Este es un melodrama espontáneo estupendo que no requiere ensayo. Los personajes son seleccionados entre el público y luego se les entregan los accesorios necesarios. El locutor simplemente lee el guion mientras los personajes hacen de manera espontánea lo que Indica el libreto. Busca personas que crees que sobreactuarán los personajes y se divertirán con sus roles. (Por Tom Lowry).

PERSONAJES:

  • Penélope.
  • Dan el sucio.
  • Elmer.
  • Shep, el perro.
  • Narrador

ESCENOGRAFÍA:

  • Silla
  • Decoración navideña
  • Cepillo para inodoro limpio.

Nuestra acción tiene lugar en un bosque. La pobre Penélope se encuentra afue­ra, con su fiel perro Shep tratando de encontrar un árbol de Navidad para su pobre y lúgubre cabaña. Penélope encuentra uno pequeño y hermoso, pero… no… ¡Shep lo encontró primero!

Luego de buscar un poco más, Penélope en­cuentra el árbol perfecto. Lo corta y lo arrastra hasta su casa con la ayuda de su fiel perro Shep.

Ahora estamos en la pobre y lúgubre cabaña. Luce pobre y lúgubre excepto por el hermoso árbol de Navidad allí en un rincón. No tiene ningún obse­quio que poner debajo de él, pero es hermoso igual.

De repente, escuchamos que golpean la puerta. Violentamente aparece Dan el sucio. Exige que la pobre Penélope le pague $29,65 más impuestos por el árbol. Ella le implora que no se lo lleve. «¿No sa­bes que es mejor dar que recibir?», le dice. «¡Bah, tonterías! ¡Te daré seis horas o me lo llevo!», grita Dan el sucio mientras se va.

La pobre Penélope no sabe qué hacer, no tiene dinero. Se sienta en la silla y comienza a llorar. Su fiel perro, Shep, viene para consolarla. Ella lo acari­cia, le da palmaditas en la cabeza, le rasca debajo del mentón, le frota las orejas… ¡a él le encanta!

Para animarla, él le lame la mano. Luego le lame su brazo hasta el codo… ¡A ella le encanta! La hace sentir mucho mejor.

«¿Qué haré?», se pregunta. «¡Si tan solo Santa Claus pudiera ayudarnos!».

De repente, alguien llama a la puerta. Ella sabe que es Dan el sucio que viene a buscar su dinero o su árbol.

«Entra», dice Penélope tristemente. Sin embar­go, en lugar de Dan el sucio entra Elmer, un antiguo vendedor de cepillos y ahora vicepresidente de San­ta Claus, a cargo de las relaciones públicas. Lleva con él su cepillo mágico para inodoros, con el cual realiza varios y diversos actos de prestidigitación y otras cosas mágicas.

«¿Cuál es el problema Penélope?», pregunta Elmer. Ella le cuenta y luego rompe a llorar… sin parar. Su fiel perro Shep también comienza a aullar sin parar.

En ese momento, regresa Dan el sucio y deman­da el dinero por su árbol.

Elmer dice: «¿Tú no puedes ser amable en lugar de ser tan sucio?».

Dan empuja a Elmer y este se cae sobre el her­moso árbol de Navidad.

«¡Mira lo que has hecho!», grita Dan el sucio. «Arruinaste el árbol de Navidad».

Elmer le dice: «Ya hemos tenido suficiente de toda tu mugre, Dan el sucio. De ahora en adelante traerás alegría al corazón de las personas». Enton­ces Elmer toca a Dan el sucio con su cepillo para inodoros mágico y lo convierte en el árbol de Navi­dad más hermoso que alguna vez se haya visto.

Elmer, Penélope y su perro fiel, Shep, salen a dar una caminata navideña, celebrando con todos los asistentes de Santa. Dan el sucio permanece de pie en la cabaña, luciendo her­moso. FIN

Extracto del libro Actividades Fantásticas

Por Autores Varios

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