Continuemos.

  • Participación de los Jóvenes: Los jóvenes de su grupo deben ser los que hablen el 90% del tiempo lo cual significa que usted estará oyendo un 90% del tiempo.
  • Orientación de alcance: Asegúrese de orar por los no creyentes y de hablar constantemente acerca de la evangelización entre amigos.
  • Crecimiento numérico: Los grupos pequeños buenos aumentan por recomendación, pero se mantienen pequeños al dividirse en más grupos. Pida en oración que aumenten los líderes.
  • Crecimiento espiritual: La Inversión en sus relaciones pavimentará el camino para que el crecimiento espiritual suceda en los jóvenes.
  • Ambiente de hogar: Cuando un joven vuelva después de haberse ausentado, diga: «Bienvenido», en lugar de: «¿Dónde has estado?»
  • Intimidad: Haga que los grupos pequeños funcionen semanalmente; sea constante.
  • Profesionalismo: Esté alerta a las percepciones de los padres y las casas de familias anfitrionas.
  • Estrategia de conservación de resultados: Escriba una carta o haga llamadas por teléfono cuando un joven se ausenta del grupo pequeño.

E. Haga Preguntas Para Valorar la Eficacia de Sus Valores.

Si sus valores solo existen en papel, no le van a servir de ayuda. Y aunque sus líderes las memoricen, los valores pueden llegar a ser ineficaces si no se evalúan. Así que pida a su equipo de liderazgo que haga preguntas que lo ayuden a revisar y aumentar el cumpli­miento de cada valor.

Nuestro equipo de liderazgo, jóvenes y adultos, sugirieron tres a cinco preguntas para asignar a cada uno de nuestros valores. Hici­mos esto dividiéndonos en grupos de tres personas y empleando cinco minutos para crear las preguntas para cada valor. Al final de la hora, reuní las preguntas y usamos las mejores para compilar una planilla de evaluación para nuestros valores. Debajo hay cinco preguntas que servirán de ejemplo para evaluar nuestro valor de aceptación.

ACEPTACIÓN

1. ¿Se sintieron los jóvenes aceptados antes, durante y después de la reunión? ¿Se saludaron a todos los jóvenes de la misma forma, sin considerar sus ropas, parecido o Informe de asistencia?

2. ¿El mensaje que se predicó señaló a los jóvenes de algún grupo, raza o escuela en particular?

3. ¿Los jóvenes salieron de la reunión con la Impresión de que alguien apreció su presencia?

4. ¿Los líderes expresaron una actitud de preocupación por la vida personal de cada joven?

5. ¿Con todo propósito los adultos conocieron al joven, le preguntaron el nombre y se interesaron en su vida personal?

La primera pregunta la desarrolló una de nuestras líderes jóve­nes que tiene exceso de peso. Ella dijo: «Siento que a causa de mi peso no soy aceptada. Todos reciben un abrazo, pero yo recibo un apretón de manos.» Su punto era válido. ¿Alguna vez notó nuestra tendencia al saludar una persona? Por lo general, la gente expresiva recibe abrazos, mientras que los inexpresivos reciben un «hola» y un apretón de manos. Los jóvenes simpáticos, divertidos y popula­res reciben saludos cariñosos, mientras que el joven tímido, reserva­do o no sociable, a menudo se pasa por alto. Cuando hacemos esto, violamos el valor de la aceptación.

La segunda pregunta también la desarrolló uno de nuestros líde­res juveniles. Notó que en todas las ilustraciones de enseñanza, yo siempre me refería a mi escuela. Aunque tenemos jóvenes de varias escuelas, mis historias dieron el sentido de que nuestro ministerio estaba compuesto en su mayor parte por jóvenes de mi escuela. Me dijo: «Usted nunca da ilustraciones sobre las cosas que acontecen en nuestra escuela.» El joven tenía razón. Escuchar eso me forzó a ser más inclusivo en mi comunicación para que los jóvenes de to­das las escuelas se sintieran aceptados.

En cada reunión mensual de liderazgo empleamos unos pocos minutos revisando nuestros valores. Después invertimos cerca de quince minutos concentrándonos en uno. Este siempre es un tiem­po refrescante de nuevas ideas y un tiempo de desafío para mante­ner nuestros valores en alto.

Los trece valores específicamente planeados que he mencionado en este capítulo no son una lista definitiva de cada ministerio, son simples ejemplos. Su expresión de valores brotará de las pasiones que Dios sembró en los corazones de sus líderes.

Descúbralos, comuníquelos, evalúelos y observe cómo Dios fortalecerá su ministerio a causa de ellos.

HÁGALO PERSONAL

1. ¿Cuáles son algunos de sus valores más importantes?

2. ¿Sería útil identificar algunos valores clave en su ministerio con la juventud? Sí uno. ¿Por qué? En caso positivo, ¿cuá­les son algunos valores que cree que se deban representar en su ministerio con la juventud?

3. ¿Cómo estos valores del ministerio para jóvenes impacta­rían a su ministerio personal con jóvenes?

4. ¿Qué proceso puede usar para discutir y aplicar un número apropiado de valores para su ministerio?

5. Si debe comenzar con tres valores (por ejemplo, acepta­ción, pertenencia y cuidado), ¿qué pocas preguntas evalua­rían mejor su eficacia?

6. ¿Siente que su ministerio viola algunos de los valores im­portantes mencionados en su discusión? Si ese es el caso, ¿cuáles y cómo?

Extracto del libro «Ministerio de Jóvenes con Propósito»

Por Doug Fields

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