LAS MANOS DE JESÚS
Usando el tema «Las manos de Jesús», hagamos que los chicos escudriñen el Nuevo Testamento y traten de encontrar la mayor cantidad posible de pasajes en los que Jesús utilizó las manos para ayudar a otros. Una vez que los hayan hallado. Leámoslos y debatámoslos con el grupo. Después dividamos a los jóvenes por equipos para que hagan un «collage» con el título «Las manos de Jesús». Proveamos revistas, pegamento, tijeras, pintura, brochas, tiza y marcadores. Que usen todas las ilustraciones posibles con el tema específico. El collage puede tener palabras o no. Permitamos que los chicos usen su imaginación. Limitemos el tiempo de trabajo a 30 minutos. Luego, conversemos acerca de cómo ««Las manos de Jesús»» aún deben seguir trabajando a través de las manos de los cristianos modernos. Podemos utilizar algunas canciones que hablen de las manos para iniciar o terminar la actividad.
PONTE EN MIS ZAPATOS
Esta idea es especial para desarrollarla en retiros o en una serie de reuniones acerca de un mismo tema. La temática de los zapatos puede estar relacionada con enfocarse en caminar con Cristo o con ponerse en el lugar del otro. Podemos amoldarla del modo que queramos. Es una buena idea publicitar esta serie de reuniones o este retiro con carteles y volantes en forma de zapatos, o calcomanías con el nombre de cada participante. El título de la actividad es «Ponte en mis zapatos».
A. Búsqueda de zapatos. Pidámosles a los chicos que se acomoden sentados en un círculo, ya sea en sillas o en el piso. Deben extender sus piernas y tocarse con los pies unos a otros. Que cada joven escoja un par de zapatos que no sean los suyos y que describa el carácter de la persona basándose en la forma, color y tipo de zapatos.
B. Pasos importantes. Entreguemos a cada joven un pedazo de papel y un lápiz. Que cada chico escriba en su hoja de 15 a 20 pasos importantes que hayan tomado en su vida y que afectaron su futuro (eventos, personas, decisiones). Invitemos a algunos a contarle al resto lo que han escrito. Cuando el zapato calza bien. Entreguemos a cada chico la siguiente lista y pidámosles que la completen y que luego conversen con otros acerca de lo que han escrito. :
- A menudo me siento desgastado porque…
- Algo en lo que soy muy estricto es en…
- Algo personal que me gustaría compartir con alguien es…
- Algo en mi vida que me genera mucha tensión es…
- Algo de lo que me encanta hablar es…
- Un momento memorable en mi vida fue cuando…
- Me gustaría estar en los zapatos de…
C. Ponte mis zapatos. Démosle a cada chico un pedazo de papel en el que ellos puedan escribir algunos problemas por los que estén atravesando. Cada hoja se pone en una caja en el centro del salón. Esto debe hacerse de una manera confidencial y solo el líder debe leer los problemas. Agreguemos en la caja algunos problemas extras que consideremos importantes. Saquemos uno por uno los papeles y entre todos intentemos encontrar soluciones para cada caso. (Debemos tener en cuenta que, si no sabemos qué respuesta dar a un problema, lo mejor es no contestar, de modo que, si queremos algo de ayuda extra, sería una buena idea invitar a algún miembro sabio de la iglesia, que se preocupe por los jóvenes para que nos ayude en la tarea).
D. Caminar con Dios. Distribuir entre los jóvenes ésta segunda lista y démosles algún tiempo para que mediten en sus respuestas. (Susan Norman).
- Una de las primeras veces que sentí a Dios cerca de mí fue cuando…
- La vez que más cerca me sentí de Dios fue cuando…
- La vez que más lejos me sentí de Dios fue cuando…
- Me gustaría que mi relación con Dios fuera…
LA LUZ CONTRA LA OSCURIDAD
La siguiente idea es una forma muy efectiva de presentar la metáfora de la luz y la oscuridad descrita en las Escrituras. Necesitaremos una cruz de cartulina de 50 cm de alto por 30 cm de ancho, una vela mediana (de esas que no se pueden apagar. Se pueden conseguir en las tiendas de fiestas o en las casas de cotillón), y una vela común para cada persona. Pongamos la cruz en una mesa y en la cabecera de la cruz la vela que no se apaga. Que cada muchacho se siente alrededor de la cruz con su vela en la mano. Apaguemos las luces del salón y encendamos la candela principal. Expliquemos que la luz representa el bien (Dios) y la oscuridad el mal (Satanás).
- Leer Génesis 1:3-4. Encender la vela de la primera persona. Que esta encienda la de al lado y así sucesivamente hasta que estén todas prendidas.
- Leer Juan 8:12. Expliquemos que, si depositamos nuestra confianza en Jesús, caminaremos en la luz, pero que, si ponemos nuestra confianza en el mundo, andaremos en la oscuridad.
- Leer 1 Juan 1:6. Digamos que si simplemente decimos que somos cristianos y andamos en lo que creemos que es la luz, nos engañamos a nosotros mismos, ya que Dios conoce nuestro corazón.
Pidamos que todos apaguen su vela y que experimenten por un momento la oscuridad. Preguntemos si hay algún pecado que los tenga en este momento a oscuras (mantengamos el ambiente de silencio). Pensemos por un momento en la oscuridad qué cosas Satanás quiere poner nuestro camino. Jesús fue tentado por Satanás para que se le uniera a la oscuridad. Intentemos tres veces apagar de un soplido la vela principal. Expliquemos que el intento de apagar la vela principal, representa a Satanás queriendo hacer que Jesucristo pecara. Jesús no cedió ante la tentación, su luz siguió brillando y brilla hasta el día de hoy. Mencionemos 1 Juan 1:5, Dios es luz y en él no hay oscuridad.
Preguntemos a los chicos si estarían dispuestos a que la Luz del Mundo ilumine su fe. (Aquellos que quieran, pueden pasar al frente en donde encenderemos una vez más su candela, luego regresarán a sus asientos). Lancemos el desafío de que cada uno se comprometa con la Luz del Mundo y con el trabajo de iluminar con su luz a aquellos que están en la oscuridad. Leer Isaías 2:5 y terminar con una oración. (Chip King).
Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio
Por Autores Varios