Lugo de realizar un estudio sobre Juan 8:1-11 respecto a la mujer sorprendida en adulterio, entreguémosle a cada persona del grupo una pequeña piedra para que se lleve a casa. Debatamos sobre el pecado de la murmuración y de las advertencias de la Escritura acerca de humillar a las personas. A veces solo lo hacemos para lucir bien, lo que básicamente es la misma razón por la que las personas del relato bíblico estaban tan ansiosas por apedrear a la mujer sorprendida en adulterio.

Pidámosles a los chicos que se lleven la piedra a casa y la coloquen cerca de su teléfono. Cuando se sientan tentados a murmurar o a atacar a alguien verbalmente, la piedra les servirá de recordatorio para preguntarse a sí mismos: «¿Estoy yo libre de pecado?» «¿Tengo el derecho de tomar esta piedra y lanzársela a esta persona?»

Muchas veces un recordatorio visual como este puede resultar muy efectivo para cambiar patrones de comportamiento. (Jim Allard).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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