Considera por un momento un recorrido rápido por el libro de Romanos. Esta carta nos presenta muy bien el proceso de la vida espiritual.
- En su primera sección, los capítulos 1-3, se describe la mala noticia de la condenación. Por ser pecadores estamos alejados de Dios, sin esperanza.
- En su segunda sección, los capítulos 4-5, se habla de la justificación, es decir, del hecho de ser declarados «no culpables» por el sacrificio de Cristo. Somos salvos de la condenación del pecado.
- En su cuarta sección, el capítulo 8, se describe la glorificación, es decir, la salvación de la presencia del pecado.
No obstante, en la tercera sección, entre el punto de partida y el punto de llegada, se habla del proceso en medio del cual nos encontramos hoy. En los capítulos 6-7, Pablo desarrolla el tema de la santificación. Hoy somos salvos del poder del pecado y podemos vivir sin ser esclavos del mismo, sino como esclavos de Dios.
Lee los siguientes pasajes y anota tus comentarios acerca de la vida espiritual que Dios espera que vivamos ahora: Romanos 6:15-23, Gálatas 5:16-24, 1 Pedro 1:14-21. Como ves, la vida espiritual no puede medirse únicamente por las conductas externas. Ella debe enfocarse en la transformación del carácter, y su evidencia será por supuesto visible.
- Con este enfoque bíblico, ¿cómo te calificas del uno al diez en cuanto a tu espiritualidad?
- ¿Cómo te ayuda el hecho de ver tus pensamientos, palabras y conductas, no a la luz de las normas religiosas, sino a la luz de la obra de Cristo en ti?
- Todo lo que haces hoy tiene una razón superior de ser, un marco de referencia más amplio. ¿Cómo te ayuda recordar tu punto de partida y tu punto de llegada para las decisiones que tienes que tomar hoy con relación a tu santidad?
¡Por la gracia de Dios, en Cristo hemos experimentado un rescate glorioso, veremos una salvación total gloriosa, y además podemos vivir un presente glorioso!
Todas tus decisiones de hoy, tu santidad, aunque implican un sacrificio, también verán una recompensa. Lee los siguientes pasajes y anota tus observaciones con relación a los premios que te esperan: 2 Pedro 1:5-11, Santiago 1:12, Apocalipsis 22:12.
SEÑORÍO Y ESCLAVITUD
Regresemos por un momento al pasaje de Romanos 6:15-23. Léelo de nuevo y observa que el pasaje hace referencia a nuestro constante proceso de decidir someternos, obedecer, entregarnos.
- Según este pasaje, ¿quiénes son los dos amos que podemos seleccionar?
- ¿Qué caracteriza a cada uno de ellos?
- ¿Cuál es la paga que recibimos del pecado?
- ¿Cuál es la dádiva que recibimos de Dios?
Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos (Salmo 119:45).
A cada momento tenemos que tomar la decisión de ser esclavos ya sea de Dios o del pecado. Por supuesto, debemos ser francos y reconocer que aunque siempre tenemos la mejor intención, no en toda ocasión logramos el mejor resultado. Es decir, a pesar de querer llevar una vida santa, muchas veces terminamos entregándonos a la desobediencia.
Sin embargo, la decisión más importante que tú y yo (y nuestros jóvenes) podemos tomar no está enfocada en el pecado (en dejarlo, rechazarlo, abandonarlo, vencerlo o derrotarlo). Nuestra mejor decisión se concentra en la persona de Dios: seremos hombres y mujeres espirituales porque nos entregamos a Dios en obediencia.
«La formación espiritual no significa lo mismo que aprender acerca de un objeto concreto. No es lo mismo que intentar retener un principio teológico. La formación cristiana es mucho más como tratar de crecer y profundizar en una relación con otra persona. Requiere confianza, franqueza, tiempo, atención y vulnerabilidad. La información, el conocimiento y la enseñanza pueden ayudar a profundizar y expandir una relación, pero sin tender a la verdadera relación viviente, entonces no tienes nada». (Mike Yaconelli en Growing souls).
Me ayuda mucho leer Gálatas 5:16 en otras versiones: Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa (Nueva Versión Internacional).
El objetivo de la vida espiritual no está enfocado en abandonar la desobediencia, sino en entregarnos a la obediencia. ¡El enfoque es muy distinto! Ya no se trata de lo que no hay que hacer, sino de lo que sí hay que lograr.
¡La única manera de alcanzar una vida espiritual victoriosa es entregándonos en obediencia a Dios! «Un cristiano incondicional es lo que Cristo quiere que sea, hace lo que Cristo quiere que haga y va donde Cristo quiere que vaya». (David Ruiz en La transformación de la iglesia).
- ¿Qué caracteriza más tu vida: la obediencia al pecado o la obediencia a Dios?
- ¿En qué áreas de tu vida necesitas enfocarte más en someterte a Dios?
- ¿Cómo crees que sería tu vida si lograras entregarle esas áreas a Dios en obediencia?
- ¿Cómo piensas que puedes ayudar a tus jóvenes en este proceso?
RECURSOS INDISPENSABLES
¿Cómo vamos a lograr vivir en santidad? ¿Dónde podemos encontrar ayuda para mantenernos siendo obedientes?
¡Afortunadamente, no estamos solos en este peregrinaje! Considera con detenimiento los siguientes pasajes y anota al menos cinco maneras prácticas en las que tú y tus jóvenes pueden disfrutar de estos recursos de Dios para la vida espiritual.
- La Palabra de Dios: Juan 17:17; Salmo 119:9; 2 Timoteo 3:16, 17.
- La oración: Mateo 26:41; 1 Tesalonicenses 5:17.
- La iglesia: Gálatas 6:1,2; Hebreos 10:23-25.
Dios nos ha provisto estos tres recursos indispensables para acompañarnos en nuestro peregrinaje espiritual. Tenemos la dicha de contar con ellos hoy. ¡Así que debemos aprovecharlos y disfrutarlos!
- Cuando lees la Biblia, oras o te reúnes en tu iglesia local, ¿lo haces porque encuentras fortaleza para tu vida espiritual? ¿O lo haces por cumplir con un hábito religioso?
- ¿Por qué crees que a veces leemos, oramos o asistimos a la iglesia y de igual manera nuestra vida espiritual no resulta afectada?
- ¿Cómo crees que se sienten tus jóvenes con relación a la Biblia, la oración y la iglesia?
Extracto del libro “Estratégicos y Audaces”
Por Howard Andruejol
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