Ejemplo #2: Nivel (Involucrados) + Expectativa (Relación con los cristianos)

Trabajemos ahora con este escenario: Tenemos a un grupo de jóvenes involucrados y debemos hacer que participen en los proyectos espirituales. Además, consideremos que vamos a concentrarnos en la expectativa de establecer una relación de amor con otros creyentes por medio del servicio. Conociendo a nuestro grupo, nos damos cuenta de que este es un momento muy oportuno para ayudarlos a descubrir y poner en práctica sus dones espirituales. Supongamos que tenemos tres meses para aprovechar.

  • ¿Qué actividades crees que serían útiles para llevar a estos jóvenes hacia la meta propuesta?
  • ¿Son estas actividades lo suficiente prácticas para catalogarse como «proyectos»?

¡En esta sección pretendo ayudarte a encontrar un camino de modo que tus actividades sean sumamente audaces para una misión sumamente estratégica! Como ves, los ejemplos anteriores pueden ayudarte a crear ideas tan variadas que ahora no posees el problema de tener que preguntarte: «¿Qué haremos la próxima semana?». Tu calendario no solo será productivo, sino también creativo.

Además, dentro de esta misma sección creo que vale la pena presentar un cuadro que te ayudará en tu planeación de los objetivos y luego en el desarrollo de tu programación. Como viste en los ejemplos, estamos conectando a los grupos de los diferentes niveles de crecimiento (capítulo 5) con las expectativas (capítulo 1) a fin de plantear metas específicas. Esto nos permite ser más específicos y equilibrados (para no concentrarnos exclusivamente en algunas necesidades y perder de vista otras).

Podemos combinar los cinco niveles y las tres expectativas para construir la siguiente matriz de metas a trabajar:

  • No Creyentes: Comunicar el mensaje de obediencia a Dios (Relación con Dios).
  • Creyentes: Presentar la perspectiva bíblica de la obediencia a Dios (Relación con Dios).
  • Involucrados: Proveer proyectos de obediencia a Dios (Relación con Dios).
  • Discípulos: Formar un carácter obediente a Dios (Relación con Dios).
  • Líderes: Desarrollar el ministerio espiritual en obediencia a Dios (Relación con Dios).
  • Creyentes: Presentar la perspectiva bíblica del servicio a los cristianos (Relación con los Cristianos).
  • Involucrados: Proveer proyectos de servicio a otros cristianos (Relación con los Cristianos).
  • Discípulos: Formar un carácter de servicio a otros cristianos (Relación con los Cristianos).
  • Líderes: Desarrollar el ministerio espiritual en servicio a los cristianos (Relación con los Cristianos).
  • Creyentes: Presentar la perspectiva bíblica de la compasión y la evangelización del mundo (Relación con el Mundo).
  • Involucrados: Proveer proyectos de compasión y evangelismo enfocados en el mundo (Relación con el Mundo).
  • Discípulos: Formar un carácter compasivo y evangelístico con relación al mundo (Relación con el Mundo).
  • Líderes: Desarrollar el ministerio espiritual a través de tu compasión y tu evangelización del mundo (Relación con el Mundo).

¡Ahora tenemos trece ministerios que atenderás! Sin embargo, esta no debe ser una mala noticia, no te abrumes por la cantidad de trabajo. ¡Más bien, deberías emocionarte por las nuevas oportunidades que se están abriendo frente a ti! Ora que Dios te ayude a organizar equipos, quizás trece, que puedan ocuparse de áreas específicas del ministerio. Quizás en la actualidad ya estás trabajando bien en algunas de estas casillas. ¡Fantástico! Continúa fortaleciendo la manera en que desarrollas una programación efectiva. Poco a poco, podrás ir extendiéndote a otras áreas.

24 X 7

Misteriosamente, cuando trabajamos en la programación del ministerio juvenil, casi siempre terminamos con unos calendarios muy saturados en los extremos y vacíos por completo en la parte central… ¡todo gira alrededor de los fines de semana! ¿Por qué tiene que ser así? ¿Será por nuestro pobre concepto de lo que es una actividad? ¿Será porque los jóvenes no tienen necesidades espirituales a mitad de semana?

Es verdad, quizás no podemos reunirnos entre semana. Hay problemas de horario y distancia. ¿Y qué? ¿Acaso solo podemos ayudarnos a madurar espiritualmente cuando nos reunimos en el templo y nos sentamos sin hablar durante dos horas? ¡No!

Repasa las actividades de los dos ejemplos anteriores. ¿Cómo podríamos salir del patrón de «solo los fines de semana» para diseñar «cosas» que ayuden en otros lugares y horarios?

Siguiendo los mismos ejemplos anteriores, ¿qué nuevas ideas se te ocurren? ¿Qué sucedería si incluyes a los padres en este esquema? ¿Podrían ellos ayudar en casa? ¿Cómo encaja aquí también el ministerio relacional del liderazgo?

Extracto del libro “Estratégicos y Audaces”

Por Howard Andruejol

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