Padres combativos

Desgraciadamente, este tipo de progenitores se da en la mayoría, sino en todos los grupos de jóvenes y adolescentes. Tienen una actitud abiertamente hostil y negativa hacia el ministerio. No siempre será fácil entender las razones que llevan a algunos padres a este tipo de actitudes. En ocasiones, su oposición puede deberse a un antagonismo personal hacia nosotros como líderes. Si ese es el caso, haríamos bien en revisar nuestro comportamiento y asegurarnos de que no exista ninguna causa objetiva que pueda sustentar esa oposición.

En otras ocasiones, la oposición puede deberse a la proyección de una problemática personal. Tal vez los hijos no estén caminando de forma correcta con el Señor, o inclusive hayan abandonado la iglesia. Esto puede crear una amargura en los padres, que se proyecta hacia el ministerio juvenil de la iglesia en general y de los líderes en particular. Los padres pueden llegar a culparlos por el fracaso de sus hijos, ya sea de forma consciente o inconsciente. Un líder debe ser paciente ante este tipo de situaciones y apelar a grandes dosis de compasión y amor, pero, al mismo tiempo, hacer lo posible para que ningún espíritu de amargura dañe al ministerio en su conjunto.

También existe una oposición o actitud negativa que nace de una forma diferente de comprender el ministerio juvenil. Hay padres que no están de acuerdo con la forma en que la pastoral juvenil se desarrolla y, en su opinión, las cosas deberían llevarse a cabo de un modo diferente. Los puntos que vimos en el capítulo 18 sobre la resistencia hacia el pastor o los líderes de la iglesia pueden ayudarte en esta situación. Puede darse el caso de que realmente estemos equivocados y nuestra manera de enfocar el ministerio no sea la más correcta. Pero también es posible que simplemente se trate de una disparidad de opiniones. Esto último es respetable. Haríamos bien en explicar de la mejor manera posible a los padres los principios, valores y objetivos que mueven nuestro accionar. Hay ocasiones en que no concordamos con los padres en cuanto a los métodos, pero debemos procurar que haya acuerdo con respecto a objetivos, principios y valores.

Mantener una buena comunicación con los padres

La consigna que le damos a todo líder de jóvenes es la de hacer de los padres nuestros aliados, siempre que esto resulte posible, y utilizando todos los medios que tengamos a nuestro alcance. Para lograr este objetivo no existe nada mejor que la comunicación. Es preferible en este ámbito pecar por exceso y no por defecto. Queremos darte algunas ideas prácticas en este sentido.

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