Al hablar de sustancias nos referimos, entre otras, a:

  • Tabaco (en todas las formas).
  • Alcohol (en todas las formas, incluyendo el consumo en exceso).
  • Cocaína (en todas las formas).
  • Inhalantes (en todas las formas).
  • Metanfetaminas.
  • Marihuana.

El número de estudiantes de secundaria que reportan el uso de una o más veces de esteroides no prescritos se ha triplicado desde los inicios de los noventas a cerca del 6%.

El número de estudiantes de secundaria que reporta el uso de heroína una o más veces llegó a alcanzar cerca del 3%.

El uso de éxtasis, medido por primera vez en el 2003, se mantiene en 11,1% entre los alumnos de secundaria (± 3,7%).

Entre los alumnos de secundaria sexualmente activos, tiende a subir el uso y abuso de alcohol y drogas antes de tener relaciones (cerca del 25%).

¿POR QUÉ?

Los datos son interesantes, pero inútiles a menos que entendamos por qué los adolescentes usan alcohol y otras drogas.

CURIOSIDAD. Los adolescentes lo saben todo acerca de nuevas experiencias. 65% de los estudiantes de secundaria reportan tomar una o más bebidas.

PRESIÓN DEL GRUPO. Es difícil para un adolescente decir no si los amigos son la esencia de su experiencia. Toma mucha fuerza personal enfrentar el ridículo y el rechazo por ir contra la voluntad popular. En su clásico, All Grown Up and No Place To Go, David Elkind habla de los adolescentes que desarrollan un «máscara de sí», un ser construido por la simple adición de sentimientos, pensamientos y creencias copiadas de otros. Los adolescentes «que crecieron por sustitución y solamente tienen una máscara de sí son menos capaces de posponer la gratificación inmediata. Son orientados por el presente y dirigidos por otros, fácilmente influenciados por los demás».

DIVERSIÓN. Es posible que nada tenga mayor valor que la diversión definida por uno mismo, por más subjetiva y perjudicial que sea.

IMITACIÓN. Algún viejo dijo que los jóvenes no son muy buenos escuchando a los adultos, pero ellos casi nunca fallan en imitarlos. El ejemplo siempre enseñó más que el discurso.

DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA. Un joven dijo que comenzó a fumar marihuana «¡porque lo único de lo que mis padres siempre hablan es de cuán malas son las drogas!». La marihuana fue una forma de dejar que sus padres supieran que él tenía la intención de hacer cualquier cosa que le placiera. El terapeuta Gary Forrest dice: “Los estudios indican que más del 80% de las familias en las que ambos padres beben producen hijos que toman. Al contrario, más del setenta por ciento de los padres que no beben producen hijos que se abstienen. Sin embargo, existen casos donde la abstinencia completa de alcohol por parte de los padres de hecho motiva al adolescente a beber. Si tomar es un tabú en la familia, entonces la mentalidad de contradicción del adolescente puede concluir que beber será divertido”.

DESINHIBICIÓN. “Bebo porque me ayuda a ser yo mismo. Soy más creativo cuando estoy «tocado». Ponerme un poco en «onda» me ayuda a meterme más en mi música”. Estudios de placebo en los cuales se le dijo a los estudiantes universitarios que una bebida contenía alcohol cuando no lo contenía, encontraron que aquellos que esperaban experimentar efectos desinhibidores del alcohol tendían a obtener lo que esperaban (algunos reportaron incluso sentirse borrachos), a pesar de la ausencia de alcohol en las bebidas.

ESCAPE. Los adolescentes usan alcohol y otras drogas para escapar del dolor de las relaciones fracturadas o abusivas, sentimientos de inadaptación, temor al futuro, presiones escolares, expectativas de los padres, casi cada factor de estrés puede llevar a la automedicación. ¡El reto mayor de las drogas es que funcionan! Al menos por un tiempo. Muchos usuarios afirman que el alivio temporal es mejor que ninguno.

ADICCIÓN. El uso regular de algunas sustancias crea dependencia. La potencia de la droga se mide en grados de impacto fisiológico y psicológico, tolerancia progresiva que lleva al incremento en el uso pero decremento en los efectos, y síntomas molestos crecientes a la abstinencia. Mezclar drogas es un ejercicio experimental para tratar de manejar esas variables, una tarea que gradualmente se convierte en un trabajo de tiempo completo para las personas adictas. Deseo compulsivo, búsqueda, y uso, sin importar de qué se trate; eso lo cubre casi todo.

TOLERANCIA. Es un indicador clave en la adicción. Es por esto que hay una diferencia entre un alcohólico y un bebedor problemático. Existe evidencia para sugerir que cada uno tiene el potencial para tener problemas con la bebida. El bebedor problemático tiene problemas cuando toma, y muchos problemas cuando bebe mucho. Una de las señales que delatan a un alcohólico es su capacidad de absorber grandes cantidades de alcohol sin daños aparentes. Estas no son buenas noticias. La tolerancia a altos niveles de alcohol en la sangre es la primera pista de que eventualmente se necesitan altos niveles de envenenamiento con alcohol para producir efectos fisiológicos. Luego, tomará altos niveles de uso solo para sentirse bien.

PLAN DE ACCIÓN: INVOLÚCRATE. SEÑALES DE ABUSO DE DROGAS Y ALCOHOL EN ADOLESCENTES.

Aislamiento: pasar significativamente más tiempo solos en su habitación (o algún otro lugar apartado de la casa) que antes; evitar de manera anómala la interacción y la diversión con su familia.

Cambios inexplicables en relaciones: dejar amigos valiosos y rápidamente conectarse con un nuevo círculo de asociados; guardar en secreto sus nombres, horarios y lugares.

Dificultades en la escuela: ausentismo, asignaciones sin completar, pérdida de concentración, disminución en las calificaciones

Cambios inexplicables en intereses: pérdida de interés en la higiene, arreglo, nitidez personal, juego, creatividad, amistades.

Problemas de conducta: robar, mentir, o hacer gastos inexplicados.

Conductas de alto riesgo: pérdida de consideración por la seguridad personal, violaciones de tráfico frecuente, vandalismo.

Señales persistentes de depresión: gestos o conversaciones suicidas, intentos suicidas.

Promiscuidad sexual: conducta sexual indiscreta, múltiples parejas.

Quejas de salud: resfríos frecuentes sin precedente, vomitar, estar con gripe, dolor abdominal, dolores de cabeza, temblores.

Cambios en los hábitos alimenticios: incremento o decremento incontrolable en el apetito acompañado de aumento o pérdida de peso.

Señales obvias de estar bajo la influencia de alguna sustancia: aliento a alcohol, tambalearse, pupilas dilatadas, euforia, alucinaciones, pánico, palpitaciones del corazón, sueño, etc.

Recuerda los calificativos en estas descripciones: inexplicable, sin precedente, persistente. No quieres saltar a conclusiones, pero tampoco quieres ignorar numerosas conductas sospechosas.

Extracto del libro Cómo Ayudar a Jóvenes en Crisis.

Por Jim Hancock y Rich Van Pelt

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