Continuemos.
Los diccionarios definen «orden» como: «Manera de estar colocadas las cosas o las personas en el espacio según un determinado criterio o una determinada norma». Ah, ¿leíste bien la última parte? «determinado criterio o norma». Ahí está el problema. Lo que sucede es que nosotros tenemos un determinado criterio o norma, y pensamos que Dios piensa así. Hay un término sociológico para esto, se llama toteísmo y significa asignarle a Dios nuestras cualidades o formas de pensar. Pensamos que «orden» es todo aquello que se alinea con nuestros paradigmas y con nuestras estructuras mentales. Usualmente, estas son muy lineales y muy arraigadas a una cultura local.
Dios no es un Dios de orden en cuanto a cómo nosotros pensamos que las cosas deberían estar ordenadas. ¿Te imaginas si nosotros hubiéramos diseñado nuestro sistema solar? A ver, déjame usar mi imaginación un poco… Nuestro sistema solar tendría un determinado número de planetas, no como hoy que los científicos están decidiendo si hay nueve o diez planetas, y si Plutón es planeta o no. El Sol no sería tan violento como es. No le hubiéramos permitido tener las explosiones de gas que fuerzan la energía hacia fuera. Tal despliegue de movimiento sería desordenado.
Los planetas estarían en orden de tamaño o de fuerza gravitacional, o tal vez incluso según estado gasifico. Sería del más pequeño al más grande, o al revés. Que planetas de diferentes tamaños estén uno tras de otro, sería desordenado. Las órbitas serían círculos perfectos y no se verían influenciadas por la gravedad de otro planeta. El tener órbitas con circunferencias variables sería desorden.
El cinturón de asteroides no existiría. Actualmente este existe por dos planetas que chocaron -¡qué desorden!. El tener asteroides saliéndose de su perfecta órbita y viajando sin permiso de su líder sería desorden. La Luna no podría causar las diferentes mareas. El que la gravedad de un satélite natural afecte los océanos impredeciblemente sería un desorden.
La radiación cósmica no existiría. El resultado de la energía liberada cuando Dios creó el universo, el Big Bang, es dañino, es radiación que causa cáncer. Es el campo magnético de la Tierra el que evita que estos átomos cargados nos hagan daño. El tener esa radiación sería desordenado. Los planetas serían redondos a la exactitud, especialmente el planeta en donde vivimos, porque Dios es un Dios de orden y le gustan las cosas bien hechas. Tener un planeta ovalado sería desorden.
El que la Tierra sea el tercer planeta, sería inconcebible. Dios quiere que seamos los primeros en todo. El que Mercurio y Venus -¡Uy! nombres de dioses griegos- estén antes que nosotros, sería desordenado. Hablando de nombres, el que tengan nombres de dioses griegos es ultra, archi, requete flautísticamente prohibido. Los nombres de los nueve -o diez- planetas, deberían ser: Palau, Cash, Mottesi, Rojo -¡para Marte!-, Leys, Gebel, Witt, Annacondia, Montero, y para el Sol, ¡Zapata!
¡Nuestro universo es caóticamente hermoso! Dios forestó no como el hombre sino corno un Dios creativo, dinámico, en movimiento. Dios creó el caos; el hecho que un pequeñísimo movimiento provoca un inmenso cambio. Los patrones de Dios no son los nuestros —¡gracias a Dios!-.
Los diccionarios definen «orden» como: «Manera de estar colocadas las cosas o las personas en el espacio según un determinado criterio o una determinada norma». Ese «determinado criterio o norma» es la opinión de Dios, no la nuestra. La próxima vez que digamos que Dios es un Dios de orden, preguntémonos si ese «orden» es nuestro criterio o el de Dios, porque no creo que Dios considere «ordenado» que plantemos árboles en filas rectas cuando desordenados se miran más lindos,
Por Júnior Zapata
Tomado de revista Edición G
Pienso que si tiene algo de razón en lo que dice, porque Dios no creó las cosas perfectamente redondas o perfectamente alineadas; pero creo que Dios si es un Dios de orden en el sentido de que él puso orden en los cielos, como lo dice Job 38:33; también cuando puso los límites al mar para que no pasase, como dice en Salmos 104:9 y Proverbios 8:29. También vemos el orden de Dios cuando el nos manda a hacer todo decentemente y con orden en 1 Corintios 14:40; Inclusive en nuestro cuerpo, como dice 1 Corintios 12:24. Esto es un orden, es por eso que pienso que Dios es un Dios de orden; pero si lo vemos desde el punto de vista de que no puso los arboles en una fila o no hizo las hojas perfectas entonces ahí si. 😀
Hola Berenice. ¡¡Bienvenida!! Indudablemente tenés razón. Lo que hace el autor del artículo, Junior Zapata, es llevarnos a pensar más allá de los conceptos mayoritariamente establecidos o comúnmente aceptados, y de paso, generar un poco de «sana polémica». Gracias por tu aporte. Bendiciones!!!!!