Una ausencia de una perspectiva escatológica

La escatología – un enfoque en la eternidad – no es el punto más fuerte de la teología funcional de un adolescente. No tienden a vivir estando conscientes de la eternidad. No piensan en términos de gratificación aplazada. Los adolescentes enfocados horriblemente en el presente. Viven como si el momento presente es el único momento de vida. No piensan en términos de inversiones. No piensan en el día de cosecha. Gálatas 6:7 dice, «Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará». Este es un principio espiritual importante que raras veces en la perspectiva típica de los adolescentes.

Los adolescentes necesitan ser enseñados a pensar en términos de inversiones a largo plazo. Esta no es la manera típica en la que piensan acerca de sus vidas. Los adolescentes tienden a vivir para aquello que desean en ese momento y tienden a dejar sus responsabilidades para el último momento. Necesitamos enseñarles a examinar los tipos de semillas que están sembrando ahora y del tipo de cosecha que traerán dichas semillas. Debemos desafiar amorosamente su creencia de que el momento físico es todo lo que importa, que la felicidad presente y temporal es todo lo que existe. Necesitan entender que Dios está obrando en algo mayor que este momento, que él los está preparando para algo maravilloso que vendrá.

La cultura a nuestro alrededor refuerza la falsedad de que la vida se encuentra en el tesoro presente, terreno y físico, y que las personas exitosas son aquellas que acumulan más. Se les dice a nuestros adolescentes «Tú identidad depende de la ropa de marca que te pongas. Tú eres la dimensión de tu cuerpo. Tú eres tu inteligencia. Tú eres tu habilidad atlética. Tú eres el automóvil que conduces. Tú eres la casa en que vives. Tú eres el grado de popularidad que tienes». Inclusive se les dice que son la marca de pasta de dental que usen.

¿Quiénes son los héroes de la cultura occidental? ¿Son las personas de carácter que vivieron con una mentalidad de cosecha, invirtiendo en cosas de importancia eterna? ¡No! Son las personas con voces buenas, ropa cara, carros deportivos, músculos grandes y cuentas grandes en el banco. Ellas son las personas que viven en el presente, personas que están buscando tesoros en la tierra. Típicamente, son personas que no tienen más consciencia de la eternidad que la mayoría de los adolescentes inmaduros. A los ojos de Dios, de hecho son antihéroes que llevan a nuestros hijos a creer mentiras y a vivir por lo pasajero.

Nuestros adolescentes necesitan ser enseñados a mirar la perspectiva completa de la vida desde el punto de vista de la eternidad. La vida se ve radicalmente diferente cuando se ve desde esa perspectiva. Necesitan ver que cada elección, cada acción es una inversión, y que es imposible vivir la vida sin sembrar semillas que serán las plantas de vida que algún día cosecharemos.

Extracto del libro «Edad de Oportunidad».

Por Paul David Tripp.

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