Para Líderes – LA IMPORTANCIA DE UNA DECLARACIÓN DE PROPÓSITOS 2

3. Una Declaración de Propósito Reducirá el Conflicto.

Una dirección clara lo ayudará a manejar el conflicto de su mi­nisterio. Si los propósitos de Dios no se comunican, la gente creará sus propios propósitos y cómo promoverlos. Al venir a Saddleback, llegué a conocer a los pocos voluntarios del ministerio para jóvenes preguntándoles qué entendían respecto al propósito de nuestro mi­nisterio. Cada persona mencionó un propósito diferente, pero cada respuesta era aguda, apasionada y convincente. Uno dijo: «Existimos para animar a los jóvenes a practicar la adoración». Otro dijo: «Existimos para edificar la comunión y ofrecer oportuni­dades a grupos pequeños.» Aun otro dijo: «Queremos alcanzar a jó­venes perdidos mediante programas evangelísticos».

Sus definiciones de propósito estaban relacionadas directamente con lo que ellos pensa­ban que debía estar sucediendo. Todos tenían buenas intenciones, pero no estaban de acuerdo con el propósito de nuestro ministerio, y esto los llevó al conflicto.

Antes de mis años de declaración de propósito, personalicé to­dos los comentarios negativos dirigidos a nuestro ministerio. Co­mo no había comunicado nuestro propósito, la gente estaba con­fundida y hacía muchas preguntas. Sus preguntas, hasta las más inocentes, las sentía como ataques y las interpreté como falta de lealtad. Ahora reconozco que esta gente no era desleal sino que esta­ba perpleja por la falta de dirección.

Ya que tenemos una declaración de propósito, el conflicto acer­ca de la dirección casi no existe. Si hay conflicto acerca del propósi­to, no lo tomo personalmente, porque confío en el propósito de Dios para nuestro ministerio. Cuando alguien ataca nuestro propó­sito, se le muestran los cinco propósitos del Nuevo Testamento y se le recuerda por qué existimos. Nunca discutimos nuestros propósitos. Hemos discrepado sobre el cómo de nuestro ministerio o sobre el estilo pero nunca sobre el porqué.

4. Una Declaración de Propósito Creará Entusiasmo Personal.

Si usted no puede apasionarse con el propósito de su ministe­rio, está en el ministerio equivocado. Cuando la gente entienda su propósito y concuerde con él, se generará entusiasmo entre los líde­res, padres y jóvenes. Nunca olvidaré la mirada de «¡Ajá!» en la cara de uno de nuestros voluntarios después de oírme enseñar nuestro propósito. Vino a mí sonriente y dijo: «¡Ya lo comprendo! ¡Fue magnífico! ¡Gracias!»

Recientemente estaba preparando mi mensaje para el fin de se­mana, mientras comía y estudiaba en Taco Bell (mi oficina favori­ta). Estaba sentado detrás de algunos jóvenes que se habían escapa­do de las clases de una escuela muy cercana. Miré a los jóvenes, asumí que eran inconversos y los filtré por nuestra declaración de propósito: «Existimos para ALCANZAR a jóvenes inconversos». Ellos son una de las cinco razones (evangelización) para lo cual exis­timos como un ministerio. Mi mente daba vueltas, pensando cómo nuestro ministerio para jóvenes podría alcanzar a estos jóvenes, y pedí a Dios sabiduría, más que la mía. Al pasar, para ir a llenar mi vaso de soda, paré en la mesa y los invité a nuestra fiesta de Año Nuevo. Tuvimos unos pocos segundos de conversación y me fui.

No escribo esto para que piense que soy valiente al hablarle a os jóvenes no cristianos, sino como ejemplo de lo que hace un líder cuando está apasionado con el propósito.