LOS 5 NIVELES DE CRECIMIENTO EN EL MINISTERIO JUVENIL
Te presento una descripción muy rápida de un diagrama que utilizamos en nuestro grupo de jóvenes para ver en qué nivel de crecimiento se encuentran los chicos:
- No cristianos.
- Cristianos.
- Involucrados.
- Discípulos.
- Líderes.
No cristianos: Aquellos jóvenes con los que tenemos o podríamos tener algún contacto a fin de presentarles el evangelio.
Cristianos: Los jóvenes que vienen con regularidad a nuestro grupo, aquellos que se identifican con tu iglesia local.
Involucrados: Los que participan y desean colaborar en diferentes proyectos o programas del ministerio juvenil, además de la reunión semanal.
Discípulos: Aquellos jóvenes comprometidos con los hábitos espirituales, que desean crecer más en su vida espiritual y formar parte de un grupo pequeño.
Líderes: Los que ahora, además de recibir, dan y sirven a otros.
- ¿Qué ideas te comunica a primera vista este modelo?
- ¿Qué beneficios crees que presenta?
Este modelo nos ayudó a reconocer de dónde debían provenir los jóvenes y a determinar cómo íbamos a ayudarles a crecer hasta el siguiente nivel. De este modo, buscábamos discípulos no del grupo grande de jóvenes, sino de un grupo más reducido llamado «Involucrados». Buscábamos entre aquellos que participaban y colaboraban en proyectos de ayuda social, campamentos, grupos de alabanza, clases para niños, etc. Allí los evaluábamos, observando si eran fieles (personas en las que se podía confiar), enseñables (personas que deseaban cambiar) y estaban disponibles (resultaban ser personas que tenían tiempo para el ministerio). Si era así, los invitábamos a integrar nuestros grupos pequeños de discipulado.
El modelo también es útil para recordar hacia dónde queremos llevar a los discípulos. ¡Deseamos que se conviertan en los próximos discipuladores! Por lo tanto, antes de comenzar un grupo de discipulado, suelo explicar por qué he seleccionado a esa persona y qué espero de ella. Incluso en ese momento me he dado cuenta de que algunos solo desean tener un estudio bíblico conmigo y no un compromiso más formal. ¡Eso está bien, pero mi prioridad es hacer discípulos! Tal cosa te ayuda a ti y a los discípulos a evaluar el costo de lo que van a hacer y calcular si están dispuestos a esforzarse por alcanzar las metas del discipulado.
ESTUDIO BÍBLICO EXPERIENCIAL
Durante todo el proceso hacia la madurez, el estudio de la Palabra de Dios juega un papel vital. Lee los siguientes pasajes y explica el poder que la Biblia tiene en tu vida y la de tus jóvenes.
- Josué 1:8
- Salmo 119:105
- Mateo 4:4 Lucas 21:33
- Romanos 10:17
- 1 Corintios 1:18 2
- Timoteo 3:16, 17
- Hebreos 4:12
Estoy convencido de que en cada nivel de crecimiento en el ministerio juvenil debemos aprender los principios de Dios según su Palabra. Sin embargo, también en cada nivel debemos enfocarnos en el estudio de una necesidad específica.
- No cristianos: Necesitan escuchar el mensaje espiritual (algunos por primera vez).
- Creyentes: Necesitan adquirir la perspectiva espiritual (ahora deben aprender a ver la vida más allá de la manera natural).
- Involucrados: necesitan involucrarse en los proyectos espirituales (deben conocer acerca de sus dones, llamado y vocación).
- Discípulos: Necesitan formar el carácter espiritual (someter sus decisiones al señorío de Cristo y el control del Espíritu Santo).
- Líderes: Necesitan desarrollar el ministerio espiritual (guiar a al rebaño de Dios como buenos pastores).
¡En cada nivel tiene lugar un aprendizaje, pero en el del discipulado es donde más se puede ahondar en los cambios profundos de carácter! Es aquí donde en realidad aprendemos a rendir cuentas de nuestra conducta y somos retados a evaluar nuestras decisiones a la luz de los principios de la Palabra de Dios. Llegamos a conocernos de tal forma que podemos aplicar el mensaje bíblico a las situaciones específicas que estamos enfrentando.
«Cuando no existe un grupo objetivo, la tendencia es a programar para el común denominador más bajo. Todos conocemos esta expresión: “Si no le apuntas a nada, eso lograrás cada vez”. Este principio es un corolario de esa afirmación relacionada con la programación en el ministerio juvenil. Lo que típicamente sucede en un ministerio juvenil que no determina objetivos y no es intencional en su programación es que existe una reunión semanal, y esa reunión está abierta para cualquier joven que quiera llegar. No obstante, allí está el problema: un programa que no tiene a nadie como objetivo probablemente no llenará las necesidades de nadie». (Duffy Robbins en This Way to Youth Ministry, Youth Specialties, 2004).
La siguiente tabla nos muestra el orden para la planeación y nos lanza a soñar ideas para la implementación de una estrategia de discipulado:
- El mensaje espiritual: No cristianos. Cristianos. Involucrados. Discípulos. Líderes.
- La perspectiva espiritual: No cristianos. Cristianos. Involucrados. Discípulos. Líderes.
- Los proyectos espirituales: No cristianos. Cristianos. Involucrados. Discípulos. Líderes.
- El carácter espiritual: No cristianos. Cristianos. Involucrados. Discípulos. Líderes.
- El ministerio espiritual: No cristianos. Cristianos. Involucrados. Discípulos. Líderes.
Extracto del libro “Estratégicos y Audaces”
Por Howard Andruejol
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