1. SANTA CENA HECHA EN CASA

Esta es una manera significativa de involucrar a los jóvenes en la Santa Cena. Resulta especialmente efectiva con preadolescentes. Después de un tiempo de oración y de cantar unas cuantas canciones, llevemos al grupo a la cocina y permitámosles amasar su propio pan sin levadura. Asignemos a cada chico un trabajo, desde poner los ingredientes hasta turnarse para estirar la masa.

Esta es la receta (se puede usar cualquier otra receta):

  • ¼ taza de azúcar
  • ¾ taza de manteca o aceite
  • 3 tazas de harina
  • 1 cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
  • Agua, cantidad necesaria

Preparación: Mezclar todos los ingredientes en un tazón grande hasta que se forme la masa del pan. Dividir la masa en cuatro porciones. Estirarla sobre una superficie cubierta de harina hasta que quede bien delgada. Envolverla en una hoja de papel manteca. Perforar la masa con un tenedor para evitar que se encoja. Hornear a 250° C hasta que esté ligeramente dorada, durante aproximadamente 15 a 20 minutos.

Mientras el pan se está horneando, digámosles a los chicos que tienen que preparar el «vino» (jugo de uva). Entreguémosles una buena cantidad de uvas enteras y sin semillas, y dejemos que las aplasten en un tazón usando algún instrumento de cocina o simplemente con las manos. Asegurémonos de que se respeten las medidas de higiene, particularmente en esta sección. Podemos comentar este último acto explicando su simbolismo: «ya que todos hemos pecado, todos tuvimos una parte en la crucifixión de Cristo». Cuando todas las uvas estén aplastadas, sirvamos el jugo en vasos.

Ahora estamos listos para realizar la Santa Cena como lo haríamos normalmente, usando estos elementos hechos en casa. Definitivamente esto va a agregar mucho significado a este importante sacramento de la iglesia. (Jon Adams)

2. SANTA CENA EN UN LIENZO

Para un acercamiento verdaderamente único durante el servicio de la Santa Cena, colguemos un lienzo grande (papel periódico también sirve) al frente del salón de reuniones, que sea lo suficientemente grande como para que todos los participantes puedan dibujar una pequeña «pintura» en él. Pongamos una mesa con el vino y el pan en un extremo, y las pinturas en el otro. Después de algunos cantos, leamos el pasaje de la Escritura apropiado en una versión moderna. Sin más palabras, el líder se dirige al lienzo y hace un dibujo, después toma los símbolos de la Santa Cena (el líder puede dibujar cualquier cosa que desee, quizás solo palabras). La segunda persona hace lo mismo y después el líder le sirve a la segunda persona diciendo: «Esta es la sangre del Señor, que fue derramada por ti Javier». «Este es el cuerpo del Señor, quebrado por ti Ana». La segunda persona sirve a la tercera, y así sucesivamente. El resultado final será una magnífica representación en pintura de las creencias y esperanzas del grupo, y una bella experiencia de inusual adoración. (Glen Warner).

3. SANTA CENA EN EL APOSENTO ALTO

Para agregar una dimensión extra al servicio juvenil de la Santa Cena, usemos una habitación que se encuentre en la planta alta (si poseemos una disponible) que tenga una mesa larga y sillas acomodadas de una manera similar a la descripción del aposento alto que está en el Nuevo Testamento. Debe haber 13 sillas (coloquemos una extra para simular la presencia de Cristo en el cuarto). Los muchachos deben ser traídos en grupos de a 12, para pasar la copa y el pan. Hagamos esto a la luz de las velas y brindemos un tiempo individual para la oración y la meditación. (Joe Conarroe)

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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