La siguiente historia puede ser leída a tus jóvenes (o adultos) como una Ilustración de cómo se ha secularizado la época de la Pascua. Luego de la historia continúa con preguntas adecuadas para establecer una discusión, como, por ejemplo:

  • ¿Cuál es el sentido de esta historia?
  • ¿Cómo podemos los cristianos combatir la intromisión de las tradiciones seculares que le roban el verdadero significado a la Pascua?
  • ¿De qué maneras prácticas la resurrección de nuestro Señor puede ser afirmada en la Pascua?

RELATO:

Sucedió la semana del 26 de marzo. ¡¡Wuuuuushhhü La nave espacial se deslizó rozando el planeta Tierra y silenciosamente aterrizó a medianoche en un arbolado parque de la ciudad. Disfrazados de terrícolas, tres visitantes del espacio exterior desembarcaron para comenzar una semana de estudio de las prácticas religiosas en el tercer planeta del sistema solar. El 1 de abril la misteriosa nave espacial retornó con los tres visitantes y sus cuadernos repletos de anotaciones. ¡¡Wuuuuuushhhü Volaron de regreso al planeta Marte. Al domingo siguiente, los tres viajeros leyeron sus reportes en la reunión del grupo de estudios religiosos que había patrocinado su viaje. Esto fue lo que dijeron:

«Amigos marcianos, aparentemente una nueva religión está arrasando al planeta Tierra. No sabemos el nombre ni el origen de esta religión, pero estamos seguros de que los conejos son los objetos de adoración. No se rían hermanos, es verdad. Los terrícolas no son tan avanzados como creíamos en un principio. Escuchen nuestra evidencia. El adoctrinamiento religioso en esta creencia en el «Conejito Bendito” comienza cuando nacen. Los bebés terrícolas aprenden muy temprano a identificarse positivamente con los conejitos. Son vestidos con adorables pijamas con forma de conejo y a menudo tienen imágenes de uno o más de estos lanudos animales en su pecho. Sus camas están pintadas con felices y juguetones conejitos, y no es poco común para un bebé terrícola dormir con un conejo de peluche. Luego, durante los primeros años, la identificación con los conejitos es fomentada a través de libros de cuentos con imágenes y los programas televisivos. A los cuatro años comienza la instrucción religiosa masiva a través de los programas matu­tinos de televisión. Los niños terrícolas se amontonan alrededor del aparato y miran dibujos animados de conejitos retratados en muchos y variados roles. Bugs Bunny es un conejo particu­larmente favorecido. Su frase más famosa es: «¿Qué hay de nuevo, viejo?”. No estamos seguros del significado religioso de esta pregunta. En ocasiones se emiten programas especiales en los cuales un conejo juega un papel especial. En Alicia en el país de las maravillas, por ejemplo, un conejo loco corre jadeando y diciendo: «¡Llego tarde, llego tarde a una cita importante!”. Esta­mos impresionados por los resultados de esta educación masiva. Los niños de la Tierra reciben una imagen totalmente positiva de los conejitos y no encontramos ni uno solo que no piense que los conejos son buenos, adorables y suaves. Han sido «bendecidos”.

Los adoradores del Conejo Bendito observan una semana sagrada cada semana del año. Se le llama la Pascua. Incluso aquellos que no se adhieren a la fe también participan en esta celebración festiva. Las tiendas promocionan sus artículos relacionándolos con los conejos, diciendo, por ejemplo: «Nuestra nafta hará que su auto siga saltando”, o «Ven de un salto hasta nuestra florería”. Los chocolates con forma de conejitos se venden en todas partes y también se pueden ver coloridos globos con imágenes de conejitos volando alegremente. Vimos pueblos en miniatura poblados de conejitos de peluche en varias áreas comerciales. Al parecer son centros de adoración para niños. El mismísimo Cone­jo Bendito se aparece y se sienta en un hermoso trono. Los niños se sientan en su falda y hablan con él de forma vacilante e insegura. Observamos que los niños se atemorizan con esta experiencia y esto es muy bueno para los propósitos educa­cionales religiosos. Los marcianos deben tomar nota del hecho de que los terríco­las llevan su religión a los centros comerciales, donde las multitudes observan sus reuniones. Música, canciones y danzas también acompañan esta semana festiva y sagrada. Se dice que los adherentes más celosos practican una danza llamada «el salto del conejo”.

Debemos mencionar un aspecto colateral. Aunque la adoración del Conejo Bendito en sus muchas formas es ampliamente tolerada, un pequeño grupo de herejes se dirige hacia las afueras en el otoño y les disparan y matan a los conejos que ven. Cazan en grupo y utilizan animales depravados llamados «perros” para rastrear a las indefensas criaturas. Los más ce­losos dentro de este grupo de herejes comen conejos o hacen guantes con su suave pelaje. Un número creciente de terrícolas cree que el gobierno debería detener la matanza de los conejos. En conclusión, digamos que valoramos profundamente la oportunidad de realizar este estudio y de reportarlo a ustedes, nuestros compañeros y miembros del grupo de estudio religioso aquí en Marte. Nuestra investigación nos convence todavía más de la validez de nuestra propia fe religiosa. Amigos, no debemos temer que haya una fe superior en la Tierra.

Nuestra fe en el Señor Jesucristo, a quien adoramos aquí en Marte, no se ve desafiada de ninguna manera por esta nueva religión del Conejito Bendito que está arrasando al planeta Tierra. El hermano Gregorio, quien nos acompañó, se conmovió tanto al ver la difícil situación espiritual por la que atraviesan los terrícolas que quiso dar testimonio personal de su fe en nuestro Señor. Una docena de veces intentó iniciar un diálogo con los terrícolas, pero no ob­tuvo buenos resultados. En especial encontró una gran resistencia a creer en la resurrección, esa piedra principal de nuestra fe. Es tal como dijo San Paulinus: «Jesús es un escándalo y una ofensa para muchos. Cuando el hermano Gregorio compartió la buenas nuevas con un terrícola, este le dijo furio­samente: «Yo voy a la iglesia”, y se fue. No sabemos lo que es una «iglesia”, pero sea lo que sea este asistente no sabía nada acerca del Señor resucitado. Amigos, ustedes saben cuántas veces nos hemos preguntado si el Señor Jesús ha visitado también otros planetas del sistema solar además de Marte. Bueno, nuestros estudios demues­tran una sola cosa. De acuerdo a los terrícolas que hemos conocido y con los cuales hemos ha­blado, es altamente improbable que nuestro Señor alguna vez haya visitado al tercer planeta del sistema solar». (Donald Musser).

Extracto del libro Biblioteca de Ideas Actividades Fantásticas

Por Autores Varios

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