1. SERVICIO DE CANTOS DE ADORACIÓN.

Este es un intento para agregar más significado a las canciones que cantamos en la iglesia. Hagamos que los muchachos (uno a uno) soliciten sus canciones favoritas. La única condición para cantarla es que el muchacho debe dar una razón personal significativa por la que escogió esa canción. (Ron Wilburn).

2. DIARIO DE ADORACIÓN.

Esta es una idea diseñada para enriquecer la experiencia de adoración de nuestro grupo y al mismo tiempo recibir alguna retroalimentación constructiva en el área más importante de la vida de la iglesia. Invitemos a cada miembro del grupo a comenzar un diario de adoración en el que escriban sus respuestas al servicio de adoración.

Ellos deberán contestar preguntas como estas: ¿Cómo me sentí? ¿Estaba aburrido, feliz, conmocionado? ¿Cómo reaccionó la gente que estaba a mi alrededor? ¿Qué fue lo que más me ayudó? ¿Y lo que menos me sirvió? ¿Aprendí algo? Si fue así, ¿qué? ¿Me sentí restringido o cohibido? ¿Me ayudó el sermón en algo? Hagamos que el grupo escriba en el diario durante cuatro semanas y luego tengamos una reunión en la que todos comparen sus notas. La discusión después de eso puede ser bastante ilustrativa. (Vernon Edington)

3. HÁGASE LA LUZ.

Esta es una buena experiencia de discusión que también sería efectiva durante un tiempo de adoración. Debe tener lugar de noche (o en un cuarto que se pueda oscurecer), y funciona mejor con grupos pequeños. Vamos a necesitar velas y Biblias.

El grupo se sienta en el piso. Expliquemos al principio que ellos mismos estarán a cargo de la enseñanza. El tema es «luz». Pidámosles que se tomen unos minutos para buscar pasajes en la Biblia que tengan que ver con la luz. Se pueden ayudar entre ellos o usar la concordancia bíblica. Tomemos el tiempo necesario para hacer esto. Digámosle al grupo que va a tener que memorizar el pasaje, o por lo menos el pensamiento, porque no van a tener suficiente luz para leer. Ahora apaguemos las luces, haciendo que el lugar esté lo más oscuro que sea posible. Entreguemos a cada persona una vela apagada. Invitemos a que cada uno diga algo sobre la oscuridad. Puede ser una definición de oscuridad o simplemente una declaración acerca de lo que les recuerda la oscuridad.

Luego encendamos una vela e indiquemos que tienen que pasar la llama unos a otros. Mientras la llama va pasando, cada persona debe contar lo que han descubierto que la Biblia dice acerca de la luz. Pueden citar su pasaje o hacer un comentario del significado del pasaje. Ellos entonces encienden la vela de la siguiente persona que, a su vez, hace los mismo. Repitamos esto hasta que todas las velas estén encendidas. El líder puede cerrar de la manera que escoja. Generalmente el resultado es muy significativo. (Jerry Martin).

4. PARÁFRASIS DEL HIMNARIO.

Esta es una estrategia de aprendizaje que todos van a disfrutar. Solicitemos que los jóvenes del grupo tomen algunos viejos himnos conocidos y los parafraseen. Ellos deben leerlos y tratar de volver a escribirlos en el lenguaje de todos los días. Hagamos esto con un número de himnos y después animemos a los jóvenes a leérselos a los adultos de la congregación en uno de los servicios, para ver si pueden identificar el himno que se está parafraseando.

Con este ejercicio pueden lograr tres cosas:

  • Primero, ayudar a que los chicos le encuentren significado a los himnos que cantan en la iglesia.
  • Segundo, enseñar el valor de la poesía en la canción. Generalmente los jóvenes descubrirán que, aunque sus versiones parafraseadas con fáciles de entender y conceptualmente correctas, les hace falta el impacto del himno original.
  • Tercero, descubrir que el ejercicio es divertido e involucra a todos.

“Firmes y Adelante Huestes de la Fe”, es un ejemplo de un himno que se puede parafrasear. Tiene varias palabras que los chicos ya no usan, pero el mensaje es muy profundo. (Jerry Daniel).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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