Continuemos.

Enamorándote.

Hoy te sorprendes enamorándote. ¡Genial! Nada ni nadie puede decirte que cometes un error o que estás en pecado. Sólo sucede. La ciencia invierte tiempo en descubrir la fórmula química que lo produce, pero lo único que sabemos es que ocurre y que, la mayoría de las veces, llega sin previo aviso. Todas esas emociones, esas sensaciones que rebotan en tu interior como una pelota de goma, son parte de tu diseño original. Dios las puso ahí para avisarte que algo ocurre, que algo está llamando tu atención, que la necesidad de una relación distinta, de amor profundo y genuino, es parte de tu humanidad.

Y frente a ti aparece alguien que parece ser la candidata o el candidato natural para suplir esa necesidad. Aunque los griegos pensaban que un tal Eros era el autor, debemos confirmarte que no es así, sino que esto es obra de Dios. Él lo hizo de esa manera y es maravilloso. La pregunta es: ¿Qué vas a hacer frente a esas emociones?

Tenemos que decirte que, si bien Dios nos regaló la posibilidad de vivir esas sensaciones, no lo hizo para que nos gobernaran. Como toda emoción, el amor romántico es poderoso; sin embargo, puede llegar a apagarse. Jamás puede compararse con la fuerza del invencible amor ágape. Y aquí llega el primer principio que queremos regalarte: Todo lo que hagas debe estar sometido a ese amor que no depende de lo que sientes. Ese amor que no se termina cuando tu pareja no te hace sentir lo suficientemente bien. Así lo pensó Dios.

La Biblia dice que la norma más importante por la que todo debería regirse se llama amor (Marcos 12.29-31). Dios nos anima a que amemos a todo aquel que está próximo a nosotros (eso es lo que significa prójimo). La vida cobra sentido cuando entendemos y vivimos así!

Alguien Próximo se Aproxima.

Ahora bien, en su diseño genial, el Creador tuvo además la feliz idea de que alguno de esos o esas próximas que se aproximan a tu vida se convierta en el más próximo de todos… y así pensó en la pareja: la genial experiencia de tener a tu lado alguien que ocupe el lugar de tu compañera o compañero en la vida. Casi estamos convencidos de que luego inventó las flores para que nos las regalemos, la música para que bailemos y las noches estrelladas para que acompañen al romance.

Dios te creó con la necesidad de relaciones de amor profundo y sincero. Él puso en tu interior las alarmas que despiertan esas emociones que experimentas. Su amor fue el que pensó la idea de que un hombre y una mujer Compartan la aventura de la vida… y es más… ¡él tuvo la picara idea de que llegaran a ser una sola carne! El sexo no es algo torcido, producto de alguna mente mal encaminada. Es una idea genial de Dios que corona una relación de intensa intimidad. Una relación tan importante que su profundidad se manifiesta hasta en la unión de los cuerpos de quienes se aman de manera comprometida. ¡¿No es Dios increíblemente creativo?! Nosotros creemos que sí. La vida es un maravilloso regalo » que merece ser descubierto ¡y compartido!

Principios Importantes.

  • Más cerca de Dios, más cerca de su amor, más preparados para darlo.
  • La vida cobra sentido cuando nos dejamos guiar por el amor de Dios.

Preguntas que merecen Respuestas.

  • ¿Cómo se encuentra tu relación con el Dios que te dio origen?
  • ¿De qué manera puedes abandonar actitudes egoístas y comenzar a brindar ese amor que busca el bien del otro sin esperar nada a cambio?
  • ¿Estás dispuesto o dispuesta a amar así?

Oración.

Ayúdame, Dios, a comprender y experimentar tu amor. Permíteme disfrutarlo y aprender a brindarlo, no sólo a esa persona que me interesa tanto sino a todos los que lo necesitan.

Extracto del libro “El Amor de mi Vida ¿Quién Será?”

Por Germán y Daniela Ortiz

2 COMENTARIOS

  1. Excelente articulo, sin embargo estoy muy confundido con mi caso; tengo 5 años de noviazgo pero ultimamente me he sentido desenamorado, ya no puedo hablar más de 10 minutos por telefono con ella porque ya no se que decir, ya no me emociona pensar en casarme con ella.

    Los dos somos cristianos y tenemos 25 años, cometimos muchos errores al inicio al no tener control de los besos y las caricias, aunque nunca llegamos a una relación sexual. Mi pregunta es: ¿sera que tengo que aplicar la regla del amor agape en mi caso? amar sin importar que yo no me sienta enamorado, a pesar de que ya no esté emocionado y lo que sienta actualmente sea más como un cariño, pero tampoco digo que no la quiero porque tenemos mucho tiempo juntos.

    Yo he analizado muchas cosas que fueron haciendome sentir desenamorado, pero hasta ahora que he madurado me doy cuenta, por ejemplo los celos de ella, su poca sociabilidad (cosa que se me pegó a mí), y aveces criticas hacia mí cuando me equivocaba en algo.

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