Hoy en día las niñas crecen más rápido que nunca, y es crucial acompañarlas a lo largo del camino y ayudarles a navegar y disfrutar cada etapa. Si bien de maneras diferentes, tanto la bebé, como la niña pequeña y la jovencita necesitan el afecto, la atención, la presencia y la participación de sus padres.

Hogar. En casa, las adolescentes se van redefiniendo en relación con sus padres, hermanos, y otros familiares. Van demostrando nuevos intereses. Resienten que se les trate como niñitas y piden más libertades y privilegios.

Escuela. ¿Estudios Sociales o Recreos Sociales? Las materias escolares se hacen cada vez más complicadas, y la motivación por los estudios puede verse afectada por otros intereses. Muchas chicas prefieren compartir con las amistades que aplicarse con las tareas, aunque luego sufran las consecuencias.

Sociedad. ¡Peligros a la vista! Según crecen, las adolescentes enfrentan fuertes presiones sociales, por parte de sus compañeros, de influencias en su vecindario, y de los medios de comunicación. Muchas de nuestras adolescentes experimentan con actividad sexual, alcohol y drogas, y algunas se involucran con pandillas.

Hoy en día las adolecentes se sienten presionadas por sus padres, sus profesores, y sus pares. La depresión, el suicidio, los trastornos del comer y la participación en actos delincuentes y peligrosos han aumentado en las adolescentes latinas.

Así que, evitemos imponerles presiones y limitaciones innecesarias. Y, en cada etapa de su desarrollo, alentemos la participación de nuestras niñas en actividades provechosas que les interesen, que fomenten su estima propia, y las mantengan bien ocupadas.

Por Marisol Muñoz-Kiehne (PhD)

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