¿Qué dice la Biblia al respecto del trato con los demás?
«Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, 13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. 14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto» Colosenses 3:12-14 NVI
Tíos, primos y demás familia…Usted está listo para disfrutar de una aventura interesante ¡Jajaja! Lo bueno es que tiene dos motivaciones importantes, agradar y amar a su pareja y agradar y amar a Dios. Los mismos principios que aplica para tener relaciones cordiales con los papás de su pareja y sus hermanos debe aplicarlos a la familia extendida.
Viva la Regla de Oro:»Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.» Mateo 7:12 NVI
Este pasaje nos dice Jesús, es la ley y los profetas. Es lo que debemos hacer por nuestro prójimo. Dios sabe más, él sabe que si tratamos a los demás tal y como queremos que ellos nos traten a nosotros ¡veremos milagros en la conducta de ellos! Y si no vemos el cambio en ellos, seguramente veremos el cambio en nosotros.
En tiempos antiguos ya se enseñaba «No traten a los demás tal y como no quieren que ellos los traten a ustedes». El enfoque aquí estaba en no hacer el mal. Esta enseñanza va de la mano con aquellos que dicen:»Yo no me meto con nadie, entonces que nadie se meta conmigo». Esta enseñanza denotaba una actitud pasiva, no traten a otros tal y como no quieren que ellos los traten a ustedes. El enfoque estaba en no hacer.
Jesús viene y le da un giro total a la enseñanza de aquel tiempo y que hoy conocemos como la Regla de Oro. ¿Qué fue lo que dijo Jesús? No dijo no traten, que denotaba pasividad, evitar hacer daño. Él dijo: Traten, que denotaba acción.
«Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace» Santiago 4:17 NVI
Esto describe los pecados de omisión. El pecado de omisión es el bien que podemos hacer y no hacemos. Es llevar vidas pasivas que no lastiman, pero no activas que sanan.
La clave del asunto es que no basta sólo con que no lastimemos a otros sino que también curemos al herido (pasividad vs. actividad). No es sólo no robar, sino ayudar al necesitado (pasividad vs. actividad). No es sólo no matar, sino consolar a los deudos (pasividad vs. actividad). La clave aquí es no esperar que otros nos traten de cierta manera, sino a tratarles como deseamos ser tratados, sin importar, cómo ellos nos traten a nosotros. Para esto se necesita estar conectado directamente a la fuente inagotable de amor que es Dios.
No tome una actitud pasiva frente a los familiares de su pareja, sea proactivo y siembre semillas de amor aunque aún no vea el fruto. Amar a quien lo ama, eso lo hace cualquiera. Amar a quien no lo ama, eso es un verdadero sacrificio y amor. Y vale la pena. Pero cuando decida iniciar un noviazgo ¿Qué rol deben llegar a tener sus mejores amigos del sexo opuesto?, ¿Seguirá tratándolos de la misma manera ahora que ya tiene una parjea? Este es el tema del siguiente capítulo.
Extracto de “Noviazgo de Altura” por Álex López