones con personas. La cuestión es que todas esas relaciones hacen a tu vida escolaré influyen en tu educación. Aquí te comparto algunos secretos para que durante tu paso por la escuela puedas relacionarte mejor, y eso te ayude a crecer y a vivir una experiencia menos tortuosa.

SECRETO 1: LOS ADOLESCENTES CAMBIAN.

Trata a todos con respeto, eso es lo que haría Jesús. Esos chicos a los que el año pasado considerabas unos casos perdidos, este año pueden convertirse en los más populares. Al mismo tiempo, aquellos que pensaste que eran los ganadores del concurso de súper populares, quizás mañana desaparezcan. Por eso, siempre mantén tus opciones abiertas. Recuerda que la gente vale por lo que es y no por lo que dice el populómetro de moda.

SECRETO 2: SÉ SOCIABLE, MUY SOCIABLE.

Saluda. Siempre saluda. A todos les atrae alguien que tiene una sonrisa para dar. Quizás por tomar la iniciativa de saludar quedes más expuesto o expuesta, pero te aseguro que si lo haces moderadamente siempre serás bienvenido. La extrema timidez no te ayudará a ser aceptado. Es lógico que tengas miedo al rechazo, pero esconderte de la gente sólo acrecentará ese miedo.

SECRETO 3: COMPROMÉTETE CON ALGO.

No seas una almeja, no te hundas en las sombras. Si lo tuyo es el deporte, busca perfeccionarte y practícalo lo más que puedas en la escuela y también después de clases, en un club o en una asociación deportiva. Si lo tuyo es el arte, busca alguna actividad a la que puedes sumarte: teatro, danza, un instrumento o alguna otra que se te ocurra. Un consejo para los más temerosos: todos respetan a alguien que se toma en serio alguna actividad. Si estás ocupado en algo bueno, entenderán cuando digas que no a algo malo. Expande tus intereses y eso te ayudará a relacionarte mejor y también a descubrir habilidades para saber qué carrera seguir o para decidir qué quieres hacer con tu futuro.

SECRETO 4: SÉ OPTIMISTA.

Seguramente habrá días en que odiarás la escuela, pero habrá otros en que te entusiasmará ir. Siempre hay temporadas, pero lo bueno es que se alternan y eso nos regala distintas experiencias. Cuando te sientas por el suelo, mira al cielo. Pídele ayuda a Dios y tira para adelante. Aunque la escuela se ponga pesada, es necesaria para tu madurez. Aunque las cosas no estén saliendo como quisieras con tus compañeros, piensa en tu futuro y recuerda que para llegar a él tienes que pasar por la escuela. Antes de que te des cuenta se terminará, y luego te vas a reír de las cosas que hoy te preocupan.

SECRETO 5: SÉ TÚ MISMO.

Sí, ya sé, suena a lema de revista superficial. Pero es una verdad. No intentes mostrarte como una persona diferente según con quién estés hablando. Digámoslo de manera práctica: no pretendas agradar a todo el mundo. Define lo que crees respecto al sexo, a los estudios, al futuro, a Dios y a otros temas importantes, y cuando tengas la oportunidad de decirlo, dilo. Quizás provocarás sorpresa, pero te aseguro que si te muestras como una persona segura también despertarás admiración.

Extracto del libro Rebeldes Con Causa

Por Lucas Leys

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