Continuemos.

B. Establezca fronteras administrativas.

Demasiados grupos pequeños fracasaron, porque sus líderes no establecieron los límites desde el principio. Es importante pensar en todas las implicaciones y establecer reglamentos fundamentales para que todos sepan qué deben esperar. Aquí hay algunas pregun­tas que tal vez quiera considerar antes de comenzar sus grupos pequeños:

  • ¿Qué resultados queremos obtener de los grupos pequeños?
  • ¿Cómo dividiremos los jóvenes en grupos (ejemplo: por gra­do, escuela, intereses)?
  • ¿Cómo sabrán los jóvenes a qué grupo pequeño pertenecen?
  • ¿Durante cuánto tiempo durarán los grupos pequeños juntos (por ejemplo: ocho semanas, un trimestre)?
  • ¿Serán grupos abiertos, a los que cualquiera puede entrar en cualquier momento?
  • ¿Serán grupos cerrados a los que no pueden entrar los jóvenes nuevos hasta terminarse el tiempo preestablecido?
  • ¿Pueden los jóvenes formar sus propios grupos con amigos?
  • ¿Mezclamos muchachas con varones o los ponemos separados?
  • ¿Los grupos lo guiarán jóvenes, adultos, o una combinación de los mismos?
  • ¿Qué haremos si un grupo de chicos termina en cinco minu­tos mientras que uno de chicas se reúne por una hora?

No hay una sola respuesta que sea la correcta para estas pregun­tas. Sus respuestas dependerán de su meta para los grupos peque­ños, así como también de sus jóvenes, líderes, tiempo de reunión y espacio disponible para la misma. Por ejemplo, con respecto a la primera pregunta administrativa de la lista, aquí hay diez maneras en que los grupos pequeños pueden dividirse:

  • edad
  • sexo
  • escuela
  • barrio
  • tiempo disponible para reunirse
  • intereses (por ejemplo: deportes, drama, música)
  • amistades naturales
  • tipos de personalidad
  • nivel de madurez espiritual
  • sorteo de nombres

Lo que funciona en nuestro ministerio, quizá no funcione en el suyo. Nos gusta permitir que los jóvenes formen los grupos peque­ños según las relaciones naturales para que ya haya alguna responsa­bilidad incorporada. Si las relaciones naturales son un problema para el grupo pequeño, podemos intervenir y mover a algunos de los jóvenes a otro grupo pequeño, en donde las personalidades se engranen mejor. Generalmente les pedimos a nuestros jóvenes que anoten el nombre de un amigo que a ellos les gustaría tener en su grupo pequeño, y nosotros trabajamos para acomodar sus pedidos. Siempre queremos estar informados en cuanto a las relaciones y, si hay jóvenes que no son compatibles, rehacer los grupos pequeños. En todas estas decisiones sobre los grupos pequeños, pedimos que Dios nos dé su sabiduría.

C. Aligere la carga de los líderes de grupos pequeños.

Si nuestros líderes de grupos pequeños tienen tiempo para em­plearlo en el ministerio para jóvenes, además de su compromiso con un grupo pequeño, quiero que ese tiempo se invierta en relacio­narse con los jóvenes, y no en preparativos. (Recuerde, el propósito primario de nuestros grupos pequeños es el compañerismo. Si fue­se el discipulado, tendría un panorama diferente en cuanto a la in­versión de tiempo limitado que ellos deben hacer.) Trato de alige­rar su carga de otra manera. Me gusta ayudarlos en la preparación para la reunión del grupo pequeño brindándoles una lista de pre­guntas para comentar en cada estudio.

No espero que lean las preguntas palabra por palabra, pero sí que las usen como un punto de partida para construir su estrategia de estudio. La mayoría considera que es útil tener una lista de la cual escoger. (También les doy las respuestas a las preguntas que pertenecen a la Escritura). Comience con algunas preguntas abiertas básicas, y después haga preguntas que los lleven más específicamente a los pasajes es­tudiados. Por último, concluya con preguntas que motiven a los jó­venes hacia la aplicación personal. Trate de proveer más preguntas de las que los líderes de grupos necesiten, para que puedan escoger las mejores de la lista.

D. Ofrezca capacitación básica.

Fui a seminarios acerca de las dinámicas para grupos pequeños e incluso tomé una clase semejante en el seminario, pero aprendí más mediante la experiencia que con las conferencias. Enseñe a los líderes de grupos pequeños algunas habilidades fundamentales, pero no los agobie con teoría y retórica. Proporcióneles algunos puntos básicos y permítales aprender a través de su experiencia per­sonal. Abajo hay algunos «hacer» y «no hacer» que recientemente usamos en una capacitación de grupo pequeño:

  • No tema al silencio.
  • Muestre que todas las opiniones valen.
  • No crea que debe tener todas las respuestas correctas.
  • Mantenga el enfoque del grupo.
  • No vaya a una pregunta nueva demasiado rápido. Pregunte: «¿Alguien quisiera añadir algo?» La prioridad es el diálogo, no hacer todas las preguntas.
  • No domine la conversación.
  • Pida a Dios que le dé los ojos y oídos de él.

Mantenga cualquier lista básica de «hacer» y «no hacer» que es­criba frente a sus líderes. Tal vez quiera emplear cinco minutos revi­sando un asunto de esa lista en cada reunión del equipo de voluntarios.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes con Propósito”

Por Doug Fields

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