1. Mantente alerta para descubrir potenciales voluntarios.

2. Confórmate con tus recursos actuales.

3. Mantente fluyendo en la visión de tu pastor.

4. Programa tus actividades en armonía al calendario de tu iglesia.

5. Mantén abierta la puerta de la comunicación con tu pastor.

6. Sé creativo, que los jóvenes siempre estén intrigados.

7. Pregúntate a ti mismo: «¿Estoy aburriendo?».

8. Evalúa tu programa cada 3 meses.

9. Crea tantas ocupaciones para los jóvenes como te sea posible.

10. Desarrolla una mentalidad sana y limpia.

11. No tengas programas de último momento, planea con antici­pación. Los desaciertos son el principio del fin.

12. Mantén a los padres informados sobre cómo van las cosas.

13. Haz que suene buena música cristiana en el salón de jóvenes antes que comience la reunión. Acepta los gustos musicales.

14. Mantente alejado de salidas o excursiones muy costosas.

15. Predica la Palabra por medio de tus obras.

16. Estate actualizado con los esti­los y las modas de los jóvenes.

17. Reúnete con tu equipo juvenil regularmente para ministrarles y tener comunión. Escucha sus ideas.

18. No tengas temor a cambiar; si algo no está funcionando simplemente suspéndelo.

19. Invita a un grupo de padres a las reuniones juveniles, y hónra­los. Hacerlos participar da muy buenos resultados.

20. Habla palabras amorosas respecto de tu pastor a los jóvenes. Los jóvenes crecen cuando aman a sus pastores.

21. Involucra a los jóvenes en diferentes áreas de la iglesia.

22. Entrena a los jóvenes para que participen de la reunión desde el comienzo hasta el fin.

23. Desarrolla un curso de liderazgo juvenil para la Escuela Dominical. Allí descubrirás valiosos colaboradores.

24. Recuerda adorar en público y ser disciplinado en privado.

25. No permitas que estén hablan­do o perturbando cuando estás ministrando. Enseña esta regla y apégate a ella.

26. Comienza una clase de escuela dominical para padres de adolescentes. Descubrirás nuevas áreas para ministrar.

27. Mantén tu reunión fluyendo, que no haya pérdida de tiem­po. Más vale una reunión corta pero dinámica.

28. Haz todo con un espíritu de excelencia.

29. En las salidas o excursiones, delega tareas a tu equipo de trabajo para que no te estreses demasiado.

30. Estate atento con los proble­máticos del grupo, no tengas temor a confrontarlos. Recuerda que el amor no es débil.

31. Estate expectante a que el Espíritu Santo se mueva en tus reuniones. Esa es la clave para el crecimiento del grupo.

32. Lleva a algunos jóvenes a mi­nistrar a otros que por alguna razón dejaron de venir a las reuniones. Eso funciona.

33. Involucra a los jóvenes en ser­vicios comunitarios.

34. Desarrolla un ministerio juvenil de limpieza en la iglesia.

35. Anima a los jóvenes a iniciar un club bíblico en la escuela.

36. Inicia alguna actividad evangelística en las calles.

37. Siempre reconoce a los visi­tantes. Haz que se sientan con­fortables en tu reunión y agradéceles por haber venido.

38. Desarrolla un ministerio juvenil telefónico, llama a los ausentes y a los que pudieran estar enfermos.

39. Reúnete a comer con tus jóvenes cuando veas la oportu­nidad. Oportunidades para comer es lo que sobra

40. Anima a los jóvenes a dar algunas de sus ropas a otros en el grupo que no tienen (con el permiso de los padres)

41. Siempre saluda a los jóvenes y a tu equipo antes de las reuniones. Recuerda que así como ere tú, serán ellos.

42. Aparta un tiempo durante la reuniones para reconocer y agradecer públicamente a algún ¡oven del, grupo.

43. Si tu iglesia es grande, desa­rrolla una sección específica para jóvenes. La decoración del lugar va a asombrarte.

44. En una iglesia grande, desa­rrolla un equipo de jóvenes para atraer a otros que sólo asisten a los cultos generales.

45. Comienza un ministerio de dramatizaciones.

46. Filma diferentes eventos y muéstralo en las reuniones.

47. Realiza un buen logo juvenil y muchos carteles creativos.

48. Planea un viaje de misiones.

49. Invita al pastor y a su esposa a eventos especiales.

50. Construye una página web para tu grupo juvenil; testifica a otros países de lengua his­pana.

51. «Siembra» en los jóvenes las enseñanzas de tu pastor.

52. Comienza un ministerio de ayuda en tu propia iglesia.

53. Organiza una fiesta juvenil de pizzas o helados una vez al mes al menos. A estas reuniones no falta nadie

54. De vez en cuando, comienza una reunión dentro de la igle­sia y finalízala fuera.

(CONTINÚA…)

Por Alex Valdovinos

Tomado de Suplemento Para Líderes. Revista Visión Joven

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