Aquí hay una buena sugerencia para un servicio de comunión significativo, una lección sobre el cuerpo de Cristo, o un tiempo de afinidad con el grupo. Los chicos deben sentarse en círculo, ya sea en el piso o en sillas. A cada persona se le da un trozo de cuerda de 50 cm de largo para que represente con ella su individualidad. Después de un tiempo de conversación grupal, cada uno atará su cuerda a la cuerda de la persona de al lado para formar un círculo. Esto simbolizará la unidad del grupo y el hecho de que somos uno solo en Cristo. Luego podemos entrar en un tiempo de reflexión sobre Cristo, la cruz, la resurrección, o participar de la cena del Señor.

Para cerrar, el líder irá hasta cada persona y cortará una sección de la cuerda, dejando un nudo en la sección de cada persona para representar el cambio que ha ocurrido durante la experiencia. El pedazo de cuerda que recibe el joven representa el hecho de que dejamos la reunión como individuos, pero nos recuerda que pertenecemos al cuerpo de Cristo y estamos conectados a otros en el grupo. (Tracy Wiser).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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