Huya de las conversaciones sexuales con su pareja. Este tema es para ser tocado antes de casarse o abrirá puertas a la tentación. Me encanta el mango verde, con jugo de limón del verdaderamente ácido, sal y pepitoria. Generalmente en Guatemala nos venden el mango verde partido en rodajas y dentro de una bolsa. Al terminar de comer ese delicioso man­go queda en la bolsa una mezcla de un re­siduo exquisito de: limón, pepitoria y sal. Luego solemos hacerle un nudo a la bolsa y con los dientes perforamos un extremo de la misma y después de tomar aire nos tomamos de un solo trago esa exquisita mezcla. En el proceso hacemos las caras más graciosas que pueda imaginarse, pero terminamos satisfechos y exclamamos ¡Qué rico Limón! Hay quienes su gusto es tan sólo exprimir varios limones y tomarse el jugo de limón de un solo trago. ¡Imagine esto! Cuando tomamos el limón, una mezcla involuntaria de mús­culos entran en juego en nuestra boca. Y de nuevo al igual que con el residuo de la bolsa del mango verde, hacemos las caras más cómicas pero a la vez hay satisfacción de haber tomado ese delicioso jugo de li­món. Mientras leía el texto anterior ¿Sin­tió los efectos del limón en usted? ¿Sintió el sabor de la sal? ¿Se le hizo agua la boca? Lo más probable es que si leyó con atención, su mente lo hizo ver de manera visual lo que describí y sintió los efectos del limón y de los demás ingredientes. La pregunta es: ¿En dónde está el limón? ¿En dónde están los demás ingredientes? Pues tan solo en su mente. Y esto es el po­der de un pensamiento. Por eso no tenga conversaciones de tipo sexual con su pa­reja, porque quien escucha la descripción de un limón, terminará por salivar.

Y ¿Qué si sólo al estilo del base bol toco primera, segunda y tercera base… pero no llego a home? Me han preguntado, ¿Hasta dónde puede llegar sexualmente con caricias y besos pero sin pecar? Tan sólo pensar y aún no actuar es pecado. Dios juzga hasta las intenciones del cora­zón. ¿Qué tan lejos llegar sin pecar? Usted no debe llegar a nada. Por eso aún tenga cuidado con los abrazos. Abrácense pero respetándose mutuamente en lo que lla­mamos nuestras partes privadas, porque de lo contrario, ambos se van a volver lo­cos antes de tiempo y arrastrarán basura a su matrimonio.

Huya de la pornografía. Usted no va a en­trar a la hora de almuerzo y sin haber de­sayunado a su restaurante favorito a oler todo y se va a salir. Mire pornografía y se le antojará todo ahora mismo. Mire por­nografía y matará la pasión en su futuro matrimonio. La pornografía es una exa­geración, una actuación, es el énfasis to­tal y desmedido en la satisfacción de uno solo de los dos y por lo tanto tergiversa el propósito de Dios para las relaciones se­xuales que es expresarnos amor mutuo y fundirnos en un solo ser para siempre. Si ve pornografía, llegará a su matrimonio a querer hacer lo que ahí ve y la mayoría de lo que ahí ve, no será del agrado de su pareja. ¿Acaso ha escuchado a sus papás pegando de gritos como si estuvieran siendo torturados por un escuadrón de la policía secreta y al otro día encuentra el televisor quebrado en el suelo, la cama partida por la mitad y a sus papás desma­yados por lo violento del asunto? No vea pornografía, matará la pasión de su ma­trimonio y se convertirá en una adicción. Créalo o no, no sólo jóvenes están adictos a la pornografía, aún los viejos. Al punto que prefieren la pornografía a la relación sexual en pareja.

Ligado a la pornografía está la mastur­bación. Se nos dice que es algo natural y normal. Y que sirve para liberar la ten­sión. Lleve un chocolate de los más gran­des que venden y dele a un niño tan solo un pedazo. ¿Qué va a querer? Más y más y más hasta que no pueda más. Y cuando le pase la satisfacción del chocolate que comió ¿Qué va a querer? Más, más y más. La masturbación como todo deseo peca­minoso siempre va a pedir más. En lugar de liberar tensión creará mayores deseos. Y esto puede llevarlo hasta a realizar cuestiones que violan la ley por el deseo tan grande de más experiencia y búsque­da de placer sexual y con la urgencia que esto le pide. Como decía Carol Thompson, mi maestro del Instituto Bíblico en Christ For The Nations en Dallas, Texas: «El peca­do es un por siempre crecimiento del de­seo, para un por siempre decrecimiento del placer».

Huya de la tentación. Nunca estén solos en su casa sin que estén presentes otras personas. Nunca estén en ningún lado que pueda prestarse a pasarse de la raya,. ¿Quién no se quiere comer a besos y más a su pareja? No provea para su naturaleza pecaminosa. No se exponga, no arries­gue su matrimonio por un momento de pasión. Guárdese puro para Dios y para su pareja. Estará ahorrándose muchos problemas.

No recuerdo en qué libro lo leí pero decía: «Las relaciones antes del matrimonio son como comer su comida favorita, pero des­pués de haberse cepillado los dientes». Espere el momento preciso para experi­mentar las relaciones sexuales dentro del marco del matrimonio, con la bendición de Dios, sus papás y amigos y así fundirse en un solo ser y fortalecer su matrimonio cada vez que practique las mismas.

Tuve el privilegio de casarlos. Ambos eran mis amigos y tenían 30 y 28 años. Los dos habían llevado un noviazgo ejemplar y se habían guardado el uno al otro aún antes de conocerse. Habían decidido guardarse aún sin conocerla, para la persona con quien se casarían. Sé que existe una pe­lícula que se llama «Virgen a los 40», mis amigos eran «Vírgenes a los 30″. Platica­mos varios meses después de su luna de miel con mi amigo y me dijo:»Alex, puedo decirte al igual que mi esposa que no nos arrepentimos el habernos guardado pu­ros en el área sexual hasta el día de nues­tro matrimonio. Sé que nos hemos aho­rrado muchos problemas y ha sido una experiencia espectacular conocernos y explorarnos en medio de nuestra inexpe­riencia.» Para ellos aprender juntos lo que no sabían, fue un deleite. Ese es mi anhelo para usted, no porque yo lo quiera, sino porque Dios lo ordena. Él sabe más, Él es el Creador, el dejó las reglas no para evitarnos vivir, sino para evitarnos sufrir. Sé que este capítulo se ha extendido más que los anteriores y aún tengo mucho más que decir pero, debemos continuar con el siguiente capítulo que se llama: «Pasado asesino».

Extracto de “Noviazgo de Altura” por Álex López

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí