LOS NIÑOS.
POR CUANTO LO HICISTE A UNO DE MIS PEQUEÑOS, A MÍ LO HICISTE. — JESÚS
En el proyecto anterior mencionamos el hecho de visitar un orfanato y unirte a sus filas para el apoyo como voluntario.
Otra de las formas en que puedes abrazar a los que han sido abandonados es convirtiéndote, junto a tu familia, en una «Familia temporal».
Imagínate a estos pequeños viviendo toda su vida en un hogar junto a otros niños, viendo pasar a unas cuantas personas, voluntarios y aquellos que llegan a dejar cada año juguetes, alimentos, ropa y muchas cosas, pero sin el compromiso de estar con ellos.
Cada año mi familia y yo nos acercamos a los orfanatos en los cuales hacemos voluntariado, y nos llevamos a un pequeño a casa con nosotros. Es un tiempo hermoso a través del cual podemos agradecer a Dios el hecho de tener una familia y el poder compartir nuestro amor con alguien más.
Por un fin de semana involucramos al pequeño en nuestras vidas, familia y actividades. Le hacemos sentir el calor de un hogar, todos lo atendemos, lo mimamos, le compramos ropa, regalos y tenemos días de calidad para este pequeño.
Quizás tú puedas lograr en tu iglesia o comunidad que aquellas familias que deseen ser familias temporales para estos pequeños, tal vez por un fin de semana, se comprometan a brindarles el calor de un hogar fuera de las paredes del orfanato.
Este es un proyecto de estimulación y desarrollo infantil destinado a niños y niñas de tres y cuatro años de edad, a través del cual, por vías formales de educación, se potencia el área del desarrollo cognoscitiva, motriz, del lenguaje y socioemocional, propiciando su formación integral. Estos espacios constituyen, además, una solución para que mujeres que viven en condición de pobreza y vulnerabilidad puedan estudiar y trabajar.
Extracto del libro 50 Proyectos Sociales Para Jóvenes.
Por Mark Orellano.