Continuemos.

Expliqué claramente los cinco propósitos de la iglesia y mostré a todos la declaración que usaríamos para comunicarlos. Aunque mi pastor no estaba allí, retransmití su entusiasmo para que los vo­luntarios supieran que este era un acuerdo en equipo. Si tuviera que hacerlo otra vez, le pediría a mi pastor que asistiera a esta reu­nión de voluntarios para mostrar con propiedad su apoyo verbal y no verbal.

Después de explicar los propósitos, di a todos dos semanas para considerar en oración si podrían apoyar completamente la declara­ción, o no. Les dije que podían «desembarcar» y no habría renco­res. No quería que creyeran que necesitaban esconderse de mí en la iglesia si no querían trabajar con jóvenes o cumplir los propósitos. Les dije que los cambios en el ministerio a veces crean oportunida­des para que la gente cambie de direcciones. Nuestro barco del ministerio para jóvenes había estado descansando cómodamente en la dársena, (decir atascado en la dársena era más realista) por un tiempo, y era hora de «levar anclas». En una manera positiva dije: «Es tiempo de desembarcar si no es capaz de ir en nuestra nueva di­rección».

Tenían que apoyarlo cien por ciento, o para beneficio del ministerio, encontrar otro lugar donde servir dentro de nuestra iglesia. Este no fue un acto malintencionado; fue un acto de liderazgo. Por fortuna, un sentido claro de dirección conmovió a la mayo­ría de la gente. Estaban optimistas y animados. Así que tuve una transición fácil. Pero no siempre es tan fácil para todos. Algunos amigos míos que son obreros de los jóvenes podían haber tenido a Jesús mismo explicando los cinco propósitos, y aún tener gente quejándose.

La cultura de algunas iglesias engendra críticas y se oponen a toda novedad. Algunas personas de su grupo que no apre­cian el cambio o no lo aprecian a usted, pueden ver la introducción de una declaración de propósito como una oportunidad de cam­biar de ministerio. No considere negativo el reorganizar. Puede ser un cambio positivo, ya que la gente que usted atraiga en el futuro se unirá a un equipo unido, dirigido con propósito.

5. Ponga el Liderazgo Detrás de su Propósito.

Si es el líder de su ministerio y lo que ha leído hasta ahora le sue­na aterrorizador, necesita reconsiderar su papel del líder. No to­dos los que piensan ser líderes lo son. Los líderes tienen que tomar algunas decisiones difíciles y encontrar valor para hacer lo correcto. No siempre cuentan con el aprecio de todos. Una vez alguien me dijo que si todos me apreciaban, probablemente yo no era un líder eficiente.

Crear un ministerio para jóvenes dirigido con propósito toma­rá una cantidad tremenda de compromiso, perseverancia y lideraz­go. Después que lea el próximo capítulo, sabrá si tiene lo que hay que tener para ser el tipo de líder que puede inspirar su ministerio para jóvenes hacia los cinco propósitos de la iglesia. Casi cualquiera puede crear una declaración de propósito, pero necesita liderazgo para usarla en formar un ministerio para jóvenes dirigido con propósito.

1. ¿Tiene su iglesia una declaración de propósito? Si es así, ¿la conoce?

2. ¿Tiene su ministerio con la juventud una declaración de propósito? Si no, ¿piensa que su ministerio para jóvenes ne­cesita una? ¿Qué cree haría una declaración de propósito por su ministerio con la juventud?

3. Si su ministerio para jóvenes tiene una declaración de pro­pósito, ¿puede escribirla de memoria? Sí o no, ¿por qué?

4. Los líderes del ministerio para jóvenes, tanto jóvenes como adultos, ¿comprenden con claridad la dirección de su mi­nisterio con la juventud?

5. Trate de escribir una declaración de propósito usando las cinco palabras que escribió bajo la primera pregunta al fi­nal del tema anterior.

6. Estudie los pasajes que aparecen en la primera nota y co­mente sus implicaciones para el propósito de su ministerio.

Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes Con Propósito”

Por Doug Fields

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