Sabemos lo que tenemos que hacer: «Cumplir la gran comisión de Jesucristo». Pero la pregunta es: ¿cómo lo haremos?

Estamos convencidos del llamado de Dios, y de que la obra es de Él, pero también creemos que Dios nos ha permitido desempeñar un papel protagónico en la misión y nos ha capacitado para crear las mejores estrategias y herramientas con el fin de hacerla de la manera más efectiva. Confiamos en que tenemos en nuestras manos los mejores recursos (los jóvenes) para cumplir la Gran Comisión y a través de esta lección presentaremos algunos lineamientos que nos ayudarán a crear y obtener el mayor provecho de las herramientas evangelísticas.

Definamos la palabra clave: Estrategia.

Primeramente reconozcamos que las estrategias responden a la interrogante ¿Cómo alcanzamos los objetivos? De allí se desprende que una estrategia es un plan de acción que se lleva a cabo para lograr un determinado fin a largo plazo. Proviene del griego Stratos= Ejército y Agein= conductor o guía.

Estrategia puede definirse como la mejor forma de alcanzar los objetivos trazados al inicio de una situación conflictiva. Cabe mencionar que conflicto no implica necesariamente una pelea sino la lucha por obtener una de dos o más situaciones hipotéticas que no pueden darse simultáneamente. Establecer una estrategia implica conocer de antemano las distintas formas en las que se va a dirigir un conflicto, conociendo la meta o metas que se desean alcanzar. La estrategia puede verse como un plan que nos permite la mejor distribución de los recursos y medios disponibles a efectos de poder obtener aquellos objetivos deseados.

Cuando hablamos de crear una estrategia de evangelismo en la iglesia local nos referimos a las actividades que necesitamos desarrollar, y cómo las realizaremos, para compartir el evangelio de Jesucristo de la manera más accesible, oportuna y adecuada.

Es bien importante destacar que los métodos pueden cambiar dependiendo del lugar en el que se quieran aplicar, debido a que éstos surgen por una necesidad específica, en un lugar, tiempo y contexto social determinado. Puede ser que un método que funciona en cierta comunidad no funcione en otra porque las condiciones son muy diferentes. Por supuesto, también es posible que sea aplicable en un 100%, pero quizá no con los mismos resultados. De lo anterior concluimos que los métodos son temporales, perfectibles y adaptables; y por supuesto, muy necesarios debido a que nos permiten desarrollar nuestra misión de una manera intencional y buscando la eficiencia o buena mayordomía.

Diseña tu Estrategia, Paso a Paso.

Una estrategia puede tener todas las etapas queramos llevar a cabo, y debe ser descrita de la manera más detallada posible. No obstante, recordemos que lo que queremos es hacer las cosas de la manera más eficiente y sencilla posible, porque queremos involucrar a la mayoría de nuestros jóvenes. No podemos distraer nuestros esfuerzos y recursos en actividades no indispensables y demasiado complejas, sino por el contrario debemos considerar sólo los pasos necesarios para lograr nuestro cometido.

A continuación hablaremos de cinco pasos básicos para crear una estrategia evangelística (HAZ CLICK EN CADA UNO DE LOS ENLACES):

Prepara la Estrategia.

Planifica la Estrategia.

Ejecuta la Estrategia.

Evalúa el Trabajo Realizado.

Da Seguimiento al Trabajo Realizado.

Por Sergio Benjamín Soria Fernández

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