La búsqueda de una profundidad espiritual auténtica ha sido documentada por los más grandes autores, conferencistas e investigadores del ministerio juvenil, así como por las redes vanguardistas de ministerio juvenil. Incluso la revista Time, una improbable voz profética, ha notado la tendencia. Es probable que tú también lo hayas observado.

Los adolescentes están pidiendo, incluso rogando y clamando, por profundidad. Muchos componentes vitales de un ministerio de jóvenes se han beneficiado enormemente por esta búsqueda de profundidad, como la adoración y las misiones, por nombrar solo dos. O quizás sea al revés; a lo mejor ellos fueron catalizadores que impulsaron el hambre. De cualquier forma, hemos visto un enorme renacimiento en la adoración de los jóvenes en estos años. Y las experiencias misioneras juveniles están floreciendo como nunca antes. Pero un componente del ministerio juvenil que no ha guardado el mismo paso con respecto a la búsqueda de profundidad espiritual es el estudio de la Biblia.

¿Por qué? Después de todo, la Palabra de Dios tiene el poder no solo de alimentar al hambriento, sino de transformar a la persona a través de un supremo renacimiento con resultados perdurables que se mantendrá en las futuras generaciones y asegurará que también ellas permanezcan deseosas de profundidad. Con la correcta inyección de la Palabra de Dios en este momento de la historia, estoy convencido de que podemos golpear esa puerta y abrirla por completo.

Así que consideremos juntos tres componentes del ministerio juvenil contemporáneo: adoración (click AQUÍ), misiones (click AQUÍ) , y posmodernidad (click AQUÍ) . Y veamos cómo podemos aprovecharlos para darles a los jóvenes lo que están pidiendo a gritos: una experiencia más profunda con la Palabra de Dios.

DESHACERSE DE LOS DULCES

«El ministerio juvenil azucarado al estilo MTV ha terminado». Así se titula una nota de dos páginas sobre el ministerio juvenil moderno, redactada por la escritora de religión de Time, Sonja Steptoe, que documenta el desinterés creciente entre los adolescentes por el empaque de cultura pop tan de moda en los ministerios juveniles de las décadas de los años 80 y 90. Citando una conocida estadística de Barna, el 61% de los jóvenes de veinte y pico que fueron entrevistados dijeron que solían participar de la iglesia cuando eran adolescentes, pero que ya no lo hacían. El artículo indica que el hecho de que se hubiera aguado el ministerio juvenil constituía la razón por la que los jóvenes habían dejado de acudir.

Steptoe describe varios ministerios juveniles prominentes que han visto un incremento marcado de conversiones y crecimiento espiritual después de cambiar el enfoque de entretenimiento por un enfoque más centrado en la Biblia. En el siguiente artículo, ella cita la investigación de Barna, que revela las razones por las que los adolescentes asisten a la iglesia. Encabezando la lista están «para adorar o establecer una conexión con Dios» y «para entender mejor lo que creo».

Estas razones representan un salto espectacular desde la encuesta de 1996 llevada a cabo por el Search Institute, en la que los adolescentes dijeron que la razón número uno era que deseaban que los ministerios juveniles los ayudaran a desarrollar la habilidad de entablar amistades. Compárate con tus colegas del ministerio juvenil de hace dos décadas, y te encontrarás en una posición envidiable. Los jóvenes quieren hoy lo que tienes para ofrecerles.

ESPIRITUALIDAD DE CORTAR Y PEGAR

Algunos observadores dedujeron que los jóvenes de hoy buscan más una mezcolanza de Nueva Era que una fe bíblica y genuina. Pero en The New Faithfulness (La nueva fidelidad), Colleen Carroll Campbell pone en duda el hecho de que los jóvenes busquen una espiritualidad de cortar y pegar, como algunos podrían pensar. Durante un tiempo del año, Campbell entrevistó a cientos de jóvenes, a varios jóvenes adultos de entre 20 y 30 años, y también a sociólogos expertos, líderes religiosos, y líderes de jóvenes de toda la nación. He aquí cuatro de sus conclusiones:

A. Ellos no son buscadores eternos. Están comprometidos con una cosmovisión religiosa que fundamenta sus vidas y moldea su moralidad. No son creyentes tibios ni disidentes apasionados. Cuando abrazan la fe tradicional o profundizan su compromiso con ella, quieren hacerlo incondicionalmente o no hacerlo para nada.

B. Ellos abrazan compromisos desafiantes de fe que les proveen directrices firmes sobre cómo vivir sus vidas.

C. Su adhesión a la moralidad tradicional y devoción religiosa con frecuencia les acarrea un costo personal, y la naturaleza sacrificial de estos compromisos es a menudo exactamente lo que los hace atractivos.

D. Se esfuerzan por alcanzar una santidad personal, autenticidad y unidad en sus vidas espirituales, y les atraen las personas y congregaciones que hacen lo mismo. A la inversa, sienten rechazo por la complacencia, la hipocresía y el consentimiento.

Basados en las observaciones de Campbell, la mayoría de los adolescentes de hoy está evaluando sus experiencias de fe de acuerdo con su profundidad. Estos jóvenes no están buscando lo mínimo indispensable. Nuestra responsabilidad como líderes de jóvenes es tomar su clamor por encontrar una profundidad en serio, dejando que eso impacte nuestra planificación, nuestra visión, nuestra interacción con ellos, y finalmente, nuestra forma de percibir su espiritualidad.

¿Cómo sacar ventaja del deseo de nuestros jóvenes por lograr una profundidad? He aquí algunas ideas:

  • Que sea una meta personal el asegurarte de que los jóvenes que se gradúan de tus clases no tengan razón para decir: «Me hubiera gustado ir más profundo», e incluso, «Me gustaría haber entendido mejor lo que creo». Maximiza su deseo por profundizar mientras aún los tienes contigo.
  • No temas demandarles más tiempo y compromiso. Esos son los parámetros que los adolescentes usan para medir el factor sacrificio. No retrocedas y déjalos evaluar el costo.
  • Si la Biblia aborda un tema en blanco y negro no agregues escalas de grises. Dales a tus jóvenes medidas claras de santidad y autenticidad por las que esforzarse.
  • Deja que los jóvenes descubran la marcada diferencia que existe entre una cosmovisión bíblica y una cosmovisión secular. Permite que esa distinción conmueva sus corazones y sus pasiones.

Extracto del libro Cómo Enseñar la Biblia Con Creatividad

Por Barry Shafer

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