NUESTRAS MOTIVACIONES EN SITUACIONES DE CRISIS

No hay fin para la cantidad de oportunidades que un líder juvenil tiene para ir al lado de las personas que se duelen. Debemos tener cuidado con la motivación. Del otro lado de la moneda del miedo que tenemos en acercarnos a personas en crisis, se encuentra el impulso pseudoheroico de ser necesitados, la referencia de uno mismo y el «¡Todo el mundo quieto que aquí estoy!». Es impresionante cómo podemos ser inocentes o ingenuos, pero hay más de una razón por la cual respondemos a una crisis.

CURIOSIDAD MORBOSA. ¿Alguna vez disminuiste la velocidad de tu auto para ver la escena de un accidente de tránsito o te descubriste persiguiendo a un camión de bomberos que va a toda velocidad? ¿Tenías la intención de ayudar o solamente tenías ganas de averiguar qué estaba pasando? Algunas veces, los líderes juveniles se involucran con las personas más que todo por la curiosidad mórbida.

GANANCIA PERSONAL. Algunas personas se capitalizan con las crisis de otros con tal de hacerse de un reconocimiento o algún otro beneficio. El clásico de Jessica Mitford, The American Way of Death [La forma americana de la muerte], expuso a directores de funerales tomando por presas a los familiares de los difuntos con tal de venderles paquetes fúnebres caros.

Jim Hancock: El líder juvenil que me remplazó en una iglesia fue acusado (de una forma creíble, pensé) de acosar sexualmente a dos jovencitas de su grupo. Otros tres miembros del personal de esa iglesia estuvieron involucrados en un triángulo sexual. Mi propio padre confesó con gran vergüenza haber usado su posición como pastor y consejero para seducir a mujeres en crisis. Crees que eso no puede suceder tan cerca de casa, pero puede pasar: personas causando caos al hacer lo correcto por las razones equivocadas.

CHISME. El autor de Santiago se refiere a la lengua como una pequeña parte del cuerpo capaz de causar grandes daños (Santiago 3:5). Algunas veces, los líderes juveniles usan las crisis como una fuente fresca de chisme. Eso no es lo que se ofrecieron a hacer, pero el poder que viene con el chisme es muy tentador.

Rich Van Pelt: Escuchando la historia de un joven entre sesiones durante un retiro, me convencí que en realidad le ayudaría mucho una consejería profesional. Así que le sugerí que ambos platicáramos con su líder juvenil como una ayuda de seguimiento cuando regresáramos a nuestras casas. La reacción del joven fue inmediata e inquietante: «¡No le dirás nada!». Cuando le pregunté por qué, me dijo: «Porque hace un año un amigo le dijo que él luchaba con la masturbación compulsiva, y después él se lo comentó al equipo de líderes, y no pasó mucho tiempo para que todos los jóvenes supieran al respecto. Así que, no, no quiero que él sepa». Lo que sea que ese líder juvenil pensó haber estado ganando al contar las historias, lo perdió junto con la confianza de quién sabe cuántos jóvenes.

Los años adolescentes siempre son aguas turbulentas, y navegarlas definitivamente no es fácil. Es por eso que es muy importante que líderes juveniles cuidadosos vayan a un lado de los jóvenes y sus familias. Cada vez que examines los motivos para ayudar a un joven en medio de una crisis, contesta estas seis preguntas sin miedo y con confianza:

  • ¿Qué espero ganar al involucrarme en esta crisis?
  • ¿Hay alguna razón obvia por la cual no debería de involucrarme en esta crisis?
  • ¿Hay alguna razón por la cual no pueda honrar esta confianza?
  • ¿Aumentarán mis sentimientos de valor propio si esta persona tiene éxito?
  • Si esta persona fracasa, ¿pensaré menos de mí mismo?
  • ¿Estoy dispuesto a hacerme a un lado si aparece alguien con mejores habilidades para resolver esta crisis?

Extracto del libro Cómo Ayudar a Jóvenes en Crisis.

Por Jim Hancock y Rich Van Pelt

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