Mucha gente crece, pero no son al mismo tiempo edi­ficados, y si se les desprecia, sienten intensa inseguridad y muy poca estima propia. Cuando alquien es alentado y elogiado, desarrolla un vínculo con cualquiera que lo hace. La gente ha aprendido a jugar con las emociones de otros, y dicen todas las cosas que el otro desea oír, para obtener lo que desea de él. En el grupo juvenil de mi escuela tenía una buena amiga llamada Keri. Ella te­nía muy pocos sentimientos de estima propia, y cuando Dennis vino a su vida, la hizo sentir digna. Ella sabía que él era una persona inmoral, que va tenía un hijo, y que acababa de salir de la cárcel, pero con todo y eso, ella andaba con él porque él la hacía sentir bien. Keri dejó de asistir a la iglesia, y cuando la vi unos meses más tarde, me dijo que ella y Dennis estaban físicamente envueltos. Me dijo: Yo sé que es malo, pero nadie nunca mostró amor por mí, y yo voy a hacer cualquier cosa con tal de retener a Dennis a mi lado. Destroza mi corazón ver como el mun­do es tan frío, que mucha gente tiene que volverse a las cosas en las cuales no cree, para sentir algún valor personal.

El siguiente lugar a donde la gente va a buscar amor, es en las relaciones con los amigos. La relación entre un joven y una chica les provee un sentimiento de seguridad y amor que a menudo no se encuentra por ahí. Es dentro de esa relación, cuando una persona desea intensamente ser aceptada, que empieza la relación sexual. Muchas veces los adolescentes ni siquiera se dan cuenta de que lo que ellos están buscando es amor, y que ellos desean tanto ser amados por alguien, que están dispuestos a hacer cual­quier cosa que el otro desee para mantener la seguridad de esa relación. Una vez que la relación sexual comien­za, pronto se hace habitual. Cada vez que una pareja sa­len juntos, o se ven, ambos piensan que la actividad se­xual tiene que ser una parte de ello.

Demostrar afecto resulta embarazoso para algunos padres, así que ellos muestran amor gastando dinero en sus hijos, pero no mostrándoles afecto y amor. Pero en estos días un adolescente necesita amor, seguridad, y más que nada, afecto. Y cuando no hay amor en el hogar, lo busca en cualquier parte.

Tus padres están demasiado cansados para entender que tú estás deprimida y te has quedado sin nadie. ¿Es nece­sario que te vayas? No, temo que no. El siguiente día tú estás en la escuela y la primera cosa que tu novio nota es que hay algo que te molesta. El te consuela, habla con­tigo acerca de tu problema y tú te sientes 100 por ciento mejor. ¡Caray —tú piensas— de aquí en adelante le voy a traer a él todos mis problemas, y voy a dejar de moles­tar a mis padres! Y tú te enredas más y más con tu amigo según pasan los días. En esta situación una cosa lleva a la otra, y de repente te encuentras encerrada en una si­tuación vulnerable. Los padres pudieron haber preveni­do esto si hubieran tomado su lugar.

Muchos adolescentes, también, se envuelven en rela­ciones sexuales como un medio de escape. En la sociedad moderna muchos hogares carecen de amor y del afecto de los padres. Muchos padres y madres están atrapados en el torbellino de nuestro ocupado mundo, y no tienen tiempo para saber qué es lo que pasa en las vidas de sus hijos. Si un chico no puede hallar amor y afecto en el ho­gar, él o ella, inevitablemente lo buscará por cualquier lado.

La siguiente conmovedora historia subraya la necesidad que tenemos los padres, de desarrollar una relación con nuestros hijos que sea cariñosa, amorosa, confiada y solícita. Esto co­mienza a través de una conversación franca, donde sea posible compartir los sentimientos de cada uno.

Carolyn llora quedamente en la soledad y oscuridad de su cuarto, llena de temor. Debe decirle a Mark, su novio desde hace tres meses, y a sus padres, que está embara­zada. Carolyn tiene sólo dieciséis años.

Los padres de Carolyn siempre la vieron como una chica maravillosa, pero nunca le dieron mucho de su tiempo y atención. Yo creo que esta es una de las mayores razones por las cuales los adolescentes se involucran en relaciones sexuales prematrimoniales y las chicas quedan embara­zadas. Muchos padres piensan que si ellos proveen a sus hijos todas las cosas materiales, los chicos no necesitarán de su amor y de su tiempo. Pero ellos los necesitan, y cuando los padres no se los dan, irán a buscarlos con sus amigos y sus amigas.

Yo creo que los padres y los adolescentes necesitan co­municarse más. Necesitan sincerarse más y compartir más. En el caso de Carolyn, ello habría bastado para evitarle un embarazo que no deseaba.

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”.

Por Josh McDowell.

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