“Necesito una vida hogareña que esté consistentemente centrada alrededor de los valores bíblicos”.

Estos chicos revelan una sabiduría tremenda y una profunda visión de la necesidad de valores espirituales, no sólo en sus hogares, sino también en sus propias vidas. Fue alentador leer escrito tras escrito acerca de cuan importante es para el ado­lescente su relación con Cristo. En una cultura vacía de absolutos, acerca de lo que es bueno y lo que es malo, los adolescentes sienten la necesidad de una dimensión más profunda para sus vidas, y ellos ven a sus padres como la fuente primaria de esos valores.

1. ¡Yo deseo que mis padres sepan cuánto deseo llegar a ser un cristiano fuerte! Mis padres son cristianos los dos, pero no hablamos mucho de ello. Todos vamos a la igle­sia y oramos y ellos me han enseñado lo bueno. ¡Sólo que me gustaría hablar más del Señor!

2. Papá. Te amo mucho, y deseo que cuando sea mayor, pasemos mucho tiempo juntos. Y aunque tú y mamá son cristianos, me gustaría que fueran una influencia espiri­tual más fuerte en mi vida.

3. Papá, ¿por qué suprimiste el devocional después de la cena después de sólo una semana, sólo porque nosotros nos quejamos de que nos gustaría más jugar? ¡Nosotros somos sólo chicos!

4. Pienso que los padres tienen que hablar de sexo con sus hijos y hablarles de las Escrituras también. Cuando uno es joven está realmente confundido, porque hay muchas cosas que no conoce, y necesita el respaldo de algo como la Biblia. Pero pienso que a veces los padres no desean hablar de ello.

5. Los padres pueden usar otra táctica con respecto al sexo y no actuar como si no existiera. Esta no es una verdade­ra buena idea. De hecho, es la peor idea que se les puede ocurrir. Si los padres desean que sus hijos hagan buenas cosas, tienen que estar allí para guiarlos y ayudarlos a tra­vés de los malos y los buenos tiempos. Ellos deben ase­gurarse de que los hijos tengan un firme fondo religioso, y conocimiento de Dios y de Jesús. Si los padres hacen esto por sus hijos, pueden estar bien seguros de que ellos harán las mejores decisiones.

6. Deseo que mis padres sepan cuánto habría significado para mí si en nuestro hogar se hubiera dedicado más al estudio de la Palabra de Dios. Deseo que ellos renueven su propia devoción y dedicación el uno al otro, y de am­bos a Dios. Deseo que mi papá ponga a Cristo primero en su vida. Deseo que ellos sepan cuán importantes son todas estas cosas para mí.

7. Muchos adolescentes no son apropiadamente educados en materia sexual. Ellos aprenden lo que viene natural­mente, pero no comprenden la interpretación de Dios del amor sexual. Ellos no saben que están haciendo mal, por­que no han sido expuestos a lo bueno. No tienen un fon­do religioso, y si lo tienen, es débil. Son ignorantes en uno de los asuntos más importantes de la vida, y por eso no pueden hacer las mejores decisiones.

 

Mucho del conocimiento acerca del sexo, y la conducta se­xual, viene por medio de la instrucción que sólo se ocupa de los aspectos biológicos. La falta de un contexto moral deja al adolescente enfrentando importantes decisiones, sin el adecuado adiestramiento para hacer esas decisiones en una manera inte­ligente y moral. Las decisiones que tienen que hacer nuestros adolescentes hoy día son pavorosas, y la falta de dirección mo­ral, hace la barrera entre el adolescente y una inteligente y buena decisión, insuperable.

1. No sólo es responsabilidad de los padres enseñar a los hijos acerca de la sexualidad, sino que también está cla­ramente mandado en la Palabra de Dios que ellos deben instruirlos en los caminos de Dios (Proverbios 22:6; Efesios 6:4). Menciono esto para decir que es por medio de nuestros padres que recibimos nuestro carácter inicial, edu­cación y desarrollo. Si en el hogar hay apropiada comu­nicación, el niño crecerá con el carácter necesario para hacer decisiones correctas. Será capaz de discernir lo que es bueno y lo que es malo. La combinación de una comple­ta instrucción sobre sexualidad humana, y el desarrollo de un carácter bíblico serán el mejor equipo de un joven para encarar la tentación sexual con fuerza y precisión.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

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