LA IMPORTANCIA DE UNA RED DE RELACIONES EN EL ACONSEJAMIENTO

En su libro «Cómo ayudar a jóvenes en crisis», Jim Hancock y Rich Van Pelt mencionan la importancia de generar una red de relaciones que incluya a otros jóvenes, amigos, compañeros, padres, maestros y autoridades de la escuela, y, ocasionalmente, fuerzas de seguridad, médicos y servicios sociales. Estos autores resaltan que:

• Los jóvenes involucrados en apoyo y mediación entre sus compañeros, hacen un gran bien.

  • Los amigos son generalmente los primeros en percibir las señales de lucha interna.
  • Los compañeros de la misma edad ven en ocasiones lo que los padres no ven.
  • Los padres (si son funcionales) son los primeros en apostar e invertir en el bienestar de un joven.
  • El contacto casi diario de los maestros con los jóvenes permite que ellos registren el flujo de la interacción social y del bienestar emocional.
  • Los directores de las escuelas pueden traer enfoque y urgencia a un problema emergente si otros son lentos en actuar.
  • Los médicos pueden ser capaces de diagnosticar y tratar desórdenes físicos antes de que lleguen a proporciones críticas.
  • Las autoridades locales preferirían prevenir la actividad criminal de las personas en lugar de arrestarlas luego de los actos.
  • En circunstancias extremas, los servicios de protección de menores pueden actuar para sacar a un niño o joven del peligro.

Si bien estos autores hacen referencia a generar, como medida preventiva, la interacción de personas genuinamente interesadas por el joven o cercanas a él para detectar a tiempo cualquier señal de alarma, también es importante considerar a estas personas durante la intervención en situaciones que, aunque no sean tan graves, resulten conflictivas para el joven.

IDENTIFICA CUÁNDO PEDIR AYUDA A OTROS

Es conveniente que busques ayuda de otros para la intervención y el acompañamiento apenas detectes que la situación supera tus capacidades. Y también cuando creas que es posible que el joven se encuentre en un inminente peligro.

Por ejemplo, hay situaciones en la vida de los adolescentes que requieren de una intervención inmediata porque existe un riesgo a nivel físico y/o emocional. Algunas de estas situaciones pueden estar relacionadas con crisis por la pérdida de un ser querido, mal uso de la tecnología, ruptura de un noviazgo, intentos de suicidio, desestructuración familiar, aborto, agresiones físicas y acoso sexual. Los adultos a cargo, como sus padres, maestros, líderes y otros, deben actuar lo antes posible a fin de salvaguardar su integridad física y emocional.

También se debe accionar rápido ante patrones de conductas persistentes, sostenidas en el tiempo, tales como la depresión, la ansiedad, la promiscuidad sexual, las adicciones, los desórdenes alimenticios, el comportamiento compulsivo, o los productos de situaciones traumáticas en la vida del joven como el abandono parental, las agresiones físicas o sexuales, y otras situaciones que afectan sus emociones y su cuerpo.

Por lo tanto, los problemas o crisis de los adolescentes podrían requerir, de acuerdo a la necesidad, de un trabajo en conjunto con profesionales y consejeros. Tal es el caso del acoso escolar. En base a experiencias en el ámbito educativo, se ha detectado que es fundamental la intervención inmediata ante evidencias o denuncias de acoso escolar. Todo estudiante que protagonice maltratos sistemáticos, ya sea como víctima o como agresor, debe recibir urgentemente acompañamiento en el aspecto espiritual, a fin de abordar a la luz de los principios bíblicos el significado de amar, perdonar y honrar a los demás, además de acercarlos a Jesús para que conozcan su amor, perdón y restauración. Todo esto producirá cambios de paradigma que redundarán en beneficio de sí mismo y de los demás.

Que entables comunicación con adultos referentes en la institución educativa a la que asiste el adolescente que estés aconsejando, será importante para brindar un acompañamiento desde el ámbito donde se genera la violencia. Por ejemplo, podrías buscar a un pastor estudiantil o a un docente referente para el estudiante, quienes serían capaces de ofrecerte un panorama más amplio a fin de brindarle el apoyo necesario.

También el adolescente que sufre maltratos sistemáticos debe recibir acompañamiento psicológico a través de programas de intervención directa o de planes de acción con los estudiantes involucrados y el grupo, para que cada parte desarrolle sus habilidades de relacionamiento intrapersonal e interpersonal y el manejo de sus emociones. El objetivo debería ser promover un buen ambiente que les posibilite gestionar eficazmente las situaciones conflictivas y aprovechar mejor el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por otro lado, es fundamental tener apertura para trabajar cooperativamente con otros y reconocer la riqueza que existe en el conocimiento y en las experiencias de personas que han recibido formación específica en alguna rama del saber. Esto es importante porque cualquier prejuicio o desestimación nos impedirá aprovechar las posibilidades que nos ofrece esta clase de trabajo multidisciplinario.

Extracto del libro “Manual de Consejería Para el Trabajo con Adolescentes”

Por autores varios.

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