Veremos algunas técnicas de pensamiento propuestas por Edward de Bono para alcanzar el desarrollo del pensamiento creativo. Estas técnicas se basan en el comportamiento del cerebro humano, y te ayudarán a enseñar a los adolescentes que buscan consejo en ti a aprender a pensar. Puedes utilizarlas de manera intencional y concienzuda a fin guiarlos a generar nuevas ideas y encontrar soluciones creativas a sus problemas.

#1: Utilizar el enfoque de las ideas.

Esta técnica consiste en analizar una idea desde varias perspectivas, considerando los aspectos positivos, los negativos, y los interesantes. El analizar los aspectos positivos, negativos e interesantes resulta muy útil cuando no tenemos claridad sobre todos los aspectos de una idea. De esta manera, se evita el analizar únicamente los puntos positivos (sobre los cuales generalmente se basan las decisiones), y se está atento a considerar los negativos, para evitar inconvenientes que podrían surgir con el tiempo, tomando también en consideración aquellos aspectos «interesantes» que no entran dentro de ninguna de las dos categorías anteriores.

#2 Considerar otros puntos de vista.

Cada uno mira con diferentes «lentes» una misma situación. Si una madre debe decidir si le otorga permiso a su hija adolescente para quedarse a dormir en la casa de una amiga, ¿cuántos puntos de vista podría haber ante esta situación? Sin duda, ¡por lo menos dos! Escuchar otros puntos de vista diferentes al nuestro puede enriquecernos y ayudarnos a no cometer errores. Existen algunas ocasiones en las que necesitamos que otros más expertos y sabios nos den sus puntos de vista. Otras veces, basta con escuchar a nuestros padres, o a un amigo, para poder ver la situación desde otra perspectiva. Por supuesto, es importante que tengamos presente que los principios bíblicos son inmutables, y que no debemos tratar a adaptarlos a nuestra conveniencia. El «punto de vista» de Dios siempre es el acertado, y si sabemos que hay en su Palabra algún consejo con respecto a nuestra situación, ¡ese será el mejor consejo que podemos recibir!

#3 Considerar todos los factores intervinientes.

En muchas ocasiones realizamos el análisis de una situación problemática sin haber considerado algunos factores importantes que, a la larga, podrían causar serios inconvenientes. Es por eso que debemos tener cuidado y evitar que en el momento de la toma de decisiones los pasemos por alto. Por ejemplo: Un estudiante del último año de secundaria quiere escoger una carrera universitaria… ¿Qué factores debería considerar? Como mínimo, debe atender a los siguientes factores: sus gustos, intereses y talentos, su proyección laboral, su futura familia, el dinero que desea ganar, etc. (La diferencia entre la técnica número 1 y esta, es que la primera se centra en los aspectos positivos, negativos e interesantes sin atender los factores que intervienen en una situación o idea, mientras que la técnica 3 sí lo hace).

#4 Analizar las consecuencias.

Atender a las consecuencias que a la larga podría traer a nuestras vidas una decisión que tomemos es muy importante para no enfrentar situaciones no deseadas en el futuro. Por ejemplo: Una adolescente se enamora de un chico que en ocasiones consume drogas… ¿Cuáles serían las posibles consecuencias y amenazas a las se podría enfrentar si inicia un noviazgo con él?

Es fundamental hacer este análisis junto con la persona a quien se aconseja o acompaña, ya que en ocasiones puede ser muy difícil anticipar las consecuencias de una decisión o, lo que es peor, ni siquiera considerarlas o pensar en ellas.

#5 Considerar los propósitos, las metas y los objetivos.

Acompañar a nuestros adolescentes hasta que encuentren su propósito en la vida será determinante para que puedan establecer metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo. Esto, a su vez, les permitirá tomar otras decisiones basándose en dichas metas y objetivos, es decir, decisiones sujetas a lo que ya se han propuesto alcanzar.

Además, debemos analizar con ellos cada situación o idea que se les presenta, atendiendo a si se ajusta o responde a su propósito. Esto les permitirá tener certeza sobre el camino a seguir para alcanzar lo que esperan. Por ejemplo: Un adolescente planea postularse para una universidad en el exterior… ¿Qué decisiones deberá tomar durante la escuela secundaria para lograr un buen promedio académico que le permita acceder a una beca?

#6 Buscar alternativas, posibilidades y opciones.

El buscar diversas alternativas (analizando las posibles consecuencias de cada una), permitirá encontrar la solución que mejor se ajuste a lo que se espera conseguir. Por ejemplo: En tu comunidad se ha instalado un grupo de muchachos que ofrecen drogas en el colegio al que asisten la mayoría de los adolescentes de tu grupo. ¿Qué alternativas pueden pensarse para evitar que uno de ellos caiga preso de este flagelo?

#7 Definir prioridades básicas.

Cuando se han establecido las metas y los objetivos personales, resulta mucho más fácil identificar las prioridades, ya que deberán ser aquellas cosas que nos permitan avanzar hacia esas metas y objetivos. Por ejemplo: Si un estudiante se postula para una beca en una universidad del exterior, deberá priorizar el tiempo que dedica a sus estudios a fin de lograr altas calificaciones, y recién luego podrá establecer el tiempo que destinará para realizar alguna actividad física.

#8 Establecer reglas.

Estas reglas les servirán de autorregulación, y además les permitirán ser íntegros, fieles consigo mismos y con los demás. También contribuirán a desarrollar una disciplina personal que los beneficiará en todas las áreas de sus vidas y los mantendrá enfocados en sus propósitos. Por ejemplo: Si un adolescente tiene problemas con la pornografía, puedes pedirle que piense y escriba una lista de normas a seguir a fin de evitar seguir viendo imágenes pornográficas.

#9 Planificar previamente.

La mayoría de las veces los jóvenes llevan adelante acciones impulsivas, sin pensarlas concienzudamente. Aprender a planificar es parte del proceso de crecer. Enséñales a tus adolescentes cómo establecer un plan de acción, es decir, una estructura organizada de acciones, en la que cada parte debe ser pensada, diseñada y concatenada con las demás. Por ejemplo: ¿Cómo ayudarías a un joven de tu grupo que ha tenido serios altercados con otro a raíz de malentendidos entre ambos? ¿Cómo le ayudarías a establecer un plan de acción para solucionar el conflicto?

#10 Tomar decisiones empleando una combinación de estas técnicas.

Enséñales a tus adolescentes a utilizar las distintas técnicas dependiendo de la situación. Guíalos con el fin de que aprendan a considerar los aspectos positivos, negativos e interesantes de una idea o problema, y a tener en cuenta otros puntos de vista, para que luego consideren los diversos factores que intervienen en la situación y las posibles consecuencias a las que se enfrentarán. Del mismo modo, contribuye en sus vidas guiándolos a descubrir su propósito divino, para que puedan fijarse metas y objetivos que los ayuden a cumplir ese propósito. Ayúdalos, finalmente, a diseñar un plan de acción y a actuar en base al mismo.

El construir esta estructura de pensamiento en los adolescentes les permitirá tomar decisiones bien pensadas e inteligentes, disminuyendo sus probabilidades de actuar por impulso y, por ende, su riesgo de fracasar.

Extracto del libro “Manual de Consejería Para el Trabajo con Adolescentes”

Por autores varios.

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